jueves, 16 de julio de 2020

Santos del día 16 de julio

Santos del día 16 de julio
Decimo septimo Kalendas augusti
   Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo (6 coms.) - Memoria litúrgica   
Memoria de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, monte en el que Elías consiguió que el pueblo de Israel volviese a dar culto al Dios vivo y al que, más tarde, algunos, buscando la soledad, se retiraron para hacer vida eremítica, y dieron origen, con el correr de los tiempos, a una orden religiosa de vida contemplativa, que tiene como patrona y protectora a la Madre de Dios.
En Anastasiópolis, de Galacia, san Antíoco, mártir, hermano de san Platón.
En Sebaste, de Armenia, san Atenógenes, corepíscopo y mártir, que dejó a sus discípulos un himno en el que habla de la divinidad del Espíritu Santo y murió arrojado al fuego por ser cristiano.
En la isla de Jersey, en el mar Británico, san Helerio, ermitaño, martirizado, según la tradición, por unos piratas.
En Maastricht, en la ribera del Mosa, de Brabante, en Austrasia, santos Monulfo y Gondulfo, obispos.
En Saintes, en Hainaut, santos mártires Reinildis, virgen, Grimoaldo y Gondulfo, los cuales, según cuenta la tradición, fueron asesinados por unos salteadores.
En la ciudad de Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, san Sisenando, diácono y mártir, decapitado por los sarracenos por su fe en Cristo.
En el monasterio de Frauenwörth, junto al lago Chiemsee, en Baviera, beata Irmengardis, abadesa, que desde su más tierna infancia, despreciando el esplendor de la corte, se entregó al servicio de Dios y consiguió que otras muchas vírgenes siguieran al Cordero.
Pasión del beato Simón da Costa, hermano coadjutor de la Orden de la Compañía de Jesús y el último del coro de mártires de la nave «San Jacobo», que fue exterminado, por quienes odiaban la Iglesia, al día siguiente del martirio de los religiosos con quienes iba.
En el monasterio de la Santa Cruz, en Viana do Castelo, en Portugal, beato Bartolomé de los Mártires Fernandes, obispo de Braga, que, eximio por su integridad de vida, se distinguió por la caridad pastoral en el cuidado de su grey y llenó de sólida doctrina sus numerosos escritos.
En Warwick, en Inglaterra, beatos Juan Sugar, presbítero, y Roberto Grissold, mártires, que, condenados en tiempo del rey Jacobo I, el primero de ellos por haber entrado en Inglaterra siendo sacerdote, y el segundo por haberle prestado ayuda, alcanzaron la palma del martirio tras ser cruelmente atormentados.
En la ciudad de Cunhaú, cerca de Natal, en Brasil, santos Andrés de Soveral, presbítero de la Compañía de Jesús, y Domingo Carvalho, mártires, que, mientras celebraban la Misa, fueron retenidos en la iglesia ante la desesperación de los fieles y atrozmente asesinados por unos soldados.
Frente a Rochefort, en la costa de Francia, beatos Nicolás Savouret, de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, y Claudio Béguignot, cartujo, ambos presbíteros y mártires, que durante la Revolución Francesa fueron encerrados, por quienes odiaban al sacerdocio, en una nave convertida en cárcel, donde enfermaron y murieron.
En Orange, también en Francia, beatas Aimée de Jesús (María Rosa) de Gordon y otras seis religiosas, vírgenes y mártires, que durante la misma revolución fueron condenadas a muerte por haberse negado a renunciar a la vida religiosa y recibieron felizmente la palma del martirio. Sus nombres son: beatas María de Jesús (Margarita Teresa) Charansol, María Ana de San Joaquín Béguin-Royal, María Ana de San Miguel Doux, María Rosa de San Andrés Laye, Dorotea del Corazón de María y Magdalena del Santísimo Sacramento de Justamont.
En el territorio de Saint-Sauveur-le-Vicomte de Normandía, de nuevo en Francia, santa María Magdalena Postel, virgen, la cual, durante la citada revolución, al ser expulsados los sacerdotes, prestó toda clase de servicios a los enfermos y en general a todos los fieles. Vuelta la paz, fundó en la más completa pobreza la Congregación de Hijas de la Misericordia, para la formación cristiana de las jóvenes pobres.
En Lüjiapo, lugar de Qinghe, en la provincia china de Hebei, santos Lang Yangzhi, catecúmena, y su hijo Pablo Lang Fu, mártires, que durante la persecución desencadenada por el movimiento de los Yihetuan, al confesar públicamente ser cristianos, murieron ambos consumidos por el fuego dentro de su propia casa, incendiada por los perseguidores.
En Zhangjiaji, pueblo de Ningjin, también en la provincia china de Hebei, santa Teresa Zhang Hezhi, mártir, que durante la misma persecución, llevada a una pagoda, se negó a adorar a los ídolos del lugar, por lo que ella y sus dos hijos fueron traspasados con lanzas.
En Pamplona, Navarra, España, beata Guadalupe Ortiz de Landázuri, laica perteneciente a la prelatura del Opus Dei.

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