lunes, 20 de julio de 2020

Santos del día 20 de julio

Santos del día 20 de julio
Tertiodecimo Kalendas augusti
San Apolinar, obispo, que, al mismo tiempo que propagaba entre los gentiles las insondables riquezas de Cristo, iba delante de sus ovejas como buen pastor, y es tradición que honró con su ilustre martirio a la iglesia de Classe, cerca de Rávena, en la vía Flaminia, donde pasó al banquete eterno el día veintitrés de julio.
Conmemoración de san Elías Tesbita, profeta del Señor en tiempo de Ajab y Ococías, reyes de Israel, que defendió los derechos del único Dios ante el pueblo infiel a su Señor, con tal valor que prefiguró no sólo a Juan Bautista, sino al mismo Cristo. No dejó oráculos escritos, pero se le ha recordado siempre fielmente, sobre todo en el monte Carmelo.
Conmemoración del bienaventurado José, llamado «Bársabas» y por sobrenombre «el Justo», discípulo de Cristo, a quien, junto con san Matías, los seguidores del Señor presentaron a los apóstoles para que uno de ellos desempeñase la misión apostólica en sustitución de Judas. Aunque la elección recayó en Matías, también José sirvió al Señor con su predicación y santidad.
En Antioquía de Pisidia, santa Marina o Margarita, que es tradición que consagró su cuerpo a Cristo en la virginidad y en el martirio.
En Etiopía, san Frumencio, obispo, que, habiendo sido hecho prisionero, vivió primero como esclavo, y después, ordenado obispo por san Atanasio, propagó el Evangelio en esta región.
En Cartago, san Aurelio, obispo, firmísimo pilar de la Iglesia, que protegió a sus fieles para que no se dejasen arrastrar por las costumbres paganas y colocó su sede episcopal en el mismo lugar donde primero se encontraba una estatua de la diosa del cielo.
En la región de Boulogne, en la Galia, san Vulmaro, presbítero, que, siendo humilde pastor, interesado en instruirse adquirió una buena formación y fue ordenado sacerdote, tras lo cual se retiró en un eremo siguiendo las costumbres de los antiguos padres, y finalmente, en Hautmont, en el Hainaut, en los bosques de su patria, fundó dos monasterios, uno de monjes y otro de vírgenes.
En Córdoba, ciudad de la región hispánica de Andalucía, san Pablo, diácono y mártir, que, aleccionado con el ejemplo y la palabra de san Sisenando, no temió reprochar a los príncipes y dignatarios sarracenos la falsedad de su culto, y fue muerto por haber confesando a Cristo como verdadero Dios.
En Hildesheim, ciudad de Sajonia, en Germania, beato Bernardo, obispo, que, pese a ser ciego, rigió en paz su Iglesia durante veintitrés años.
En la ciudad de Seúl, en Corea, santas Magdalena Yi Yong-hui, Teresa Yi Mae-im, Marta Kim Song-im, Lucía Kim, Rosa Kim y Ana Kim Chang-gum, María Won Kwi-im, virgen, y san Juan Bautista Yi Kwangnyol, todos ellos mártires.
En la ciudad de Nam Dinh, en Tonquín, san José María Díaz Sanjurjo, obispo, de la Orden de Predicadores y mártir, que durante la persecución ordenada por el emperador Tu Duc, fue condenado a muerte por quienes odiaban la fe cristiana.
En Zhoujiahe, aldea cercana a la ciudad de Yingxian, en la provincia de Hebei, en China, pasión de los santos León Ignacio Mangin y Pablo Denn, presbíteros de la Orden de la Compañía de Jesús, los cuales, en la persecución desencadenada por los Yihetuan, fueron atravesados con lanzas ante el altar, cuando estaban dando ánimo a los fieles. Con ellos fue asesinada santa María Zhou Wuzhi, que intentaba proteger con su cuerpo al celebrante san León.
En el pueblo de Lujiazhuang, cerca también de Yingxian, en la misma provincia china de Hebei, san Pedro Zhou Rixin, mártir, que en la misma persecución por los Yihetuan, ante el prefecto que le exigía abjurar, afirmó que no podía renegar del Dios Creador del mundo, por lo que fue decapitado.
En el lugar de Daliucun, en Wuyi, de nuevo en la provincia china de Hebei, santa María Fu Guilin, maestra, que, nuevamente en la misma persecución, fue entregada a los enemigos del Evangelio y decapitada mientras invocaba a nuestro Salvador Jesucristo.
En el pueblo de Wuqiao Zhaojia, igualmente en Hebei, conmemoración de santa María Zhao Gouzhi y de sus hijas Rosa Zhao y María Zhao, que en la citada persecución, para no ser violadas se arrojaron a un pozo, pero sacadas de él consumaron el martirio.
En el lugar de Dechao, también en la provincia china de Hebei, conmemoración de san Xi Guizi, mártir, que, cuando aún no era más que catecúmeno, ante una multitud desaforada se confesó cristiano y, herido de muerte, fue bautizado con su propia sangre.
En Madrid, en España, beatas Rita Dolores del Corazón de Jesús Pujalte y Sánchez, y Francisca del Sagrado Corazón de Jesús Aldea Araujo, vírgenes del Instituto de Hermanas de la Caridad del Sagrado Corazón de Jesús y mártires, las cuales, durante la guerra, fueron hechas prisioneras en la capilla del colegio por los enemigos de la Iglesia y fusiladas poco después, cuando las trasladaban a otro lugar.
En Rocca Priora, Roma, beato Luis Novarese, presbítero y fundador de la congregación de los Silenciosos Obreros de la Cruz.

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