San Gilberto de Sempringham, monje y presbítero
fecha: 4 de febrero
n.: c. 1090 - †: 1189 - país: Reino Unido (UK)
canonización: C: Inocencio III 1202
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
n.: c. 1090 - †: 1189 - país: Reino Unido (UK)
canonización: C: Inocencio III 1202
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En Sempringham, lugar de Inglaterra, san Gilberto, presbítero, que
fundó, con la aprobación del papa Eugenio III, una Orden monástica, en la que
impuso una doble disciplina: la Regla de san Benito para las monjas y la de san
Agustín para los clérigos.
refieren a este santo: Beato Eugenio
III
San Gilberto nació en Sempringham de
Lincolnshire. Después de su ordenación sacerdotal, enseñó algún tiempo en una
escuela gratuita; pero su padre, que estaba encargado de repartir los
beneficios eclesiásticos de Sempringham y Terrington, le eligió para uno de
ellos en 1123. El santo distribuía las rentas a los pobres y sólo reservaba una
mínima parte para cubrir sus necesidades.
Con su ejemplo, arrastró a la santidad a
muchos de sus parroquianos. Redactó las reglas para siete jóvenes que vivían en
estricta clausura en una casa anexa, pero la obra se desarrolló rápidamente y
san Gilberto se vio obligado a emplear hermanas y hermanos legos en las tierras
de la fundación. En 1147, fue a Citeaux a pedir al abad que tomase la dirección
de la comunidad; pero como los cistercienses no pudieran hacerlo el papa
Eugenio III animó a san Gilberto a dirigirla por sí mismo. San Gilberto
completó la obra, añadiendo un grupo de canónigos regulares que ejercían las
funciones de capellanes de las religiosas. Tales fueron los orígenes de las
Gilbertinas, la única orden religiosa medieval que produjo Inglaterra. Sin
embargo, excepto una casa en Escocia, la fundación no se extendió nunca más
allá de las fronteras de Inglaterra, y se extinguió en la época de la
disolución de los monasterios, cuando contaba con veintiséis conventos. Las
religiosas tenían las reglas de San Benito, y los canónigos las de San Agustín.
Los conventos eran dobles, pero la orden era principalmente femenina, aunque el
superior general era un canónigo. La disciplina era muy severa, con cierta
influencia cisterciense. El deseo de simplicidad en el ornato de las iglesias y
en el culto en general llegó hasta imponer que el oficio se recitase en tono
simple, como muestra de humildad.
San Gilberto desempeñó por algún tiempo el
cargo de superior general, pero renunció a él poco antes de su muerte, pues la
pérdida de la vista le impedía cumplir perfectamente sus obligaciones. Era tan
abstinente, que sus contemporáneos se maravillaban de que pudiese mantenerse en
vida, comiendo tan poco. En su mesa había siempre lo que él llamaba "el
plato del Señor Jesús", en el que apartaba para los pobres lo mejor de la
comida. Vestía una camisa de cerdas, dormía sentado, y pasaba gran parte de la
noche en oración. Durante el destierro de santo Tomás
Becket, fue acusado, junto con otros superiores de su orden, de
haberle prestado ayuda. La acusación era falsa; pero san Gilberto prefirió la
prisión y exponerse a la supresión de su orden, antes que defenderse, para
evitar la impresión de que condenaba una cosa buena y justa. Cuando era ya
nonagenario, tuvo que soportar las calumnias de algunos hermanos legos que se
habían rebelado.
San Gilberto murió en 1189, a los 106 años
de edad, y fue canonizado en 1202. Se dice que el rey Luis VIII llevó sus
reliquias a Toulouse, donde se hallan probablemente todavía, en la iglesia de
San Sernín. Las diócesis de Northampton y Nottingham celebran la fiesta de san
Gilberto el día 3; los Canónigos de Letrán la celebran el 4 de febrero, día en
que le conmemora el Martirologio Romano.
Casi todo el material de la biografía de
san Gilberto se halla en el Monasticon de Dugdale, vol. VI, pte. 2 ( 1830). Ver
también BHL., nn. 3524-3568. En la obra de Rose Graham, St Gilbert 01
Sempringham and the Gübertines (1901), se encontrarán muchos documentos sobre
el santo y su orden. Ver igualmente R. Foreville, Le Livre de Sto Gilbert de
Sempringham (1943). La vida de San Gilberto escrita- por Capgrave fue publicada
por J. J. Munro en E.E.T.S. Cf. D. Knowles, The Monastic arder in England
(1949), pp. 204- 207, y las referencias que se hallan en dicha obra.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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