Santos Julián y Euno, mártires
fecha: 27 de febrero
†: c. 250 - país: Egipto
otras formas del nombre: Cronión (por Euno)
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: c. 250 - país: Egipto
otras formas del nombre: Cronión (por Euno)
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En
Alejandría de Egipto, conmemoración de los santos Julián y Euno, mártires. En
tiempo del emperador Decio, el primero de ellos, Julián, impedido por su
enfermedad de gota, que no le permitía caminar ni estar de pie, se hizo llevar
en silla de manos por dos de sus criados para presentarse al juez, y allí, uno
de esos criados renegó de su fe, mientras que el otro, Euno, se mantuvo firme
en su confesión de Cristo junto con su amo. Conducidos ambos por toda la ciudad
montados en camellos, a la vista del pueblo fueron azotados hasta la muerte.
La
presente hagiografía del Butler se refiere conjuntamente a los santos Julián y Euno y
a san Besa, ya que, aunque el Martirologio Romano los inscribe
en entradas distintas este mismo día, sus historias están estrechamente
relacionadas:
Durante
la persecución de Decio, muchos de los ciudadanos de Alejandría,
particularmente los ricos y los que ocupaban puestos públicos, apostataron de
la fe y sacrificaron a los dioses. San Dionisio, obispo de Alejandría,
recordando y deplorando esto en su carta a Fabiano, dice:
«Pero hubo otros que dieron noble testimonio del Reino de los Cielos, permaneciendo firmes como columnas del Señor; el mismo Señor les sostuvo y les dio la fuerza a la medida de su fe. Uno de los más notables fue un hombre llamado Julián, enfermo de gota e incapaz de dar un paso ni de mantenerse en pie. Fue hecho prisionero junto con los dos hombres que le transportaban; uno de ellos renegó inmediatamente; pero no así el otro, llamado Euno o Cronión; él, junto con Julián, después de confesar al Señor, fueron llevados en camellos por toda la ciudad -y tú sabes qué grande es-, sufrieron la flagelación, y finalmente murieron en una inmensa hoguera, ante una multitud de espectadores.»
«Pero hubo otros que dieron noble testimonio del Reino de los Cielos, permaneciendo firmes como columnas del Señor; el mismo Señor les sostuvo y les dio la fuerza a la medida de su fe. Uno de los más notables fue un hombre llamado Julián, enfermo de gota e incapaz de dar un paso ni de mantenerse en pie. Fue hecho prisionero junto con los dos hombres que le transportaban; uno de ellos renegó inmediatamente; pero no así el otro, llamado Euno o Cronión; él, junto con Julián, después de confesar al Señor, fueron llevados en camellos por toda la ciudad -y tú sabes qué grande es-, sufrieron la flagelación, y finalmente murieron en una inmensa hoguera, ante una multitud de espectadores.»
Por
lo que se refiere a san Besas, dice:
«Un
soldado, llamado Besas, que se hallaba presente y reprendió a la insolente
multitud que se apretujaba al paso de los mártires, tuvo que sufrir los
insultos del populacho; este valiente soldado de Dios, después de mostrar su
heroísmo en el gran combate de la religión, murió decapitado.»
El
Martirologio Romano anterior al actual mencionaba el 7 de diciembre a un
soldado con el nombre de Agatón, que murió en Alejandría durante la persecución
de Decio. Como se le hubiese confiado la custodia de los cuerpos de algunos
mártires, Agatón prohibió a la multitud que se acercara a profanar y mutilar
los cadáveres. La turba les denunció a los magistrados, quienes le condenaron a
ser decapitado por haber confesado a Cristo. El P. Quentin, benedictino, ha
demostrado que se trata, en realidad de san Besas. En su traducción de la
"Historia Eclesiástica" de Eusebio, Rufino omitió el nombre del soldado,
y el martirólogo de Ado inventó el nombre de Agatón [que en griego significa,
sencillamente, «bueno»].
La
carta de San Dionisio que hemos citado, se halla en Eusebio, Historia
Eclesiástica, lib. VI, c. 41. Dom Quentin explica la confusión de los nombre de
Agatón y Besas en Martyrologes historiques, pp. 449, 462, 611, 658.
fuente: «Vidas
de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
accedida 408 veces
ingreso
o última modificación relevante: ant 2012
Estas
biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una
fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia
completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor,
al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel)
y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=701
San Besa, mártir
fecha: 27 de febrero
†: c. 250 - país: Egipto
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: c. 250 - país: Egipto
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
También
en la misma ciudad de Alejandría, san Besa, mártir, que, siendo soldado,
intentó contener a los que insultaban a los mártires antes citados, por lo cual
fue denunciado ante el juez y, por perseverar en la fe, murió decapitado.
La
presente hagiografía del Butler se refiere conjuntamente a los santos Julián y Euno y
a san Besa, ya que, aunque el Martirologio Romano los inscribe
en entradas distintas este mismo día, sus historias están estrechamente
relacionadas:
Durante
la persecución de Decio, muchos de los ciudadanos de Alejandría,
particularmente los ricos y los que ocupaban puestos públicos, apostataron de
la fe y sacrificaron a los dioses. San Dionisio, obispo de Alejandría,
recordando y deplorando esto en su carta a Fabiano, dice:
«Pero hubo otros que dieron noble testimonio del Reino de los Cielos, permaneciendo firmes como columnas del Señor; el mismo Señor les sostuvo y les dio la fuerza a la medida de su fe. Uno de los más notables fue un hombre llamado Julián, enfermo de gota e incapaz de dar un paso ni de mantenerse en pie. Fue hecho prisionero junto con los dos hombres que le transportaban; uno de ellos renegó inmediatamente; pero no así el otro, llamado Euno o Cronión; él, junto con Julián, después de confesar al Señor, fueron llevados en camellos por toda la ciudad -y tú sabes qué grande es-, sufrieron la flagelación, y finalmente murieron en una inmensa hoguera, ante una multitud de espectadores.»
«Pero hubo otros que dieron noble testimonio del Reino de los Cielos, permaneciendo firmes como columnas del Señor; el mismo Señor les sostuvo y les dio la fuerza a la medida de su fe. Uno de los más notables fue un hombre llamado Julián, enfermo de gota e incapaz de dar un paso ni de mantenerse en pie. Fue hecho prisionero junto con los dos hombres que le transportaban; uno de ellos renegó inmediatamente; pero no así el otro, llamado Euno o Cronión; él, junto con Julián, después de confesar al Señor, fueron llevados en camellos por toda la ciudad -y tú sabes qué grande es-, sufrieron la flagelación, y finalmente murieron en una inmensa hoguera, ante una multitud de espectadores.»
Por
lo que se refiere a san Besas, dice:
«Un
soldado, llamado Besas, que se hallaba presente y reprendió a la insolente
multitud que se apretujaba al paso de los mártires, tuvo que sufrir los
insultos del populacho; este valiente soldado de Dios, después de mostrar su
heroísmo en el gran combate de la religión, murió decapitado.»
El
Martirologio Romano anterior al actual mencionaba el 7 de diciembre a un
soldado con el nombre de Agatón, que murió en Alejandría durante la persecución
de Decio. Como se le hubiese confiado la custodia de los cuerpos de algunos
mártires, Agatón prohibió a la multitud que se acercara a profanar y mutilar
los cadáveres. La turba les denunció a los magistrados, quienes le condenaron a
ser decapitado por haber confesado a Cristo. El P. Quentin, benedictino, ha
demostrado que se trata, en realidad de san Besas. En su traducción de la
"Historia Eclesiástica" de Eusebio, Rufino omitió el nombre del soldado,
y el martirólogo de Ado inventó el nombre de Agatón [que en griego significa,
sencillamente, «bueno»].
La
carta de San Dionisio que hemos citado, se halla en Eusebio, Historia
Eclesiástica, lib. VI, c. 41. Dom Quentin explica la confusión de los nombre de
Agatón y Besas en Martyrologes historiques, pp. 449, 462, 611, 658.
fuente: «Vidas
de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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o última modificación relevante: ant 2012
Estas
biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una
fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia
completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor,
al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel)
y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=702
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