lunes, 4 de noviembre de 2024

Santos del día 5 de noviembre

 

Santos del día 5 de noviembre
Nonis novembris
En Cesarea de Palestina, santo Domnino, mártir, joven médico, que al comienzo de la persecución bajo el emperador Diocleciano fue condenado a las minas de Fanensia, donde, tras padecer crueles vejaciones, por orden del prefecto Urbano le entregaron al fuego, en el año quinto de la persecución, al haberse mantenido firme en la confesión de la fe. († 307)
En la misma ciudad, memoria de los santos Teótimo, Filoteo y Timoteo, mártires, que, siendo aún jóvenes, fueron destinados a los juegos del circo para diversión de la plebe y se les entregó a las bestias lo mismo que a san Ausencio, que era ya anciano. († 307)
En Apulia, san Marcos, obispo de Ecano, hoy Troia. († s. V)
En Tréveris, en la Renania, de Austrasia, san Fibicio, obispo. († 500)
En la Bretaña Menor, san Guetnocio, venerado como hermano de los santos Winwaleo y Jacuto. († s. VI)
En el cenobio de Chelles, junto a Meaux, en la Galia Lugdunense, santa Bertila, primera abadesa de este monasterio. († c. 705)
En Beziers, de la Galia Narbonense, san Geraldo, obispo, varón de admirable honradez y sencillez, al que, siendo canónigo regular, se le obligó a aceptar el episcopado, en cuya dignidad fue aún más humilde. († 1123)
En Constantinopla, beato Gómidas Keumurgian, presbítero y mártir, que, siendo padre de familia, nacido y ordenado en la Iglesia de Armenia, por mantener firmemente y propagar la fe católica profesada en el Concilio de Calcedonia, padeció enormemente y finalmente murió degollado mientras recitaba el símbolo niceno. († 1707)
Cerca del río Hung Yen, en Tonquín, santo Domingo Mâu, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que, en la persecución bajo el emperador Tu Duc, por exhortar a los cristianos a la profesión de la fe al llevar el rosario, mostrando su fidelidad a Cristo fue conducido al patíbulo para ser decapitado, con las manos juntas, como para subir al altar. († 1858)
En Parma, ciudad de Italia, san Guido María Conforti, obispo y buen pastor, siempre en vela por la defensa de la Iglesia y de la fe de su pueblo; movido por el anhelo de la evangelización de los pueblos, fundó los Misioneras Javerianos. († 1931)
En Madrid, capital de España, beato Juan Antonio Burró Más, religioso de la Orden de San Juan de Dios, mártir por su profesión evangélica durante la persecución contra la Iglesia. († 1936)
En El Saler, cerca de Valencia, también en España, beata María del Carmen Viel Ferrando, virgen y mártir, que en la misma persecución llevó a cabo una lucha gloriosa. († 1936)
En la aldea de Hof, en Alemania, beato Bernardo Lichtenberg, presbítero y mártir, que, al ver pisoteada la dignidad de Dios y de los hombres, no cesaba de orar en público por los judíos inhumanamente torturados y detenidos, y por eso fue también apresado y enviado al campo de concentración de Dachau, donde destrozado por los malos tratos, pero impávido, dio su vida por Cristo. († 1943)
En el campo de concentración de la ciudad de Abez, en la Siberia rusa, beato Gregorio Lakota, obispo de Przemysl y mártir, que al ver despreciada la fe de su patria por los perseguidores, superó los tormentos corporales muriendo intrépidamente por Cristo. († 1950)
En Shkodrë, Albania, beato Jul Bonati, presbítero de la arquidiócesis de Tiranë-Durrës y mártir. († 1951)

05 de noviembre: Nuestra Señora de Damietta

 

05 de noviembre: Nuestra Señora de Damietta

El santuario de Nuestra Señora de Damietta está en Egipto, el cual fue construido en honor a la Santísima Virgen, en el año 1220 por Pelagio para contrarrestar la falta de fe en ella y para expiar algunas blasfemias lanzadas contra ella. La imagen es milagrosa .

La ciudad de Damietta, situada en la desembocadura de uno de los brazos del Nilo, fue tomada por los musulmanes a través de la traición en el siglo VIII. De ahí en más, se defendió con éxito la ciudad fortificada contra los griegos que intentaron varias veces para recuperarla. También sobrevivieron los ataques del rey Amaury I de Jerusalén .

Damietta finalmente fue tomada por el caballero Jean de Brienne en el año 1219, después de un sitio difícil que duró más de un año. La mezquita fue convertida en una iglesia en honor de la Santísima Virgen por el rey de Jerusalén y el legado. Fue aquí donde San Francisco de Asís se detuvo antes de ir a hablar con el sultán en un esfuerzo por convertirlo. Por desgracia, los cristianos no pudieron permanecer por mucho tiempo en Damietta, ya que en el año 1221 los cruzados fueron derrotados y obligados a renunciar a sus posesiones en esa ciudad.

En el año 1249 el rey San Luis IX de Francia continuó la cruzada a Tierra Santa , decididos a tomar Damietta y lo guardase. Los cruzados en ese momento creía que Egipto era la clave para mantener el control de la región, pero una tormenta se levantó antes de que pudieran hacer que la tierra. Cuando el rey finalmente llegó a la costa cerca de Damietta, que tenía sólo un tercio de sus compañeros con él, para el resto de los barcos se habían dispersado en todas direcciones.

El ejército del sultán estaba esperando en la playa, el oro en sus armaduras brillando en la luz de la mañana . Su número era tan grande, y su afán de disputar el aterrizaje tan evidente , que algunos de los caballeros franceses se preguntaron si era prudente continuar.

Luis ordenó a sus fuerzas para ir al ataque valientemente, lo que compensó la inferioridad numérica hasta derrotar al enemigo. En poco tiempo, la bandera francesa se ​​podía ver la cima de la torre más alta de Damietta. La mezquita de El- Fatah fue consagrada y convertida en una iglesia y allí se instaló un obispo.

Ya en el año 1259 , el rey Luis decidió llevar sus tropas a El Cairo. Pero sus líneas de suministro se cortaron y sus hombres comenzaron a sufrir de varias enfermedades por lo que se decidió a retirarse a Damietta . El rey se quedó con la retaguardia , y aunque luchó bien , se sintió abrumado y capturado. Como parte del rescate de su persona y de sus hombres, Luis se vio obligado a renunciar a Damietta y una gran cantidad de oro.

Los árabes intentaron hacer que Luis jurarara que mantendría su palabra sobre el tratado en el que se había acordado; en ese juramento impuesto se le exigía renunciar a Dios y a la Virgen, y rechazar la Cruz, el signo de la redención del hombre. No solo que Luis se negó a tomar tal juramento, sino que no cedió ante las amenazas de malos tratos, torturas y amenazas de muerte de los árabes. "Prefiero morir como un verdadero cristiano que vivir bajo la ira del Todopoderoso", respondió con calma sus amenazas. Ante el convencimiento del monarca francés, los árabes decidieron liberarlo junto a unos 6.000 de sus hombres.

traducido por mallinista
((fuente: www.roman-catholic-saints.com)

Santos del día 4 de noviembre

 

Santos del día 4 de noviembre
Pridie Nonas novembris
   San Carlos Borromeo, obispo (3 coms.) - Memoria litúrgica   
Memoria de san Carlos Borromeo, obispo, que nombrado cardenal por su tío materno, el papa Pío IV, y elegido obispo de Milán, fue en esta sede un verdadero pastor fiel preocupado por las necesidades de la Iglesia de su tiempo. Para la formación del clero convocó sínodos y erigió seminarios, visitó muchas veces toda su diócesis con el fin de fomentar las costumbres cristianas y dio muchas normas para bien de los fieles. Pasó a la patria celeste en la fecha de ayer. († 1584)
En Bolonia, de la Emilia, santos Vidal y Agrícola, mártires, el primero de los cuales, según nos refiere san Ambrosio, fue antes siervo del segundo, y luego compañero y colega en el martirio. Vidal padeció tantos tormentos que no le quedó parte de su cuerpo sin heridas, y Agrícola, a su vez, sin intimidarse ante el suplicio de su antiguo criado, le imitó en el mismo martirio al ser crucificado. († 304)
En Mira, de Licia, santos mártires Nicandro, obispo, y Hermas, presbítero. († c. s. IV)
Conmemoración de san Pierio, presbítero de Alejandría, en Egipto, ilustrado en los temas filosóficos, pero más esclarecido aún por la integridad de su vida y su voluntaria pobreza. Mientras Teonas regía la Iglesia alejandrina, explicó con profundidad al pueblo las divinas Escrituras, y en Roma, después de la persecución, descansó en paz. († s. IV)
En Rodez, de Aquitania, san Amancio, obispo, a quien se tiene por el primero de esta ciudad. († s. V)
En Maastricht, junto al Mossa, en Brabante, de Austrasia, san Perpetuo, obispo. († c. 620)
En Tréveris, de Austrasia, santa Modesta, abadesa, que, consagrada a Dios desde la infancia, fue la primera que presidió la comunidad de monjas del cenobio «ad Horreum» (Öhren) en la ciudad, y estuvo unida con santa Gertrudis de Nivelles en total familiaridad, basada en Dios. († c. 680)
   San Emerico, laico (2 coms.)   
Junto a Alba Real (Székesfehérvár), en Panonia, san Emerico o Enrique, hijo de san Esteban, rey de los húngaros, sorprendido por una muerte prematura. († 1031)
En Cerfroid, en el territorio de Meaux, en Francia, san Félix de Valois, a quien, después de una larga vida de ermitaño, se le considera compañero de san Juan de Mata en la fundación de la Orden de la Santísima Trinidad, para la redención de los cautivos. († 1212)
En Padua, en la región de Venecia, beata Elena Enselmini, virgen de la Orden de las Clarisas, que sufrió con admirable paciencia multitud de dolores y hasta la pérdida del habla. († 1242)
En el convento de Nuestra Señora des Cöts, de Nantes, en Francia, beata Francisca de Amboise, que, siendo duquesa de Bretaña, fundó en Vannes el primer Carmelo femenino francés, donde se retiró como sierva de Cristo al quedar viuda. († 1485)
En Montefusco, Avellino, beata Maria Luisa (Teresa) Manganiello, llamada la «analfabeta sabia de Montefusco», miembro de la Tercera Orden de San Francisco, en quien reconocen su origen la congregación de las Hermanas Francescanas Immaculatinas, fundada poco tiempo después de la muerte de la beata. († 1876)