PREDICAR EL EVANGELIO
Acabo de escribir el título
de esta presentación de los comentarios del domingo día 10 de abril. No suelo
encontrar un título antes de haberme puesto manos a la obra en esta tarea. Me
suele suceder al revés. Una vez escrita la presentación el título casi se
despierta solito.
Pero en esta ocasión, lo
primero que surgió fue este 'predicar el evangelio', porque me he dicho que
debo de decir algo sobre el último documento de Francisco papa que parece que
debió de ser el primero (o de los primeros y más importantes) de su andadura en
esto del papado allá por el año 2013 o poco después. El asunto de este
documento es la Curia vaticana. ¿Qué nos parece a ti y a mí si hacemos el
ejercicio de colocar en paralelo ambas expresiones?:
La Curia
Romana-Predicar(d) el Evangelio.
Confieso que en cuanto he
escrito este paralelo se me ha iluminado, no sé si en la pantalla del ordenador
o en la tridimensionalidad de mis neuronas, el relato que se nos propuso leer
el pasado día 20 de marzo, Lucas 13,1-9. Como si se tratara de un mantra se me
acerca y me acaricia aquel ¡Córtala! que el Evangelista coloca en boca
de aquel propietario de la viña mientras habla con su viñador refiriéndose a la
higuera que año tras año se la contempla frondosa, pero sin fruto alguno tanto
de brevas como de higos.
Si aquel viñador hubiera
hecho caso a su propietario seguramente que higuera hubiera acabado
convirtiéndose, por la fuga de una de sus vocales (en español) en una hoguera.
Esta higuera-hoguera de
la parábola de Lucas está meridianamente nítido que es el Templo de Jerusalén,
el único templo del pueblo y de la religión de Israel. La interpretación no es
mía, es la interpretación directa y explícita del propio narrador. Aquel
propietario del Templo le dice a su sumo sacerdote de turno en su Templo que
acabe con él. Cortar la higuera es acabar, de la manera más ecológica o
eutanásica posible, al menos con el único templo. Y tal vez habría que hacer
otro tanto con las numerosas Sinagogas de aquel pueblo y de aquella religión.
'Predicar el Evangelio',
entonces, ¿supone, de entrada, acabar con la institución concebida, diseñada y
puesta en pie como servidora del Evangelio que ha llegado a ser frondosa, pero
sin frutos como la higuera?
Nada nos cuenta aquel Lucas
del Evangelio sobre aquella propuesta de talar o de esperar. Nunca supimos el
desenlace, pero la historia nos recuerda que el imperio de la poderosa Roma
acabó con el poderoso Templo y con toda pomposa higuera. Fue entonces,
alrededor del año 70 de nuestra historia. Tito, el romano, sabe bien cómo acabó
con aquel Templo y eso que seguramente nunca le oyó a Jesús de Nazaret contar
tal parábola.
En este domingo, sin embargo,
se nos lee la pasión y muerte de Jesús, el hombre cortado para que no siguiera
ni andando ni hablando ni enredando en las cosas del comer o del creer. Él fue
el cortado. Cosas de la realidad de la vida que debieran evangelizarnos un
poquito más de lo que realmente nos hacen.
El asunto este de la
REconstitución de la Curia vaticana nos dará aún mucho de qué hablar. Nos
dejamos tiempo para empaparnos, por si nos ocupa y preocupa. Yo seguiré
haciendo mis catas contemplativas.
Nada más ahora. Hay mensaje
más que sobrado para esta nueva semana del 4 al 10 de abril.
A continuación se
encuentran los comentarios evangélicos y otras sugerencias.
Carmelo Bueno Heras.
Domingo de
Ramos C (10.04.2022): Lucas 22,14 hasta 23,56.
Así lo comparto CONTIGO: "Con Jesús: como aquellos
Sacerdotes y Maestros, o como las Mujeres Anónimas"
El Evangelio seleccionado para la liturgia de este domingo es
la narración de la Pasión y Muerte de Jesús de Nazaret según se nos ha contado
por el Evangelista Lucas. ¿Quién nos dirá a las gentes del pueblo que se nos
debe leer también el texto de Lucas 22,1-13? Sugiero que esta lectura pública
comience como deseó Lucas que se comenzara:
“Se acercaba la fiesta de los panes sin levadura llamada
‘Pascua’. Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley buscaban el modo
de eliminar a Jesús, pero temían al pueblo” (22,1-2).
Y después de haber constatado que este texto no se nos leerá
nunca en la liturgia, los lectores contemplativos debemos también caer en la
cuenta que Lucas no nos cuenta aquí lo que ya el primer o la primera
Evangelista nos dejó escrito en Marcos 14,3-9. Este mismo hecho, el Evangelista
Lucas se atrevió a escribírnoslo a su manera en 7,36-50 de su propio Evangelio.
Según Marcos 14 se trata de una mujer sin nombre que se
atreve a proclamar que el judío y laico galileo Jesús es la buena noticia que
todo ser humano espera ver encarnada en su propia vida vivida en la realidad de
la ciudad de Jerusalén. En Lucas 7 se trata de una mujer anónima, pecadora
pública, que se atreve a reconocer ante los creyentes fariseos que el judío y
laico galileo Jesús es la buena noticia que todo ser humano espera ver
encarnada en la realidad de su tierra de Galilea. Esta anónima mujer no debería
de identificarse nunca con María Magdalena.
El gesto confiado y cargado de esperanza de estas dos mujeres
que se acercan a Jesús por reconocerlo tan entrañablemente humano contrasta
escandalosamente con la determinación de la autoridad de la Religión judía que
ya decidió callar la palabra y acabar con la vida de aquel Jesús de Nazaret
empeñado en hacer el bien a todo ser que respira.
En estos dos relatos primeros de la Pasión y Muerte del
galileo de Nazaret está contada en síntesis toda la experiencia de este hombre
y toda la experiencia de cualquiera de las personas que le conocieron entonces,
le conocen ahora y le seguirán conociendo después, siempre. Ante el Evangelio
vivo que es Jesús se acaba siendo como los sacerdotes y maestros de la Ley y
del Templo o como aquellas mujeres del perfume que lo arriesgaron todo por
escoger ser persona.
Espero que en algún año y en esta celebración del domingo de
Ramos se nos proclame abiertamente al pueblo de los seguidores de Jesús las
actitudes de estas gentes del Israel del siglo primero que se creyeron, unos,
en posesión de la verdad y decidieron ejercer la violencia contra un ser humano
que les resultaba molesto. O en cambio, otras, mujeres de entonces, de dudosa
dignidad y credibilidad que decidieron ponerse de parte del injustamente
apresado, juzgado, condenado y ejecutado. Ante aquel viviente Jesús de
Nazaret se puede seguir siendo persona como los Sacerdotes de un Templo y los
Maestros de una Ley o como las Anónimas Mujeres entrañablemente humanas. Carmelo
Bueno Heras
Domingo de Ramos C (10.04.2022): Lucas 22,14 hasta 23,56.
Así lo comparto CONTIGO: "Con Jesús: como aquellos Sacerdotes y Maestros, o como las Mujeres Anónimas"
Tú y yo,
entre otras muchas actividades, solemos también leer. En ocasiones, quedamos
sorprendidos por lo que leemos. Es más, y nos ocurre a veces, llegamos a pensar
que lo que leemos nos hubiera gustado haberlo escrito nosotros mismos. Por esta
sola razón, me he decidido a compartir CONTIGO, semana a semana, durante este
año eclesiástico, 52 libros. Creo que, en la inmensa BIBLIA de todos los
textos, como en el cuerpo de toda persona, ¡todo está relacionado!
Ahora, Semana 20ª: 10.04.2022. Cita de: Andrés
Oppenheimer, ¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la
automatización, Debate, Barcelona, 2019, 359 páginas.
ÍNDICE
Prólogo. 1. ¿Un mundo de desempleados? 2. ¡Infórmese quien
pueda! El futuro de los periodistas. 3. ¡Sírvase quien pueda! El futuro de los
restaurantes, los supermercados y las tiendas. 4. ¡Cóbrese quien pueda! El
futuro de los banqueros. 5. ¡Defiéndase quien pueda! El futuro de los abogados,
contadores y aseguradores. 6. ¡Cúrese quien pueda! El futuro de los médicos. 7.
¡Edúquese quien pueda! El futuro de los docentes. 8. ¡Fabrique quien pueda! El
futuro de los trabajadores manufactureros y los transportistas. 9. ¡Diviértase
quien pueda! El futuro de los actores, músicos y deportistas. 10. Los trabajos
del futuro. Epílogo. Las 10 áreas de los trabajos del futuro [...]
PRÓLOGO. Desde que un estudio de la Universidad de Oxford
pronosticó que el 47% de los empleos corren el riesgo de ser reemplazados por
robots y computadoras con inteligencia artificial en Estados Unidos durante los
próximos 15 o 20 años, no he podido dejar de pensar en el futuro de los
trabajos [...] Kodak, un icono de la industria fotográfica que tenía 140.000
empleados, fue empujada a la bancarrota en 2012 por Instagram, una empresita de
apenas 13 empleados que supo anticiparse a Kodak en la fotografía digital [...]
EPÍLOGO. LAS 10 ÁREAS DE LOS TRABAJOS DEL FUTURO. Cuando los
jóvenes me piden consejos sobre qué estudiar y les digo que sigan la carrera
que más les guste, se los digo por experiencia propia. Cuando yo era un
adolescente y buscaba un lugar en la vida, sabía que quería ser periodista, que
no era una profesión bien remunerada, ni lo es actualmente. Pero era mi pasión
desde los 13 años [...]
¿Qué pasa con quienes no tienen una pasión claramente
identificada o tienen más de una? En ese caso, les recomiendo darle una mirada
a la siguiente lista de ocupaciones del futuro [...] La mayor parte de los
trabajos se darán en 10 áreas genéricas que ya se están viendo despuntar. Se
trata de las siguientes:
1. Los asistentes de salud: el aumento de la expectativa de
vida y el envejecimiento de la población [...] 2. Los analistas de datos,
ingenieros de datos, y programadores [...] 3. Los policías digitales [...] 4.
Los asesores de ventas [...] 5. Los cuidadores y programadores de robots [...]
6. Los profesores y maestros [...] para educar a la gente a manejar los robots
[...] 7. Los especialistas en energías alternativas [...] 8. Los artistas,
deportistas y creadores de entretenimiento [...] 9. Los creadores y diseñadores
de contenidos comerciales [...] 10. Los consejeros espirituales: los
sacerdotes, imanes y rabinos tendrán su trabajo asegurado durante mucho tiempo,
así como todos los demás guías espirituales [...] Y será muy difícil que los
robots o los algoritmos puedan reemplazar el toque personal y la calidez de un
guía espiritual [...] Texto completo, en las páginas 9-11 y 335-347.
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