Evangelio del día: Dios siente compasión por los excluidos,
pecadores y enfermos
Evangelio del día. AUDIO. Mateo 9,32-38 - XIV Tiempo ordinario:
La Iglesia es un hospital de campaña, que debe curar las heridas. sanarlas
Evangelio del día: Mateo 9,32-38
Evangelio del día (La
curación de un mudo y la compasión de Jesús): "En aquel tiempo, en cuanto
se fueron los ciegos, le presentaron a Jesús a un mudo que estaba endemoniado.
El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada,
comentaba: "Jamás se vio nada igual en Israel". Pero los fariseos
decían: "Él expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios".
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en sus sinagogas,
proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y
dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y
abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos:
"La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al
dueño de los sembrados que envíe trabajadores para su cosecha" Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco
En toda la Iglesia es el tiempo de la misericordia. ¿Qué
significa misericordia para los curas? Misericordia: ni manga larga ni rigidez.
El tiempo de
la misericordia fue una intuición de San Juan Pablo II, que
beatificó y canonizó a Sor Faustina Kowalska e introdujo la fiesta de la Divina
Misericordia.
Ante las experiencia dolorosas que no faltarán, aun al lado de
nuevos progresos, "la luz de la Divina Misericordia, que el Señor ha
querido casi volver a entregar al mundo a través del carisma de Sor Faustina,
iluminará el camino de los hombres del tercer milenio", no lo olvidemos.
Hoy olvidamos todo con demasiada prisa, incluso el Magisterio de
la Iglesia! En parte es inevitable, pero no podemos olvidar los grandes
contenidos, intuiciones y consignas dejadas al Pueblo de Dios. Y la de la Divina Misericordia es una de
ellas.
Nos corresponde a nosotros, como ministros de la Iglesia,
mantener vivo este mensaje, sobre todo en la predicación y en los gestos, en
los signos, en las opciones pastorales.
Por ejemplo, la opción de volver a dar prioridad al Sacramento
de la Reconciliación, y al mismo tiempo, a las obras de misericordia.
Jesús tiene las entrañas de Dios. Está lleno de ternura hacia la
gente, en especial hacia los excluidos, los pecadores, los enfermos de los que
nadie cuida.
Los curas asépticos y de laboratorio no ayudan a la Iglesia. Iglesia, que es como un hospital de
campaña, que debe curar las heridas.
Hay tanta gente herida, por problemas materiales, por
escándalos, también en la Iglesia... Gente herida por ilusiones del mundo.
Ni el laxismo ni el rigorismo hacen crecer la santidad. Mientras
que la misericordia acompaña el camino de la santidad y lo hace a través del
sufrimiento pastoral, que es una forma de misericordia. Quiere decir, sufrir
por y con las personas, como un padre y una madre sufren por sus hijos.
(Mensaje en el encuentro de cuaresma con los párrocos, 06 de marzo de 2014)
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