Diálogo con Jesús
Amado Padre, necesito
de tu presencia viva en mis cotidianidades y que intervengas en todos los
asuntos en los que estoy involucrado. Necesito de tu sanación y de tu perdón.
Sé que no me abandonas, aunque vuelva a cometer los errores una y otra vez,
sabes que no es mi intención hacerlo ni es mi deseo. Ven y abre caminos de
esperanza para mí. Bendice a cada uno de los que amo y que me ven como su
apoyo, no quiero fallarles, por eso te pido que infundas fortaleza en este
humilde siervo para ser luz para todos ellos. Hazles sentir, a través de mí,
todo el poder sanador de tu perdón y de tu amor. Te amo mi Dios, confío en que
en este momento estás derramando bendiciones sobre mí, sobre ellos, y todos los
que de alguna manera se encuentran involucrados en mi vida. Amén.
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