miércoles, 16 de mayo de 2018

A VECES UN GESTO, SE PUEDE COLAR EN EL COGOLLO DEL ARTE (Anécdota de Unai)


A VECES UN GESTO, SE PUEDE COLAR EN EL COGOLLO DEL ARTE

Yo estudie en Milán, en la Accademia di comunicazione. Mi director, se llamaba Michelangelo Tagliaferri. Un tipo que ni al segundo mes de conocerme, ya se vino a Euskadi, a la boda de mi hermana. Fue

EL MAESTRO QUE SOÑÉ ALGÚN DÍA TENER

Le llevé donde Oteiza para que se conocieran, y ambos quedaron impresionados, yo me fijé más que en lo que decían,

EN COMO SE MIRABAN

Oteiza le regalo una escultura hermosa y el libro, la ley de los cambios, que por cierto, a la mañana siguiente voy al hotel donde se hospedaba a buscarle y tardó en bajar cerca de 2 horas..Resulta que estaba leyendo ensimismado el libro

Hice dirección de arte aplicada a la comunicación social y de producto. Hacíamos proyectos de comunicación, la parte creativa del proyecto, claro, luego en un proyecto del tipo, entran otro tipo de disciplinas diferentes que al final todas se coordinan, y cuando se coordinan y acaban, entonces se compran los medios de comunicación y se convierte a veces en publicidad, a veces en un catálogo o libro, a veces en un stand de feria, a veces en un símbolo logotipo, a veces en una etiqueta de producto...depende del objetivo del informe o breafing que lo preparan los account de las empresas. Hablo de cuando yo me formé, hará ya 25 años, supongo ahora han cambiado las cosas con las nuevas tecnologías pero la esencia creativa será parecida.Yo me encargaba de poner una imagen a aquello que había que contar, es decir, aquél concepto que tenía que representar la imagen.

Nos dividían en grupos de 2. Uno pensaba a través de la imagen y el otro, de la palabra, y así entre los dos, creábamos la comunicación del concepto del brefing o informe 
Uno era el director de arte, el que pensaba a través de imágenes y el otro el copyraiter, el que pensaba a traves de las palabras, la imagen y la palabra siempre se tenían que complementar, de lo contrario , estábamos desperdiciando un lenguaje, o bien la imagen, o bien la palabra, pues es absurdo y un derroche que ambas cuenten lo mismo

El caso es que tenía un profesor, creo me daba semiótica, que trabajaba en el departamento de Umberto Eco. Yo cuando me enteré, y tenía en cuenta la 

ADMIRACIÓN QUE JORGE OTEIZA TENÍA POR UMBERTO ECO,

pues cuando me dieron vacaciones , de semana santa, creo, fui de Jorge y le dije: Jorge! un profesor mío trabaja en el departamento de Umberto Eco. Entonces, Oteiza, rápidamente, coge una escultura y empieza a dedicarla, era un par móvil, una interseccion entre el 

ARTE Y LA INGENIERÍA

me atrevo a decir, el caso es que me lo da, y me dice: Unai! haz llegar, regalalé esto a Umberto Eco.
Yo al llegar a Milán, se lo doy a mi profesor, que no me acuerdo de su nombre, y éste lo coge y se lo lleva. Al cabo de unas semanas, vuelve con la escultura y me dice:

UMBERTO ECO, NO ADMITE REGALOS DE GENTE QUE NO CONOCE

Yo tomé la escultura, y la guardé. Llegué a casa en verano, en vacaciones de verano y SIN PENSARLO, esto es muy importante, SIN PENSARLO, metí la escultura dedicada y rechazada para Umberto Eco, y la guardé en una caja en el trastero donde guardaba mis enseres: libros, pucheros, algún mueble...etc

Con el tiempo se me olvidó que esa escultura estaba en una caja en mi trastero. Pasarían 8 años? 10? no lo sé, lo que sí sé , es que Oteiza 

JAMÁS ME PREGUNTÓ NADA POR ESA ESCULTURA, NADA DE NADA, NI MEDIA MENCIÓN!!

Evidentemente por eso se me olvidó hasta que estaba en mi trastero.El caso es que confiaba terriblemente en mí, mucho, y eso lo digo ahora, después de fallecido me he dado cuenta de lo que nos queríamos y admirábamos. Confiaba mucho en mí

SIN QUE YO TUVIERA NI TENGO AHORA TAMPOCO UN  MÍSERO MÉRITO PARA SEMEJANTE CONFIANZA,
ESTOY LLENO DE DEFECTOS!! 

pero él confiaba en mí.

Yo guardé esa ecultura SIN PENSARLO, ES DECIR, SIN NINGUNA INTENCIÓN, `porque si le cuento a Oteiza que Umberto ha dicho que no acepta regalos d gente que no conoce, a Jorge, le hubiera entrado una cólera que su angina de pecho, no sé si lo hubiera podido aguantar, contar su posible reacción en estos momentos para mí, 
ES TOTALMENTE INEFABLE,

los que le conocían saben perfectamente de lo que hablo.Menos mal que lo hice sin pensar porque si lo pienso, es probable que se lo hubiera contado. 

El caso es que , Oteiza Fallece, y yo en el 2006, compré un apartamento de 40 m2 y entonces empecé a vaciar todo lo que tenía en el trastero. y de pronto, cómo nó!! aparece la escultura dichosa

Cojo la escultura, dedicatoria icluida, y decido llevarla a la Fundación Oteiza, que está en Alzuza, Navarra, cerca de Pamplona, Es una Fundación que pertenece al gobierno de Navarra, pues Oteiza, donó su obra o gran parte de ella al pueblo de Navarra.
Me atiende el director de entonces, Pedro Manterola, hoy ya fallecido, era, perdón, ES, un hombre con un alma de poeta que no le cabe entera dentro de sí.Le cuento la historia y se enamora de ella, y entonces decide crear una semana en la fundación dedicada a Umberto Eco con el motivo de la escultura. Desde la propia Fundación, es decir, Gobierno de Navarra, toman contacto con el departamento de Umberto para informarle que tenía una escultura dedicada a él de Oteiza y que de alguna manera se la querían hacer llegar. El caso es que este hombre, Umberto Eco, vuelve a decir lo mismo: NO ADMITO REGALOS DE PERSONAS QUE NO CONOZCO

Este personaje, no supo diferenciar entre un intercambio cultural y un regalo o por decirlo más corto, atrevido y claro, no supo diferenciar

UN RECONOCIMIENTO DE UN CHANTAJE

Pedro Manterola, el director, me llama y me dice que a ellos les ha dicho lo mismo, y que en estos casos, fallecido el autor y rechazada la obra, la propiedad me correspondía a mí.
He tenido unos años esta pieza en mi casa. la semana pasada vino un amigo a comer y me dijo: oye Unai, esta escultura para ti es un a cosa poco grata, pues te viene de rebote. No me lo dijo exactamente así, pero parecido. Yo siempre había sentido que esa escultura no era mía y este amigo me lo racionalizó.
Al día siguiente de la comida, mando un correo a la fundación para que se queden con la escultura y la historia que lo envuelve. Me dicen que ellos encantados de la donación, que en sí me pertenece porque les consta que he intentado entregarla a su destinatario pero que fue rechazada por lo que la propiedad es mía, me dicen que lo piense y he decidido donarla a la fundación. Ya está embalada y esperando el transporte que se han comprometido a enviar con los documentos para firmar de la donación.

Esta es la historia , pero yo estos días estaba pensando o sintiendo, realmente cuál es la escultura, cual el la expresión del arte...
Quiero decir que, a veces el arte está en sitios completamente insospechados, puede estar en un gesto, fíjate por ejemplo los actores, Malcovich, por citar a uno, puede estar en la panadera de la mañana o el barrendero, puede estar en un banquero también, es más difícil, pero también puede estar, puede estar en

AQUELLO QUE ABRA LA PUERTA AL INFINITO,

Y que es lo que abre la puerta al infinito?

EL AMOR

Mira, sinceramente, creo que mi gesto sin pensar, por eso digo que haberlo hecho sin pensar es muy importante porque deja de tener intención, por tanto es amor, amor y cuidado a una persona que jamás me preguntó por el encargo, que también es amor

por tanto, no sé si la escultura para Umberto Eco  o el haberla metido en una caja durante años, no sé donde está colocado en este caso el 

ARTE

EN OTEIZA, EN SU ESCULTURA O EN MI ESCONDITE, no lo sé cual es la ventana al infinito, a la eternidad, seguro que ya hoy, cualquiera de los tres, Oteiza, Pedro Manterola o Umberto Eco, ya lo saben

DESCANSEN LOS TRES EN PAZ, GOIAN BEGO

No hay comentarios:

Publicar un comentario