Santos Sinforosa y siete compañeros, mártires
fecha: 18 de julio
†: s. III/ IV - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa
†: s. III/ IV - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa
Elogio: En la vía Tiburtina, a nueve
miliarios de la ciudad de Roma, conmemoración de los santos Sinforosa y sus
siete compañeros: Crescente, Julián, Nemesio, Primitivo, Justino, Estacteo y
Eugenio, todos mártires, que quedaron hermanados en Cristo tras padecer el
sacrificio bajo diversas formas de tortura.
Esta memoria recibía tradicionalmente el
nombre de «Santa Sinforosa y sus siete hijos», basándose en la leyenda que
enseguida comentaremos, y que dio lugar a unas «Actas de martirio» que se
tuvieron por auténticas durante mucho tiempo, y que incluso Ruinart clasificó
dentro de las que él denominaba «Acta sincera». Como en tantas otras ocasiones,
debemos distinguir el nivel de los hechos que con signos fiables de veracidad
han llegado hasta nosotros, de los que la memoria popular transformó en leyenda
y que, por muy pintorescos y tradicionales que puedan ser, no forman parte de
la memoria del santo, es decir, de la obra de santificación de Cristo en él, y
a través de él, en la Iglesia. El entramado legendario es, sin embargo,
importante conocerlo -así sea para descartarlo-, porque de él suele tomar
cuerpo la iconografía y la veneración popular.
La leyenda de Sinforosa ubica los hechos n
la primera mitad del siglo II, en Roma, bajo el emperador Adriano (117-138).
Éste acaba de terminar su palacio en Tibur, pero al invocar a los dioses se le
revela que estos no están demasiado contentos; la causa es, tal como lo dice el
oráculo, una cristiana: «La viuda Sinforosa y sus hijos nos atormentan
diariamente invocando a su Dios. Si ella y sus hijos ofrecen sacrificios,
prometemos darte todo lo que pidas.» Sinforosa era una matrona romana, viuda
del tribuno Getulio, también mártir. A partir de ese momento, el Emperador
intentará por todos los medios hacer que Sinforosa y sus hijos sacrifiquen a
los dioses de Roma. Puesto que no tiene éxito con la madre, la arroja al río
Anio con una pesada piedra al cuello. Con los hijos lo sigue intentando, y
naturalmente que la Passio despliega los detalles de las diferentes torturas
infligidas a cada uno, hasta que acaba con todos. Son enterrados cerca del
noveno miliario camino de Roma en la vía Tiburtina, y con el tiempo una
basílica se construye en ese lugar.
Las tumbas de Sinforosa y otros siete
mártires existen en el noveno miliario de la vía Tiburtina, y hay restos de una
basílica, por lo que puede aceptarse como perfectamente ajustado a los hechos
la base del culto. Sin embargo, no hay la menor evidencia de que formaran parte
de una misma familia, y más bien el cuadro de la madre y siete hermanos hace
pensar en la gesta de la madre macabea y sus siete hijos, sobre cuyo fundamento
se tejieron muchas leyendas de santos, como la de «Los siete hijos
de santa Felicitas». H Delehaye lo sintetiza de esta manera:
«siete santos, cuya única relación consistía probablemente en la proximidad de
sus tumbas o del aniversario de su muerte, se convirtieron en hermanos entre sí
y en hijos de Santa Sinforosa.»
El nuevo Martirologio Romano renuncia,
desde luego, a la leyenda, pero, no sin un punto de ironía, expresará en el
elogio que estos mártires «quedaron hermanados en Cristo tras padecer el
sacrificio bajo diversas formas de tortura».
Artículo basado en el Butler-Guinea de la
fecha (tomo III, pág. 136) y en el de Michael Ott, «St. Symphorosa», en la
Catholic Encyclopedia (1912).
Abel Della Costa
accedida 1778 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente
enlace: https://www.eltestigofiel.org/index.php?idu=sn_2442
No hay comentarios:
Publicar un comentario