San Nicéforo de Constantinopla, obispo y confesor
fecha: 2 de junio
fecha en el calendario anterior: 13 de marzo
n.: c. 758 - †: 828 - país: Turquía
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
fecha en el calendario anterior: 13 de marzo
n.: c. 758 - †: 828 - país: Turquía
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En el Bósforo, en la Propóntide, muerte
de san Nicéforo, obispo de Constantinopla, que, tenaz defensor de las
tradiciones, se opuso con decisión al emperador iconoclasta León el Armenio,
sosteniendo el culto de las sagradas imágenes. Expulsado de su sede, fue
relegado largo tiempo en un monasterio, donde entregó su alma a Dios.
refieren a este santo: San José de
Tesalónica, San Metodio de
Constantinopla, San Nicolás
Estudita, San Teodoro
Estudita
El padre de San Nicéforo era secretario y
apoderado del emperador Constantino Copronymus, pero cuando el tirano se
declaró perseguidor de la fe ortodoxa, aquél la defendió y mantuvo el honor que
se debía a las sagradas imágenes, con tanto celo, que fue despojado de sus
dignidades, azotado, torturado y desterrado. El joven Nicéforo creció con el
ejemplo de un padre que lo animaba a confesar audazmente su fe, en tanto que
una excelente educación desarrollaba su inteligencia excepcional.
Después de que Constantino IV y la
emperatriz Irene restablecieron la costumbre de venerar las imágenes sagradas,
Nicéforo les fue presentado y, bien pronto, el joven obtuvo su favor, a causa
de sus relevantes cualidades. En la corte se distinguió por su oposición a los
iconoclastas y fue secretario en el segundo Concilio de Nicea, así como
comisionado imperial. Aunque era orador brillante, filósofo, músico y reunía
todas las cualidades propias de un estadista, siempre tuvo marcada inclinación
por la vida religiosa, apartada y oscura y, no obstante estar ocupado en
asuntos públicos, había construido un monasterio en un lugar solitario, cerca
del Mar Negro. Después de la muerte de Tarasius, patriarca de Constantinopla,
no se encontró a nadie más apto para sucederlo que Nicéforo. Como era seglar,
algunos objetaron su elección, calificándola de contraria a los cánones y, sólo
a instancias expresas del emperador, pudo ser persuadido para que se ordenara
sacerdote y aceptara el cargo. Durante su consagración, sostuvo en la mano el
tratado que había escrito en defensa del culto a las imágenes y, al finalizar
la ceremonia, lo dejó a un lado del altar, como prenda de que siempre
defendería la tradición de la Iglesia. No transcurrió mucho tiempo sin que el
nuevo patriarca tuviera que luchar otra vez con los rigoristas hostiles. A
petición del emperador, Nicéforo, con el consentimiento de un pequeño sínodo de
obispos, restituyó en su cargo a un sacerdote llamado José, quien había sido
destituido y desterrado por haber celebrado el matrimonio entre el emperador
Constantino VI y Theodota, cuando aún vivía la emperatriz María, legítima
esposa. No hay duda de que Nicéforo actuó en esa forma para evitar mayores
daños, pero el grupo encabezado por San Teodoro el Estudita rehusó tener tratos
o siquiera estar en comunión con el patriarca y con los que toleraban lo que
ellos llamaban la "Herejía Espuria" y llegaron al grado de apelar al
Papa. San León III, les respondió favorablemente, pues habiendo sido mal
informado acerca de todo el asunto y sin recibir ninguna comunicación del
arzobispo Nicéforo, no tomó posteriores medidas. Sin embargo, después de un
tiempo, hubo una reconciliación entre el patriarca y San Teodoro (quien
mientras tanto había estado preso y sus monjes se habían dispersado). Fue hasta
entonces cuando Nicéforo envió al Papa una carta, comunicándole su nombramiento
para la sede de Constantinopla y excusándose por su demora en hacer la
notificación de rigor. Al mismo tiempo, en vista de los ataques que se lanzaron
contra su ortodoxia, añadió una prolija confesión de fe y prometió que en lo
futuro informaría a Roma sobre cualquier asunto importante que se presentara.
San Nicéforo fue un administrador celoso y
se dedicó, con paciente determinación, a mejorar la moral y restaurar la
disciplina en los diferentes monasterios bajo su gobierno, así como entre el
clero en general, con el apoyo de San Teodoro. Pero León el Armenio llegó a
emperador en 813. Era un iconoclasta, aunque al principio no expresó sus
opiniones y evadió la confesión de fe que Nicéforo trató de obtener de él antes
de su consagración. Sólo hasta que consideró su posición asegurada, permitió
que sus puntos de vista llegaran a conocerse. Intentó, mediante insinuaciones
astutas, atraerse a Nicéforo para que apoyara su proyecto de destruir las
imágenes que habían vuelto a colocarse en las iglesias, después de que su uso
había sido vindicado y autorizado por el segundo Concilio de Nicea. El
patriarca no se dejó atrapar y sostuvo ante el emperador su decisión de
"mantener la tradición, honrar a las imágenes sagradas, el libro de los
Evangelios y el signo de la cruz." León, sin embargo, no sólo persistió en
su antagonismo, sino que empezó a propagarlo sin dejar ver sus intenciones.
Ocultamente, indujo a unos soldados para que insultaran una imagen de Cristo
crucificado que estaba en la "Puerta de Bronce" de Constantinopla y,
cometida la infamia, ordenó que la cruz fuera quitada para evitar nuevas
profanaciones. Poco después, el emperador, que había reunido en su palacio a
ciertos obispos iconoclastas, hizo comparecer al patriarca y a sus dignatarios.
Estos rogaron a León que dejara el gobierno de la Iglesia a sus pastores. Uno
de los dignatarios observó: "Si este es un asunto eclesiástico,
discutámoslo en la iglesia, no en el palacio." El emperador se encolerizó
y mandó que todos se fueran de su presencia. Más tarde, los obispos heterodoxos
celebraron una asamblea y citaron al patriarca. A sus requerimientos, éste
contestó: "¿Quién os ha dado esta autoridad? Si fuera aquél que guía la nave
de la antigua Roma, estoy listo a responder. Si fuera el sucesor alejandrino
del evangelista Marcos, estoy pronto. Si fuera el patriarca de Antioquía o el
de Jerusalén, no me opongo. Pero ¿quiénes sois vosotros? En mi diócesis,
vosotros no tenéis ninguna jurisdicción." Entonces les leyó el canon que
declara excomulgados a aquellos que pretendan ejercer cualquier acto de
jurisdicción en las diócesis de otro obispo. Ellos, por su parte, procedieron a
dictar contra el obispo una sentencia de destitución. Tras de aquella funesta
asamblea, San Nicéforo fue víctima de varios atentados contra su vida, hasta
que el emperador lo desterró. Los quince años que le quedaron de vida los pasó
en el monasterio que había construido en el Bósforo.
Aunque el sucesor de León, Miguel el
Tartamudo, no restituyó el culto a las imágenes sagradas, no fue un perseguidor
y se mostró dispuesto a devolver el puesto al patriarca, a condición de que
éste guardara silencio sobre la disputa, pero Nicéforo no quiso comprar su
cargo a costa de su conciencia, pensando que su silencio equivalía a su
consentimiento. En el destierro, siguió defendiendo sus principios y escribió
obras notables que perduran hasta la fecha.
Sus obras principales fueron una Apología
para la enseñanza ortodoxa en relación con las sagradas imágenes, y otro
extenso tratado en dos partes: la primera fue una defensa de la Iglesia contra
la acusación de idolatría y la segunda, conocida como la
"Antiherética", fue una refutación a los escritos de Constantino V
sobre las imágenes. Además de varios otros tratados, la mayoría sobre la
iconoclastia, dejó dos trabajos históricos, conocidos como el Breviarium y la
Cronografía; la primera es una historia breve del reinado, desde Mauricio hasta
Constantino e Irene, y el otro, una crónica de sucesos desde los comienzos del
mundo. En la recopilación de los concilios pueden aún encontrarse los
diecisiete cánones de Nicéforo, en el segundo de los cuales declara ilícito
viajar en domingo sin necesidad. En 846, por orden de la emperatriz Teodora y
en el patriarcado de San Metodio, el cuerpo de San Nicéforo fue llevado de la
isla de Prokenesis a Constantinopla, donde se depositó en la iglesia de los
Apóstoles, este traslado se realizó el 13 de marzo, por lo que en esa fecha el
antiguo Martirologio Romano conmemoraba al santo.
La principal fuente de información sobre
la vida de San Nicéforo, es una biografía del diácono Ignacio. En la actualidad
ha sido editada por De Boor, pero también puede hallarse en el Acta Sanctorum,
marzo, vol. II. Existe un relato acerca de aquel período de disturbios en
Kirchengeschichte, de Hergenrother, vol. I, y en el artículo titulado Nicéforo
en Kirchenlexikon; así como los compendios de la controversia iconoclasta, en
Byzantium, de Baynes y Monss (1948), pp. 15-17, 105-108, Cf. Histoire des
Conciles, de Hefele-Leclercq, vol. III, p. 2 (1910), p. 741 ss.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=1870
San Guido de Acqui, obispo
fecha: 2 de junio
n.: c. 1004 - †: 1070 - país: Italia
otras formas del nombre: Guisto, Guy, Vido, Wido
canonización: Conf. Culto: Pío IX 22 sep 1853
hagiografía: Santi e Beati
n.: c. 1004 - †: 1070 - país: Italia
otras formas del nombre: Guisto, Guy, Vido, Wido
canonización: Conf. Culto: Pío IX 22 sep 1853
hagiografía: Santi e Beati
En Acqui, del Piamonte, san Guido,
obispo.
A la muerte del obispo Durón, el 15 de
enero de 1033, la diócesis de Acqui permaneció vacante por catorce meses. A
mitad de marzo del 34 el Capítulo eligió al fin obispo por unanimidad a Guido,
perteneciente a la noble familia de los condes de Acquesana. La elección
resultó «plaudente populo» (es decir, con aclamación popular). Pedroca, obispo
de Acqui algunos siglos más tarde, del 1620 al 1631, refiere así sus orígenes:
«Era hijo de nobilísimos y cristianísimos padres, poseedores de muchos bienes y
títulos en Melazzo, donde nació, posiblemente en el 1004. Huérfano de padre y
madre, después de una diligente y rigurosa educación en familia, marchó a
Bolonia para realizar estudios superiores.»
A su retorno recibió la ordenación
episcopal. Fue consagrado obispo por el metropolita Eriperto, en una época
triste para la Iglesia, en la que cundían la ignorancia, la inmoralidad y la
simonía. Como fundamento de su obra pastoral puso la reforma moral y espiritual
del clero diocesano, comenzando por la reforma litúrgica. A fin de que sus
sacerdotes no estuvieran tan asfixiados económicamente, con sus propios bienes
auxilió las parroquias existentes y fundó otras nuevas. Fue generoso de
donaciones incluso con los monjes, a fin de facilitar la asistencia espiritual
también en el campo.
Fundó en Acqui un centro de espiritualidad
y formación para la juventud femenina, y a sus propias expensas fundó también
en 1037 el monasterio de Santa María de Campis, dotándolo de bienes para
asegurar la economía de los monjes, a pesar de las graves dificultades que
causaban los enemigos con sus devastaciones. Quiso además construir una
catedral más grande y majestuosa, que consiguió con la ayuda del obispo Pedro
de Tortona y Alberto de Génova. La dedicó a la Virgen Asunta, y la consagró el
13 de noviembre de 1067. Dejó, en fin, bienes propios a la ciudad; y la
tradición lo retrata incluso procurando en persona grano para el pueblo en un
momento de grave carestía. Hombre de gran cultura y generosidad, sobresalió en
la reforma jurídica y espiritual de su diócesis.
La comunidad cristiana de Acqui se
reconoce aun ahora como la «diócesis de san Guido», dejando en segundo plano la
memoria del protoobispo san Maggiorino, personaje históricamente más incierto.
Sintetizado y traducido para ETF de un
artículo de Fabio Arduino.
fuente: Santi e Beati
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Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
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