Eres ciertamente esencial en el plan de Dios. Sin tu dicha, la Suya no es total. Sin tu sonrisa, el mundo no se puede salvar. Mientras la tristeza sre abata sobre ti,la luz que el Propio Dios designó como el medio para salvar al mundo se atenúa y pierde su fulgor, y nadie ríe porque toda risa no es sino el eco de la tuya.
Eres ciertamente esencial en el plan de Dios. Del mismo modo en que tu luz aumenta el fulgor de todas las luces que brillan en el Cielo, así también tu dicha en la tierra exhorta a todas las mentes a abandonar sus pesares y a ocupar su puesto junto a ti en el plan de Dios. Los mensajeros de Dios rebosan de dicha, y su júbilo sana todo pesar y desesperación. Ellos son la prueba de que lo que la Voluntad de Dios dispone para todos los que aceptan los regalos de su Padrecomo propios es perfecta felicidad.
Hoy no permitiremos que la tristeza se abata sobre nosotros. Pues en tal caso, no estaríamos asumiendo el papel que tan esencial es para el plan de Dios y para nuestra visión. La tristeza es señal de que prefieres desempeñar otro papel en lugar del que Dios te ha encomendado. Y así, no le muestras al mundo cuán grande es la felicidad que Él dispone para ti,y, por consiguiente, no reconoces que ya dispones de ella.
(Curso de Milagros)
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