En la ciudad de Toledo, en la Hispania Tarraconense, san Ildefonso, que fue monje y rector de su cenobio, y después elegido obispo. Autor fecundo de libros y de textos litúrgicos, se distinguió por su gran devoción hacia la santísima Virgen María, Madre de Dios.
En Cesarea de Mauritania, santos mártires Severiano y Aquila, esposos, que fueron quemados vivos.
En Roma, en el cementerio Mayor de la vía Nomentana, santa Emerenciana, mártir.
En Ancira, ciudad de Galacia, santos Clemente, obispo, y Agatángelo, mártires.
En Teano, ciudad de la Campania, conmemoración de san Amasio, obispo.
En Dampierre, cerca de Besançon, en Borgoña, san Mainbodo, oriundo de Irlanda, el cual, peregrino y eremita, fue asesinado por unos ladrones.
En la ciudad de Seúl, en Corea, san Andrés Chong (Tyong) Hwagyong, catequista y mártir, que colaboró con el santo obispo Lorenzo Imbert haciendo de su casa un refugio para los cristianos y, por esta razón, fue herido cruelmente y estrangulado en la cárcel.
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