El coronavirus: un ataque de la Tierra
contra nosotros
2020-07-08
Hasta el día de hoy la preocupación sobre la Covid-19
se centra en la medicina, la técnica y todos los insumos que eviten la
contaminación de los trabajadores de la salud. Se busca urgentemente una vacuna
eficaz. En la sociedad, el aislamiento social y evitar la aglomeración de
personas. Todo esto es fundamental. Sin embargo, no podemos considerar el
coronavirus como un dato aislado. Debe ser visto dentro del contexto que
permitió su irrupción.
El
virus vino de la naturaleza. Pues bien, como dice el Papa Francisco en su
encíclica “sobre el cuidado de la Casa Común”: «Nunca hemos maltratado y herido
a nuestra Casa Común tanto como en los dos últimos siglos» (nº 53). Quien la
hirió fue el proceso industrial: el socialismo real (mientras existió), y sobre
todo el sistema capitalista hoy globalizado. Éste es el Satán de la Tierra que
la está devastando y la está llevando a todo tipo de desequilibrios.
Es
el principal (no el único) responsable de las diversas amenazas que se ciernen
sobre el sistema-Vida y el sistema-Tierra: desde el posible holocausto nuclear,
el calentamiento global, la escasez de agua potable hasta la erosión de la
biodiversidad. Me hago eco de las palabras del conocido geógrafo estadounidense
David Harley: «COVID-19 es la venganza de la naturaleza por más de
cuarenta años de maltrato y abuso a manos de un extractivismo neoliberal
violento y no regulado».
Isabelle
Stengers, química y filósofa de la ciencia que ha trabajado mucho en
asociación con el Premio Nobel Ilya Prigogine, sostiene la tesis que yo
también subscribo: «el coronavirus sería una intrusión de la Tierra-Gaia en
nuestras sociedades, una respuesta al antropoceno».
Sabíamos
de otras intrusiones: la peste negra (la peste bubónica) que venida de
Eurasia diezmó a un total estimado en 75-200 millones de personas. En Europa,
entre 1346 y 1353, causó la muerte de gran parte de su población, que pasó de
475 a 350 millones de habitantes. Necesitó 200 años para recuperarse. Fue la
más devastadora que se haya conocido en la historia. También fue notable la
llamada gripe española. Oriunda posiblemente de Estados Unidos, entre 1918-1920
infectó a 500 millones de personas y causó 50 millones de muertes, incluyendo
al presidente brasileño electo Rodrigues Alves, en 1919.
Ahora,
por primera vez, un virus ha atacado a todo el planeta, causando miles de
muertes sin poder detenerlo debido a su rápida propagación, ya que vivimos en
una cultura globalizada con un gran desplazamiento de personas que viajan a
través de todos los continentes y pueden ser portadores de la epidemia.
La
Tierra ya ha perdido su equilibrio y está buscando uno nuevo. Y este nuevo
podría significar la devastación de importantes porciones de la biosfera y de
una parte significativa de la especie humana.
Esto
sucederá, aunque no sabemos ni cuándo ni cómo, dicen biólogos notables. Si
llegase el temido NBO (The Next Big One), el próximo gran virus
devastador, podría, según el investigador de la USP Prof. Eduardo Massad,
llevar a la muerte a alrededor de 2.000 millones de personas, reduciendo la
esperanza de vida general de 72 a 58 años. Otros temen incluso el fin de la
especie humana.
El
hecho es que ya estamos dentro de la sexta extinción en masa. Según algunos
científicos, hemos inaugurado una nueva era geológica, la del antropoceno
y su más dañina expresión, el necroceno. La actividad humana (antropoceno)
es responsable de la producción masiva de muerte (necroceno) de seres
vivos.
Los
diferentes centros científicos que vigilan sistemáticamente el estado de la
Tierra confirman que, año tras año, los principales elementos que perpetúan la
vida (agua, suelos, aire limpio, semillas, fertilidad, climas y otros) se están
deteriorando cada día más. ¿Cuándo vamos a topar con el límite, al que nos
acercamos?
El
día de la Sobrecarga de la Tierra (The Earth Overshoot day)
ocurrió el día 29 de julio de 2019. Esto significa que en esa fecha se habían
consumido todos los recursos naturales disponibles y renovables para ese año.
La Tierra entró en números rojos, tenía un cheque sin fondos.
¿Cómo
detener este agotamiento? Si insistimos en mantener el consumo actual,
especialmente el consumo suntuoso, tenemos que aplicar más violencia contra la
Tierra, obligándola a darnos lo que ya no tiene o ya no puede reemplazar. Su
reacción se expresa por eventos extremos, como el vendaval bomba de Santa
Catarina a fines de junio, o por los ataques de varios tipos de virus
conocidos: zika, chicungunya, ébola, sars, el coronavirus actual y otros. Hay
que incluir el crecimiento de la violencia social, ya que la Tierra y la
Humanidad constituyen una sola entidad relacional.
O cambiamos nuestra relación con la Tierra viva y con la
naturaleza o tendremos que contar con virus nuevos y más potentes que podrían
aniquilar millones de vidas humanas. Nuestro amor a la Vida, la Sabiduría
humana de los pueblos y la necesidad del Cuidado, nunca han sido tan urgentes.
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