Beato Benedicto XI, papa
fecha: 7 de julio
n.: 1240 - †: 1304 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: Clemente XII 24 abr 1736
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
n.: 1240 - †: 1304 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: Clemente XII 24 abr 1736
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En Perugia, de la Umbría, tránsito del papa beato Benedicto XI, de la
Orden de Predicadores, que, benigno y bondadoso, conciliador y amante de la
paz, promovió durante su breve pontificado la concordia en la Iglesia, la
renovación de la disciplina y el enaltecimiento de la devoción religiosa.
refieren a este santo: Beato Jacobo
Benfatti
Nicolás Boccasini nació en Treviso en
1240. Se educó en su ciudad natal y en Bolonia, donde tomó el hábito de Santo
Domingo, a los dieciesiete años. En 1268, fue nombrado profesor y predicador en
Venecia y Bolonia. En el ejercicio de su cargo, comunicó a otros las riquezas
espirituales que había atesorado en el silencio y el retiro, sin dejar por ello
de progresar en la vida interior. El beato compuso un volumen de sermones y
escribió varios comentarios sobre la Sagrada Escritura, que se conservan
todavía. Fue elegido prior provincial de Lombardía y, en 1296, fue nombrado
superior general de la Orden de Predicadores. Dos años más tarde, recibió el
capelo cardenalicio y, poco después, fue hecho obispo de Ostia. El Sumo
Pontífice le envió a Hungría como legado ad latere para arreglar las
diferencias que dividían el país. El cardenal empezaba con éxito su misión,
porque su saber, su prudencia y su desinterés, le ganaban el respeto de todos,
cuando fue súbitamente llamado de nuevo a Roma.
Desde tiempo atrás, la Santa Sede se
hallaba en dificultades con el rey Felipe de Francia, quien había exigido
considerables impuestos al clero para poder llevar adelante la guerra contra
Inglaterra. Los cardenales Colonna se aliaron con el monarca francés contra
Bonifacio VIII. Como el rey de Francia hubiese sustituido por un documento
falso, el documento en el que dicho Pontífice afirmaba las prerrogativas
pontificias, Bonifacio VIII publicó la famosa bula «Unam Sanctam», en la que
determinaba, entre otras cosas, las relaciones entre el poder espiritual y el
poder temporal. Al año siguiente, Felipe convocó a un concilio general para que
juzgara al Papa de los cargos, tan infames como falsos, presentados por el
consejero real, Guillermo de Nogaret, y un caballero, Guillermo du Plessis
(estos personajes, muy duchos en esa clase de hazañas, desempeñaron más tarde
un papel importante en la supresión de los Templarios, a los que se acusaba de
crímenes horribles). Bonifacio tuvo que refugiarse en Agnani, abandonado de
todos, excepto del cardenal obispo de Sabina y del cardenal obispo de Ostia,
Nicolás Boccasini. Aconsejado y apoyado por ellos, Bonifacio procedió
rápidamente y con vigor. Preparó la bula de excomunión contra el rey de
Francia, pero la víspera de su promulgación, Nogaret y Sciarra Colonna, uno de
los jefes del partido gibelino, irrumpieron en la residencia del Pontífice, a
la cabeza de un grupo de esbirros armados y se apoderaron de Bonifacio VIII.
Tres días después, el 11 de septiembre, los habitantes de Agnani pusieron en libertad
al Papa, quien volvió a Roma. donde murió el 11 de octubre.
El cardenal Nicolás Boccasini se hizo
cargo de la difícil situación, pues fue elegido Papa dos semanas después y tomó
el nombre de Benedicto XI. Inmediatamente se consagró a resolver el problema,
con plena confianza en Dios y de acuerdo con su intachable rectitud. Pero en su
breve pontificado apenas tuvo tiempo de dar los primeros pasos para restablecer
la paz. La política del nuevo Pontífice fue de paz, sin comprometer por ello la
actividad de su predecesor. Benedicto favoreció a los frailes mendicantes.
Todos los cardenales nombrados por él eran dominicos; entre ellos se contaba a
los ingleses Guillermo Maklesfield, arzobispo de Canterbury, que murió en
Lovaina, antes de que llegase la noticia de su elevación al cardenalato y
Walter Winterburn, arzobispo de Salisbury. El Papa siguió practicando las
mortificaciones y penitencias de un fraile, así como la humildad y moderación
que siempre le habían caracterizado. En cierta ocasión, su madre vestida en
forma especialmente elegante, fue a visitarle a la corte pontificia pero
Benedicto se negó a recibirla hasta que cambió sus vestidos por el modesto
atuendo ordinario. Benedicto XI sólo reinó ocho meses y algunos días; sin
embargo, en ese breve espacio, como lo dice el Martirologio Romano, «promovió
la concordia en la Iglesia, la renovación de la disciplina y el enaltecimiento
de la devoción religiosa». Murió súbitamente en Perugia, el 7 de julio de 1304.
Su culto fue confirmado en 1736.
En la «Biblioteca Hagiográfica Latina» de
los Bolandistas se mencionan varias breves biografías de Benedicto XI (nn.
1090-1094); entre ellas se cuenta un resumen biográfico, debido a la pluma de
Bernardo Guy, adoptado por el Líber Pontificalis (vol. II, pp. 471-472). Véase
también Mortier, Maitres Généraux O. P., vol. II; H. Finke, Aus den Toden
Bonifaz VIII (1902); las Regesta de Benedicto IX, editadas por C. Grandjean; y
A. Ferrero, B. Benedetto XI (1934).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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