Evangelio del día: En las pruebas, la violencia es derrotada por
el amor
Evangelio del día. AUDIO. Mateo 10,16-23 - XIV Tiempo ordinario:
No serán ustedes los que hablen, el Espíritu hablará por ustedes
Evangelio del día: Mateo 10,16-23
Evangelio del día (La
persecución de los Apóstoles): "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos
como serpientes y sencillos como palomas. Cuídense de los hombres, porque los
entregarán a los tribunales y los azotarán en sus sinagogas. A causa de mí,
serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos
y de los paganos. Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o
qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento,
porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre
hablará en ustedes. El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a
muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los
harán morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel
que persevere hasta el fin se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan
a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no
acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del
hombre.". Palabra
del Señor
Reflexión del Papa Francisco
Serán odiados: Jesús
dice, entre otras cosas:
"Ustedes serán
odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin
se salvará" (Mt 10,22).
Estas palabras del Señor... nos hacen comprender que en las
pruebas aceptadas a causa de la fe, la
violencia es derrotada por el amor, la muerte por la vida.
Testimoniar a Jesús
en la humildad, en el servicio silencioso, sin miedo a ir
contracorriente y pagar en persona. Y, si no todos están llamados, como san
Esteban, a derramar su propia sangre, a todo cristiano se le pide sin embargo
que sea coherente, en cada circunstancia, con la fe que profesa.
Coherencia: Es la
coherencia cristiana, es una gracia que debemos pedir al Señor: ser coherentes,
vivir como cristianos. Y no decir soy cristiano y vivir como pagano. La
coherencia es una gracia que hay que pedir hoy.
Seguir el Evangelio es ciertamente un camino exigente – pero
¡bello, bellísimo! - el que lo recorre con fidelidad y valentía recibe el don
prometido por el Señor a los hombres y a las mujeres de buena voluntad...
Paz: Esta paz donada por
Dios es capaz de apaciguar la conciencia de todos los que, a través de las
pruebas de la vida, saben acoger la Palabra de Dios y se comprometen en
observarla con perseverancia hasta el final.
Hoy, hermanos y hermanas, oremos, en particular, por cuantos son
discriminados, perseguidos y asesinados por su testimonio de Cristo.
Recemos también para que, gracias al sacrificio de estos
mártires de hoy – son tantos, tantísimos - se fortalezca en todo el mundo el
compromiso para reconocer y asegurar concretamente la libertad religiosa, que
es un derecho inalienable de toda persona humana. (Reflexión antes del rezo del
Ángelus, 26 de diciembre de 2014)
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