La religión de la felicidad
Tengo que presentar las
famosas 'bienaventuranzas' evangélicas. ¿Qué no se habrá dicho ya de ellas?
Tampoco persigo ahora ser original y sorprenderte con estas palabras iniciales
a ti, que sé que tú, Leyente permanente, esperas como una buena noticia. Creo
que lo primero honrado que puedo decirte ahora es que cada día dudo más de que
estas bienaventuranzas fueran palabras que salieron tal cual de la boca de
Jesús de Nazaret. Esta duda sé que no es mala. Esta duda mía no pretende
rebajar la importancia de esta persona. Lo único que siempre me llama la atención
es que sólo dos Evangelistas nos comentan que Jesús pronunció una serie de
expresiones muy típicas del lenguaje religioso y de la llamada literatura de
los sabios.
¿Por qué los otros dos
Evangelios nada nos dicen de ese tal discurso de Jesús sobre el asunto de 'las
bienaventuranzas'? Cuando alguien no habla de una cosa, creo con sencillez, es
porque esa cosa no es importante o porque se ignora que esa tal cosa
existiera. Para los autores de los Evangelios de Marcos y de Juan este dato de
un discurso de Jesús sobre las bienaventuranzas seguramente no tuvo importancia
alguna significativa. En cambio, los autores de los Evangelios de Mateo y de
Lucas pretenden comunicarnos que la autoridad de la enseñanza de Jesús está a
la altura de la enseñanza de Moisés y de su proyecto legal y religioso. Y no
sólo a la altura, sino tal vez un peldaño más arriba.
Ahora que llego a esta parte
de la presentación tengo la impresión de que no era esto precisamente lo que
deseaba escribir y contar sobre las bienaventuranzas. Mis pretensiones
iniciales con este texto breve eran otras y mucho más elementales. Posiblemente
deseaba sólo hablar de la felicidad. ¿Existe otra realidad superior, ya sea
humana ya sea divina, a esta experiencia de sentirse y ser feliz? De esto
deseaba reflexionar contigo. Y en ello estaba cuando me llegaron un par de
citas de la ilustre sabiduría de Carla Buendía Hervás. Con ellas me quedo ahora
y te las comparto, mi Leyente. Ellas expresan con precisión el mensaje de la
llamada religión de la felicidad. Esto de entrada: "Buscar la serenidad es
preferible a buscar la felicidad". Y para terminar los surcos de este
tejido humano me digo y te escribo esto otro: "La felicidad es tener buena
salud, dormir sin miedo, despertar sin angustia y tener serenidad para actuar".
Que sea así, si así te parece, me parece y nos parece. Feliz día a día y
durante siete jornadas.
A continuación se encuentran
los comentarios de los dos libros de la única Biblioteca de la Biblia.
Domingo
6º del Tiempo Ordinario C (13.02.2022): Lucas 6,17. 20-26.
Así
lo comento y comparto CONTIGO: ¿Diez Mandamientos? No. Sólo
bienaventuranzas.
Domingo
tras domingo y a lo largo de este nuevo año del Ciclo C nunca se nos leerá al
pueblo el texto del Evangelista Lucas donde se nos dice el nombre de los DOCE
seguidores de Jesús ni cuándo sucedió este acontecimiento. Nunca se nos va a
leer el texto de Lc 6,1-16: “Sucedió que Jesús cruzaba en sábado...” (6,1-5);
“Sucedió que Jesús entró otro sábado...” (6,6-11); “Sucedió que por
aquellos días se fue Jesús al monte a orar...” (6,12-16).
Es
posible que no se me crea lo que acabo de escribir en el párrafo anterior. No
me importa que se me crea o no. Lo que estoy proponiendo es que se lea en su
propia biblia aquello que, conscientemente o no, se nos silencia en la liturgia
sobre el relato del Evangelio. Por esto vuelvo a afirmar que a la iglesia no le
importa el Evangelio, sino sólo su catecismo y su liturgia.
Así
comenzará la lectura ‘oficial y vaticana’ del Evangelio del día 13 de febrero: “En
aquel tiempo, bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano, con un
grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén
y de la costa de Tiro y de Sidón” (Lucas 6,17).
La
continuación del relato (Lc 6,20-26) nos transmite el mensaje de las
‘Bienaventuranzas’ según el Evangelista Lucas que, curiosamente, ni son doce,
ni diez, ni nueve, ni ocho, ni siete, sino cuatro. Bienaventurados los pobres,
los que tienen hambre, los que lloran y los perseguidos. Y a estas cuatro añade
este narrador otras cuatro ‘Malaventuranzas’: Ay de vosotros los ricos, los
satisfechos, los alegrados y los adulados”.
Y
parece ser, por el texto, que estas ‘Bien y Mal-aventuranzas’ se las dedica
aquel Jesús de Nazaret sólo al gran grupo de los discípulos. A todos estos
discípulos y a la gran muchedumbre de todos los que le escuchaban les dedicará
otras palabras como se nos dirá el próximo domingo en la lectura del Evangelio.
Entonces, ¿hay que interpretar que estas ‘Bien y Mal-aventuranzas’ deben
tenerse en cuenta sólo entre algunos seguidores de Jesús muy especiales? ¿Los
escogidos? ¿Los llamados consagrados? ¿Los perfectos o de primera?
Quiero
señalar que las interpretaciones son libres. ¿Quién puede atreverse a afirmar
que tal o cual interpretación era la que tenía en su cabeza el propio
Evangelista Lucas? Lo que no ofrece duda alguna es que el Evangelista Mateo, el
otro narrador de este hecho de las Bienaventuranzas de Jesús, no plantea en
ningún momento esta categorización jerarquizada de los seguidores de Jesús en
gentes de primera importancia o de segunda. A todo lector contemplativo de la
palabra le debe ocupar la lectura de este mensaje en los dos únicos narradores,
Lucas y Mateo.
Constatar
las semejanzas y las diferencias de estos dos discursos de Jesús de Nazaret
ayudará a precisar cualquier opinión y, sobre todo, cualquier decisión de vida
que un creyente en Jesús asuma como propia orientación para sus pasos. Y, a
modo de sugerencia personal, me arriesgo a compartir que este camino de las
Bienaventuranzas de Jesús es tan distinto como distante de los llamados ‘Diez
Mandamientos’ de la vieja Ley del dios de Moisés. Carmelo Bueno Heras.
CINCO MINUTOS con la otra Biblioteca de la BIBLIA
entre las manos
Tú y yo, entre
otras muchas actividades, solemos también leer. En ocasiones, quedamos
sorprendidos por lo que leemos. Es más, y nos ocurre a veces, llegamos a pensar
que lo que leemos nos hubiera gustado haberlo escrito nosotros mismos. Por esta
sola razón, me he decidido a compartir CONTIGO, semana a semana, durante este
año eclesiástico, 52 libros. Creo que en la inmensa BIBLIA de todos los textos,
como en el cuerpo de toda persona, ¡todo está relacionado!
Ahora, Semana 12ª: 13.02.2022: Cita de: Pedro
Baños, El dominio mental. La geopolítica de la mente, Ariel, Barcelona, 2020,
542 páginas.
“Si te preocupa que manipulen tu mente con
procedimientos cada vez más sofisticados, que invadan tu cerebro para supervisar
y condicionar tus pensamientos, y que se haya instaurado una creciente
hipervigilancia y un maxicontrol social, este libro ha sido escrito para ti.
Índice. Nota del autor. Principales acrónimos.
INTRODUCCIÓN: Manipular, un instinto básico...
Vigilancia, el complemento necesario... Siguiente paso: manejar el cerebro...
El potencial dominador de la neurotecnología... ¡Abre los ojos!...
1. LA MENTE SOCIAL: Existes, te entretienen...
Sientes, te condicionan... Piensas, te manipulan... Te rebelas, te someten...
2. LA VIGILANCIA MENTAL: V de vigilancia: conocer
para manipular... Por el dato los conoceréis... Vigilancia física...
Cibervigilancia... Vigilancia social... No hagas el avestruz digital...
3. LA POLÍTICA MENTAL: Tecnopopulismo
posideológico... Totalitarismo democrático... Poca ilusión, mucho
ilusionismo... Psicogobierno... En conclusión: renovarse o morir...
4. A LA CAZA DEL CEREBRO: Hoy: un cerebro menos
nuestro... Mañana: adiós, cerebro, adiós... ¡Peligro, no manipular!...
5. LA GUERRA MENTAL: El nuevo campo de batalla
mental... Por la (superioridad) de la mente... Contra la mente... Con la
mente...
6. LAS LECCIONES DE LA COVID-19: El control
social... El efecto nocebo...
7. LA NUEVA SOCIEDAD MENTAL: ¿Hacia dónde
vamos?... ¿Queda mucho para el mundo feliz?...
Epílogo... Apéndice A: Técnicas de control de
pensamiento... Apéndice B: Meterse en cerebro ajeno... Apéndice C:
Neurotecnología, control mental y derechos humanos... Apéndice D: Control
mental...
La geopolítica actual va mucho más allá de
límites geográficos concretos... para convertirse en el ejercicio de un
geopoder con ambiciones universales. Se materializa en la permanente rivalidad
por el control de toda la humanidad. Y la forma... más completa de lograr dicho
control total es actuar sobre las mentes de las personas, lo que hoy es más
sencillo que nunca gracias a las nuevas tecnologías... El geopoder definitivo
se alcanza cuando las mentes quedan subyugadas, a merced de los grandes
hacedores... Lo creamos o no, existe todo un mundo de tácticas y estrategias...
perfectamente planificados, diseñados e implementados, para conseguir el poder
definitivo: el dominio mental... Antiguamente, se conquistaban territorios en
busca de recursos y mano de obra... En la actualidad, la conquista... se
realiza directamente sobre la mente de las personas, con las mismas finalidades
de dominio... Basta con actuar en las mentes de los ciudadanos... ¿No ha sido
siempre el sueño de cualquier líder o grupo de poder?”
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