Educar al diálogo intercultural en la escuela católica
I
Ciudad del Vaticano, 19 diciembre 2013 (VIS).-”Educar
al diálogo intercultural en la escuela católica. Vivir juntos para una
civilización del amor”, es el título del documento de la Congregación para la
Educación Católica (de los Institutos de Estudios) presentado esta mañana en la
Oficina de Prensa de la Santa Sede. Han intervenido en el acto el cardenal
Zenon Grocholewski, prefecto de ese dicasterio, junto con el arzobispo Vincenzo
Zani, secretario del mismo y el profesor Italo Fiorin, de la Universidad LUMSA,
de Roma.
“Un niño, un maestro, un libro, un lápiz, pueden cambiar el mundo. La instrucción es
la única solución”, ha dicho el cardenal Grocholewski citando las palabras
pronunciadas en la ONU por Malala Yousafzai, la joven pakistaní, herida
gravemente por los talibanes porque iba a la escuela con otras chicas. En este
ámbito ha recordado que, según los datos de la UNICEF en 2013, los niños y
niñas que no van a la escuela en el mundo superan los 70 millones y que al 75%
de los estudiantes de los países más pobres puede suceder que, a pesar de
asistir durante dos o tres años a la escuela, no aprendan ni a leer ni a
escribir, mientras en el planeta faltan 1.700.000 maestros para alcanzar el
objetivo de una educación primaria calificada.
La Congregación para la Educación Católica une su
preocupación a la de la comunidad internacional, convencida del papel
insustituible de la educación para el futuro de la humanidad, la paz, el desarrollo
sostenible y la dignidad de los pueblos y, a lo largo de los años “ha dado una
aportación específica profundizando algunos temas plasmados en los documentos
ofrecidos a las Iglesias locales, a las congregaciones religiosas que se ocupan
de la educación y a los organismos y asociaciones del sector”.
Esta vez el argumento elegido, educar al diálogo
intercultural, es muy actual, aunque no nuevo. “Saben mucho de ésto- ha
observado Grocholewski- las congregaciones religiosas masculinas y femeninas
que desde hace años trabajan en realidades multiculares y
multirreligiosas con experiencias encomiables de instrucción y formación. Sin
embargo, en nuestros días, el fenómeno de las migraciones ha globalizado tanto
el multiculturalismo como la pluralidad de religiones, haciendo más necesaria
una eficaz educación intercultural y, en ese contexto, la escuela católica está
llamada a dar a las jóvenes generaciones los elementos necesarios para
desarrollar una visión intercultural de la convivencia”.
Los principales destinatarios del documento son los
padres “responsables primeros y naturales de la educación de los hijos”, y
después los organismos que representan a la familia en la escuela, así como
cuantos se ocupan en ámbito pastoral de la educación. “Dada su amplitud -ha
añadido- hemos decidido presentar el argumento en un cuadro más grande. Por eso
la reflexión se ha extendido, por ejemplo, a la relación entre cultura y
religión, entre religión católica y otras religiones, se ha dado espacio a la
presentación de los fundamentos teológicos y se ha abordado la identidad de la
escuela católica y de la comunidad educativa que tiene su fundamento en Cristo.
Esa identidad la sostiene la enseñanza de la religión católica, que se conjuga
muy bien con el respeto de la libertad personal y de la formación continua de
los dirigentes y docentes. La palabra clave que une todos los aspectos que se
tocan en el documento es “diálogo”- El diálogo es la indicación del Papa
Francisco para mostrar cual debe ser la actitud de la Iglesia a la hora de
afrontar cualquier situación en el mundo de hoy... Y para que la escuela
católica desempeñe, con ese enfoque, un papel constructivo, no puede debilitar
su identidad, sino al contrario, reforzarla, ni tanto menos su misión puede
separarse de la evangelización”.
El objetivo final de la educación al diálogo
intercultural -ha concluido el purpurado- es la construcción de una
civilización de amor. La civilización de amos, para los cristianos, no es una
vaga solidaridad, sino que expresa la caridad de Cristo. Este es el servicio
con el que las escuelas católicas, que buscan siempre conjugar la tarea
educativa con el anuncio explícito del Evangelio... constituyen una
contribución muy válida a la evangelización de la
cultura, incluso en los países y ciudades donde una situación adversa nos
estimula a utilizar la creatividad para encontrar recorridos adecuados”.
Por su parte el arzobispo Zani ha explicado que para
elaborar el documento se tomaron contactos con diversos organismos, institutos
religiosos, y diócesis para recoger experiencias concretas de educación al
diálogo intercultural promovidas por instituciones católicas en diversas partes
del mundo. Por ejemplo, las propuestas didácticas llegas desde África, Amazonia
y Perú, “comprenden una dimensión de ayuda al desarrollo y diversas iniciativas
están destinadas a las niñas y jóvenes que, a menudo, se excluyen con más
facilidad del sistema escolar”. El prelado ha citado también las experiencia de
“Escuelas para Europa”, comenzada en Bosnia-Herzegovina en
1995, después de la guerra de los Balcanes, cuando la diócesis de Sarajevo
decidió abrir una escuela católica para acoger a chicos y chicas de diversas
etnias y religiones. “Este proyecto de escuela interétnica se ha multiplicado
en todo el país y contribuye a la reconstrucción de la unidad en la sociedad
con el desarrollo de una mentalidad pacífica y una formación integral que
incluye el conocimiento del patrimonio religioso y la educación en los
valores”.
También en Oriente Medio “45 escuelas católicas del
Patriarcado latino, sin desalentarse ni por las bombas ni por la violencia,
llevan a cabo un trabajo paciente y perseverante con sus alumnos de religiones
y naciones diversas que aprenden a conocerse y a construir relaciones de
respeto y amistad”.
“Cada una de estas experiencias -ha afirmado en
conclusión- demuestra concretamente como la diversidad de religiones, lenguas y
tradiciones puede tratarse con atención y respeto, con verdadera caridad
evangélica y convertirse en una autentica riqueza para cualquier grupo o
individuo. En cada una de estas escuelas se ponen en práctica formas y medios
con los que cada uno aporta los propios dones par construir “puentes de
comprensión y paz y un destino fundado sobre el amor como ideal de realizar”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario