Beato Roberto de Arbrissel, monje fundador.
Denunciante, controvertido predicador, y fundador.
Beato Roberto de Arbrissel, monje fundador. 24 y 25 de febrero.
Inicios.
Roberto nació sobre 1055 en La Bussardière, Bretaña, en una familia acomodada. Su padre era el presbítero de la parroquia, y se llamó Damaliach, un nombre totalmente bretón. Le dio estudios y le envió a la Universidad, donde se graduó con honores, para regresar a su pueblo y suceder a su padre como párroco. Se sabe estuvo casado, aunque se desconoce el nombre de su mujer, de la que se separó pronto, para seguir la tradición celibataria de la Iglesia (que no sería norma definitiva, universal y absoluta hasta 1223, en el Concilio de Lyon). En 1078 volvió a París donde se doctoró en Teología y a. Estudió en la Universidad de París, de la que también fue rector, siendo un gran ejemplo por su justicia, rectitud, caridad y virtudes.
Reformador, predicador y perseguido.
Fue Roberto un ardiente defensor de la reforma de la Iglesia impulsada por San Gregorio VII (25 de mayo), por lo que en 1089 el obispo de Rennes le nombra vicario de la diócesis. Desde este puesto destacó por su denuncia de la inmoralidad de los nobles, clero y pueblo. Clamó contra la injusticia, los desmanes de los ricos y la simonía y amancebamiento de muchos clérigos. Esta actitud le provocó guerra y enemigos por todos lados. Por eso en 1093, muerto su obispo, los clérigos resentidos con su denuncia logran que le trasladen a Angers, en cuya catedral se dedica a la enseñanza de la teología.
En 1095 deja la enseñanza y con algunos amigos se retira al bosque de Caon, Anjou. Allí atrae a multitudes a los que predica la pobreza, la penitencia y la caridad evangélica. Fue uno de los llamados predicadores "apoloístas", que vivían con los pobres, vestían y comían pobremente y rechazaban toda posesión personal. Lamentablemente muchos llegaron a los extremos de impugnar roda autoridad eclesiástica, rebelándose contra el papa y los obispos, cayendo además en herejías. No hay constancia que Roberto fuera hereje ni rebelde contra el papa, todo lo contrario, su actividad se veía impulsada por la reforma gregoriana. Funda una comunidad monástica con la Regla de los canónigos regulares, refundados por San Ivo de Chartres (23 de diciembre), a la que se unen muchos seglares que aún en el mundo viven su espíritu de radicalidad evangélica. Así, funda la abadía de Roe. Discípulos suyos fueron el Beato Alleaume (27 de abril), el Beato Bernardo de Tiron (14 de abril) y el Beato Rieul de la Futaie (16 de agosto). En 1096 predica la Primera Cruzada en Craon ante el Papa Urbano II, varios arzobispos y nobles. El papa queda tan sorprendido de su carisma que le da el título de "Predicador Apostólico", con licencia para predicar donde quiera y sin pedir autorización del obispo local. Así se lanza a una predicación incesante, acompañado de cientos de personas que le ayudaban en sus misiones.
Una singular fundación.
En 1099 se retira a Fontevrault, donde funda un monasterio inspirado en la Regla benedictina, pero para una Orden nueva. Además, se trata de un monasterio mixto , estando monjes y monjas bajo el cayado de la abadesa, cuya primera fue la Beata Petronila de Chemillé (24 de abril). Se organizaba el recinto en el "Gran Monasterio", de monjas de coro que vivían orando. También estaban las hermanas conversas, que compaginaban oración y trabajo servil en el monasterio. Estaban los monjes, para orar, estudiar y predicar, y por último los Hermanos de San Lázaro, para cuidar de la leprosería anexa al recinto. Todos debían hacer trabajo manual para mantenerse, orar según su estado y no admitir posesiones más de las comunitarias. No hay que decir que este monasterio, mas bien recinto religioso, levantó un gran revuelo en el clero y obispos. Precisamente en tiempos de denuncia del amancebamiento de los sacerdotes, viene quien más lo denunciaba a "yacer con mujeres", como acusaron a Roberto. Pero escándalo aparte, Roberto continuaba su misión predicadora y orante en la Iglesia, y en definitiva, ni era el primero ni sería el último monasterio mixto en la Iglesia. En menos de un año ya tenían 300 monjas de coro, muchas de la nobleza, atraídas por el humanismo y espíritu evangélico que allí se vivía.
Inicios.
Roberto nació sobre 1055 en La Bussardière, Bretaña, en una familia acomodada. Su padre era el presbítero de la parroquia, y se llamó Damaliach, un nombre totalmente bretón. Le dio estudios y le envió a la Universidad, donde se graduó con honores, para regresar a su pueblo y suceder a su padre como párroco. Se sabe estuvo casado, aunque se desconoce el nombre de su mujer, de la que se separó pronto, para seguir la tradición celibataria de la Iglesia (que no sería norma definitiva, universal y absoluta hasta 1223, en el Concilio de Lyon). En 1078 volvió a París donde se doctoró en Teología y a. Estudió en la Universidad de París, de la que también fue rector, siendo un gran ejemplo por su justicia, rectitud, caridad y virtudes.
Reformador, predicador y perseguido.
Fue Roberto un ardiente defensor de la reforma de la Iglesia impulsada por San Gregorio VII (25 de mayo), por lo que en 1089 el obispo de Rennes le nombra vicario de la diócesis. Desde este puesto destacó por su denuncia de la inmoralidad de los nobles, clero y pueblo. Clamó contra la injusticia, los desmanes de los ricos y la simonía y amancebamiento de muchos clérigos. Esta actitud le provocó guerra y enemigos por todos lados. Por eso en 1093, muerto su obispo, los clérigos resentidos con su denuncia logran que le trasladen a Angers, en cuya catedral se dedica a la enseñanza de la teología.
En 1095 deja la enseñanza y con algunos amigos se retira al bosque de Caon, Anjou. Allí atrae a multitudes a los que predica la pobreza, la penitencia y la caridad evangélica. Fue uno de los llamados predicadores "apoloístas", que vivían con los pobres, vestían y comían pobremente y rechazaban toda posesión personal. Lamentablemente muchos llegaron a los extremos de impugnar roda autoridad eclesiástica, rebelándose contra el papa y los obispos, cayendo además en herejías. No hay constancia que Roberto fuera hereje ni rebelde contra el papa, todo lo contrario, su actividad se veía impulsada por la reforma gregoriana. Funda una comunidad monástica con la Regla de los canónigos regulares, refundados por San Ivo de Chartres (23 de diciembre), a la que se unen muchos seglares que aún en el mundo viven su espíritu de radicalidad evangélica. Así, funda la abadía de Roe. Discípulos suyos fueron el Beato Alleaume (27 de abril), el Beato Bernardo de Tiron (14 de abril) y el Beato Rieul de la Futaie (16 de agosto). En 1096 predica la Primera Cruzada en Craon ante el Papa Urbano II, varios arzobispos y nobles. El papa queda tan sorprendido de su carisma que le da el título de "Predicador Apostólico", con licencia para predicar donde quiera y sin pedir autorización del obispo local. Así se lanza a una predicación incesante, acompañado de cientos de personas que le ayudaban en sus misiones.
Una singular fundación.
En 1099 se retira a Fontevrault, donde funda un monasterio inspirado en la Regla benedictina, pero para una Orden nueva. Además, se trata de un monasterio mixto , estando monjes y monjas bajo el cayado de la abadesa, cuya primera fue la Beata Petronila de Chemillé (24 de abril). Se organizaba el recinto en el "Gran Monasterio", de monjas de coro que vivían orando. También estaban las hermanas conversas, que compaginaban oración y trabajo servil en el monasterio. Estaban los monjes, para orar, estudiar y predicar, y por último los Hermanos de San Lázaro, para cuidar de la leprosería anexa al recinto. Todos debían hacer trabajo manual para mantenerse, orar según su estado y no admitir posesiones más de las comunitarias. No hay que decir que este monasterio, mas bien recinto religioso, levantó un gran revuelo en el clero y obispos. Precisamente en tiempos de denuncia del amancebamiento de los sacerdotes, viene quien más lo denunciaba a "yacer con mujeres", como acusaron a Roberto. Pero escándalo aparte, Roberto continuaba su misión predicadora y orante en la Iglesia, y en definitiva, ni era el primero ni sería el último monasterio mixto en la Iglesia. En menos de un año ya tenían 300 monjas de coro, muchas de la nobleza, atraídas por el humanismo y espíritu evangélico que allí se vivía.
Allí en Fontevrault vivió un tiempo dedicado al estudio de la Escritura. Estos últimos años estuvieron marcados por una intensa ascesis y oración. Su unión con Cristo llegó al punto de recibir los estigmas de la Pasión, más de 100 años antes de la Estigmatización de San Francisco, en 1224. Apenas estuvo ordenada la fundación, para lo cual logró la protección del papa Pascual II, Roberto volvió a la predicación errante. Misionó en Rouen, Blois, Chartres y otras ciudades de Francia.
Muerte, ausencia de culto y reliquias.
En 1115, sintiendo que su final estaba cerca, Roberto quiso volver a Fontevrault. Pasando por Berry tuvo que detenerse y allí murió el 24 ó 25 de febrero de 1116, luego de indicar que quería ser enterrado en Fontevraud. Después de los multitudinarios funerales, el cuerpo fue embalsamado y venerado en Orsan, por iniciativa del obispo de Bourges, garantizando peregrinaciones y la devoción popular. Sin embargo, la Beata Petronila entabló un pleito por la posesión de las reliquias de su fundador. Incluso llegaron las monjas a iniciar una huelga de hambre por la causa. Finalmente fue llevado a su abadía, aunque el corazón quedó en Orsan, y aunque había querido ser enterrado en el cementerio común, se le sepultó en el altar mayor de la abadía, lejos de la devoción popular. Esto se hizo con toda intención, pues las peregrinaciones, el dinero que generaban y los abusos de esto ya había sido denunciado igualmente por Roberto. Por esta misma causa la Orden nunca hizo nada por canonizar a su fundador, ni siquiera le dio culto ni promovió su devoción. El olvido cubrió su pequeña y humilde tumba. No sería hasta 1655 cuando la abadesa Juana Borbón, hermana de Luis XIII, levantara una tumba de mármol con una escultura yacente de Roberto. Igualmente se intentó su canonización, pero nada se logró, y el título de Beato que se le da es por costumbre.
Con el tiempo la magna edificación se convirtió en panteón real para Enrique II Corazón de León y Leonor de Aquitania, y allí se educarían las hijas de Luis XV, pues llegó a ser un monasterio respetado por su cultura, piedad y la sangre real de sus abadesas. Durante la Revolución Francesa la abadía fue saqueada y la tumba profanada y destruida. El recinto se salvó porque fue utilizado como cárcel por los revolucionarios. Actualmente se muestra la sepultura vacía, pues las pocas reliquias que se salvaron, una parte del corazón que se cuidaba en Orsan, y partes de un báculo, en 1847 fueron dadas en posesión de las Damas Fontevristas de Chemillé, una Congregación religiosa misionera moderna inspirada en el carisma del Beato Roberto. Actualmente están en el priorato benedictino de Martigné-Briand.
Fuentes:
-"Histoire ecclésiastique". Tomo VI. JACQUES FLEURY. París, 1856.
-"Petite vie de Robert d'Arbrissel". JACQUELINE MARTIN-BAGNAUDEZ, Desclée de Brouwer, 2008.
-"Courte description des ordres des femmes & filles religieuses". ADRIAAN SCHOONEBEECK.
-berry.medieval.over-blog.com/article-le-tombeau-de-robert-d-arbrissel-abbaye-de-fontevraud-49-119158802.html
-http://www.fontevraud.fr/
Muerte, ausencia de culto y reliquias.
En 1115, sintiendo que su final estaba cerca, Roberto quiso volver a Fontevrault. Pasando por Berry tuvo que detenerse y allí murió el 24 ó 25 de febrero de 1116, luego de indicar que quería ser enterrado en Fontevraud. Después de los multitudinarios funerales, el cuerpo fue embalsamado y venerado en Orsan, por iniciativa del obispo de Bourges, garantizando peregrinaciones y la devoción popular. Sin embargo, la Beata Petronila entabló un pleito por la posesión de las reliquias de su fundador. Incluso llegaron las monjas a iniciar una huelga de hambre por la causa. Finalmente fue llevado a su abadía, aunque el corazón quedó en Orsan, y aunque había querido ser enterrado en el cementerio común, se le sepultó en el altar mayor de la abadía, lejos de la devoción popular. Esto se hizo con toda intención, pues las peregrinaciones, el dinero que generaban y los abusos de esto ya había sido denunciado igualmente por Roberto. Por esta misma causa la Orden nunca hizo nada por canonizar a su fundador, ni siquiera le dio culto ni promovió su devoción. El olvido cubrió su pequeña y humilde tumba. No sería hasta 1655 cuando la abadesa Juana Borbón, hermana de Luis XIII, levantara una tumba de mármol con una escultura yacente de Roberto. Igualmente se intentó su canonización, pero nada se logró, y el título de Beato que se le da es por costumbre.
Con el tiempo la magna edificación se convirtió en panteón real para Enrique II Corazón de León y Leonor de Aquitania, y allí se educarían las hijas de Luis XV, pues llegó a ser un monasterio respetado por su cultura, piedad y la sangre real de sus abadesas. Durante la Revolución Francesa la abadía fue saqueada y la tumba profanada y destruida. El recinto se salvó porque fue utilizado como cárcel por los revolucionarios. Actualmente se muestra la sepultura vacía, pues las pocas reliquias que se salvaron, una parte del corazón que se cuidaba en Orsan, y partes de un báculo, en 1847 fueron dadas en posesión de las Damas Fontevristas de Chemillé, una Congregación religiosa misionera moderna inspirada en el carisma del Beato Roberto. Actualmente están en el priorato benedictino de Martigné-Briand.
Fuentes:
-"Histoire ecclésiastique". Tomo VI. JACQUES FLEURY. París, 1856.
-"Petite vie de Robert d'Arbrissel". JACQUELINE MARTIN-BAGNAUDEZ, Desclée de Brouwer, 2008.
-"Courte description des ordres des femmes & filles religieuses". ADRIAAN SCHOONEBEECK.
-berry.medieval.over-blog.com/article-le-tombeau-de-robert-d-arbrissel-abbaye-de-fontevraud-49-119158802.html
-http://www.fontevraud.fr/
A 24 de febrero además se celebra a San Ethebert de Kent, rey.
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