Oración de sanación
Señor mío, quiero
encomendarme hoy a tu santísima divinidad para que, con tu presencia amorosa,
toques mi corazón y lo hagas libre de temores, para que todo cuánto haga,
piense y actúe, esté completamente lleno de Ti.
Lo que yo más
quiero, es estar contigo, disfrutar de esa paz que irradias y que envuelve el
alma en una esperanza de una vida mejor. Fuera de Ti: nada, solo abunda el
pecado y la astucia del demonio por hacerme caer. A tu lado, siento la
felicidad cercana a mi corazón
Requiero de tu
ayuda, estoy lleno de dificultades y problemas, tengo muchas debilidades y me
asechan muchas tentaciones. A veces hago el mal que no debo, intentando hacer
el bien que quiero, digo cosas que no están bien y lastimo a los demás.
Dame de tu gracia
para saber discernir lo que más me conviene. Aparta de mí vida todo sentimiento
de miedo. Dame de tu sabiduría para querer siempre perseguir el bien, desechar
toda situación de división y enemistad que el demonio quiera sembrar en mi
familia.
Ayúdame a ser
claro, honesto, sincero, transparente. Conociéndote mejor, me ayudará a evitar
los peligros, las hostilidades de los que buscan hacerme daño y a reconocer las
obras que realiza el maligno a mi alrededor en sus intentos por desviarme de tu
Santo Amor.
No me dejes, Señor
mío, no me dejes nunca caer en la tentación y líbrame de todo mal. Sé que
contigo puedo tener nuevos comienzos cargados de fuerzas, y puedo vivir con la
seguridad de que, a cada problema, encontraré soluciones que me muestren el
camino hacia mi felicidad y la de los de los míos.
Te amo Señor,
confío en que, con la fuerza de tu Espíritu Santo, me impulsas para lograr
todos mis sueños y no quedar abatido en el camino debido a las distintas
oscuridades de este mundo que me acechan y me quieren ver derrotado.
Confío en tu amor y
en tu poder, amado mío. Toca mi alma y acaríciala con tu bondad. Cuídame y
hazme feliz. Dame esos abrazos de ternura que en algunas ocasiones me hacen
falta. Gracias por no dejarme solo y por ayudarme a vencer mis propias
limitaciones.
Eres un Dios de
amor, te reconozco como mi Padre, mi amigo, el dueño de mi vida y de mi
corazón. Te amo Señor.
Amén
Propósito para hoy
Presentarme ante los demás como realmente soy, evitando
cualquier tipo de hipocresía por insignificante que pueda parecer
Frase de reflexión
La vida se vuelve más bella cuando descubrimos que nuestra alma
descansa solamente en Dios. Papa Francisco
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