El Papa Francisco presidió este viernes el Vía Crucis con miles de jóvenes peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Panamá 2019, en el que se reflexionó a lo largo de las catorce estaciones sobre la situación de los migrantes, el mal del aborto, los derechos humanos, entre otros.
El Vía Crucis comenzó a las 5:30 p.m. (hora local) en el Campo Santa María La Antigua en la Cinta Costera, a la cual llegaron los jóvenes de los cinco continentes.
Las reflexiones sobre de las 14 estaciones estuvieron a cargo de peregrinos de Honduras, Cuba, El Salvador, Costa Rica, Colombia, Nicaragua, entre otros países de América.
Así, al final de cada reflexión, los jóvenes recitaban una oración dedicada a la devoción mariana propia de cada país, como la Virgen de la Caridad del Cobre, la Virgen Aparecida, la Virgen de Guadalupe, entre otras.
En ese sentido, en su discurso el Santo Padre invitó a contemplar a María, “mujer fuerte”, de quien se debe “aprender a estar de pie al lado de la cruz. Con su misma decisión y valentía, sin evasiones ni espejismos”.
“Ella supo acompañar el dolor de su Hijo, tu Hijo Padre; sostenerlo en la mirada, cobijarlo con el corazón. Dolor que sufrió, pero no la resignó. Fue la mujer fuerte del ‘sí’, que sostiene y acompaña, cobija y abraza. Ella es la gran custodia de la esperanza”, dijo el Santo Padre.
En su discurso, el Pontífice también reflexionó sobre las tragedias en las que se prolonga el Vía Crucis del Señor, como “el grito sofocado de los niños a quienes se les impide nacer y de tantos otros a los que se les niega el derecho a tener infancia”; en las mujeres maltratadas, en los migrantes, las víctimas del terrorismo, las drogas y la trata de personas, entre otra.
Entre cada una de las estaciones, un grupo de jóvenes llevaban la cruz peregrina de la JMJ, que en los meses pasados recorrió varios países para ir preparando a los peregrinos para este evento internacional.
Las reflexiones de las catorce estaciones culminaron con un llamado a “convencer al mundo de una fe que transforma, de la esperanza que hace surgir la humanidad del dolor del pecado y de la muerte”.
Así como un pedido a Jesús para que haga de todos los jóvenes “misioneros de la verdad, testigos gozosos de tu cruz, de tu camino de vida, de tu palabra de Consuelo, de alegría, de esperanza”.
Con esta actividad culminó el cuarto día de la JMJ Panamá 2019. Para mañana está programada la Misa con la dedicación del altar de la Catedral Basílica de Santa María la Antigua y la vigilia con los jóvenes.
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