sábado, 22 de junio de 2024

Fuegos y juegos - Domingo 12º del Tiempo Ordinario B (23.06.2024): Marcos 4,35-40 (Aprender a increpar) y CINCO MINUTOS semanales con el Evangelio de Marcos (Semana 30ª (23.06.2024): Marcos 8,27-30. La tentación de divinizar a Jesús de Nazaret)

 

Fuegos y juegos.

Hemos llegado a la víspera del 24 de junio. Mañana será siempre un nuevo HOY. Hoy, en la víspera de mañana, será la noche de san Juan. La noche de las hogueras, entre otros acontecimientos. Y alrededor del fuego toda suerte de actividades que la mente de los humanos se atreve a imaginar. Sin esta realidad de la noche y de sus fuegos y juegos no se comprenderían muchas realidades personales y sociales que los humanos compartimos, seamos de la nación o cultura que seamos.

La naturaleza de nuestro cosmos es así en días tan señalados. Es cierto que hoy tendrá veinticuatro horas como cada día, pero se trata de un día distinto. Parece ser que la primavera se hace a un lado para permitirle el paso al verano. Todo sigue en su sitio, pero parece que todo lo vemos de muy distinta manera.

¿Nos atreveremos a ver que la guerra se hace a un lado y deja que pase la paz?

¿Nos atrevemos a ver que el poder de la ostentación se hace a un lado y deja que pase la sonrisa de la sencillez?

¿Nos atrevemos a ver que la omnipotencia de lo divino y de sus dioses se hace a un lado y deja que pase la naturalidad de lo humano?

¿Nos atrevemos? ¿Lo queremos? ¿Lo deseamos? ¿Lo iluminamos?

En nuestras manos está y el tiempo del fuego y del juego nos invita a participar... La noche de sanjuán: a soñar despiertos junto al fuego y mientras jugamos a vivir. Preparar hogueras, encender hogueras, contemplar hogueras, alimentar hogueras, saltar hogueras y dejar que el fuego caliente, ilumine y queme... con el travieso e infantil juego de sus llamas. 

Así se prepara el camino para el nuevo HOY del Mañana que será siempre el verano.

 

Dicho ya lo que queda escrito no quiero alargarme más y añado solo, a este juego del fuego, las siete siguientes advocaciones de María con su correspondiente jaculatoria. Lo apuntado desde Jesús de Nazaret, me lo voy aplicando lentamente y con serenidad a las advocaciones de su señora madre, la esposa del señor José:

141. Nuestra Señora la Virgen de la Cruz

142. Nuestra Señora la Virgen de los Olmos

143. Nuestra Señora la Virgen de los Peligros

144. Nuestra Señora la Virgen de los Remedios

145. Nuestra Señora la Virgen de los Reyes

146. Nuestra Señora la Virgen de los Rosales

147. Nuestra Señora la Virgen de Nuria

Mi jaculatoria: Que me devuelvan a la señora María.

Y añado también: Vive Jesús en nuestros corazones. Siempre.

A continuación se encuentran los comentarios del Evangelio del domingo 23 de junio de 2024.

Carmelo Bueno Heras

 

Domingo 12º del Tiempo Ordinario B (23.06.2024): Marcos 4,35-40. espiro, vivo y sigo escribiendo CONTIGO:

Aprender a increpar

El relato del Evangelio que me corresponde comentar para el domingo día 23 de junio es Marcos 4,35-40. Y este texto comienza así: “Este día, al atardecer, les dice Jesús de Nazaret a sus acompañantes: Pasemos a la otra orilla” (Marcos 4,35).

‘Este día’ se refiere al día en que, según este primer biógrafo, Jesús se pasó contando parábolas a la muchedumbre de seguidores que le acompañaba. Esto sucedía en las orillas del mar de Galilea. Jesús estaba en una barca en el mar. Esto es lo que ya leímos y escuchamos y meditamos el domingo pasado. Imaginamos que además de hablar, tanto el propio Jesús como sus oyentes, dedicaron un tiempo para comer. Nada de esto se nos dice o cuenta…

Justamente, ‘al atardecer’ de aquel día, Jesús toma la decisión de ‘pasar a la otra orilla’ del mar. Es decir, abandonan la orilla occidental del mar de Tiberíades para llegar a la orilla oriental, como se nos dice textualmente en el relato: “Y llegaron al otro lado del mar, a la región de los gerasenos” (Marcos 5,1). Lo que va a ocurrir en esta orilla oriental a la que acaban de llegar no lo sabremos, porque en las celebraciones del domingo día 30 de junio no nos lo van a leer. Y a lo largo de este año dedicado a la lectura de Marcos, tampoco. Recuerdo esto aquí ahora por una sola razón: Mi buen amigo Alejandro le tenía un cariño especial a este relato de Marcos 5,1-20. Desde el pasado año 2016, que dejó esta tierra en la que vivo y pasó al ‘otro lado’ en el Huerto de los Callados, ha tenido tiempo para enterarse bien de todo cuanto nos dejó escrito el Evangelista y sus intenciones más secretas… En todo este tiempo no ha regresado de su silencio y sigo esperando con la certeza de que su silencio nunca se romperá. Y me quedaré sin saber lo que nos dijo o quiso decir este Evangelista. Imagino, imagino…

Y también imagino esa ‘tempestad’ que se despertó en aquel atardecer de Galilea y que la mano narradora de Marcos 4,35-40 nos indica que el propio Jesús de Nazaret dormía en la barca mientras ésta hacía aguas por todas partes ante la portentosa ostentación de bravura de la tempestad. Y ante tal poderío siempre me sorprende aquello que el narrador o narradora nos han dejado constatado al ser despertado Jesús. Éste ‘increpó al viento y dijo al mar’: Calla, enmudece’. Y me sorprende porque este actuar del Jesús de Marcos ya me resulta familiar y recuerdo que en 1,25 ya ‘increpó’ al espíritu inmundo de la sinagoga de Cafarnaún.

Adelanté el domingo pasado que este Evangelista nos habla del MAR DE GALILEA como la presencia del MAL. Y ahora comprendo el embravecimiento de este MAR como el embravecimiento del MAL. Y comprendo también el MAL embravecido en los adentros del endemoniado en la sinagoga de Cafarnaún. ¿Qué o quién es este MAL EMBRAVECIDO?

¿Qué o quién es este MAL? El poder deshumanizador, todo poder que atemoriza, esclaviza y deshumaniza, el poder absoluto… ¿La guerra, el hambre, la religión divinizada, la obediencia ciega, el dinero sin entrañas…? Probablemente. Según el relato del Evangelista, quienes acompañaban a Jesús en la barca por el mar habían comprendido que el reino de dios de las parábolas era esa semilla que crece dentro de cada uno y que nos hace sentirnos bien con quienes compartimos la experiencia de vivir. Esta semilla sembrada fue el origen de la bravura del mar-mal que viaja también en nuestros adentros. Acoger esta semilla del reino y cuidarla y compartirla, ¿nos produce embravecimientos deshumanizadores como así lo experimentaron al ‘no’ desembarcar (Mc 5,1-20)? Aprender a INCREPAR es una buena noticia del EVANGELIO.

Carmelo Bueno Heras. En Madrid, 23 de junio de 2024.


CINCO MINUTOS semanales con el Evangelio de Marcos entre las manos para leerlo y meditarlo completo y de forma ordenada, de principio a fin. Semana 30ª (23.06.2024): Marcos 8,27-30.

La tentación de divinizar a Jesús de Nazaret

Este texto de Marcos 8,27-30, según mi modesta crítica lectura de creyente, es el cerebro del Evangelio que escribió María Magdalena (leer ahora el texto que empieza en Marcos 15,33 y que acaba en 16,8). Esta mujer, posiblemente más acompañada que en solitario, se encontró con Jesús de Nazaret en la vida de éste, en su mensaje, en las tareas que realizó en su pueblo de Nazaret, por su tierra de Galilea y por el país judío sometido al dominio de la presencia de Roma y al poder de Jerusalén y de su Ley, Templo y Sacerdocio.

 Y ante este hombre, un tal Jesús de Nazaret, tan de carne y hueso como tantos hombres judíos, se preguntó en más de una ocasión ¿quién es éste? ¿Por qué hace y dice todo cuanto le estamos viendo y oyendo? Y, sobre todo, ¿cómo es posible que acabara sus días como un blasfemo injustamente apresado, condenado y ejecutado en una cruz y sepultado? ¡Una persona como este hombre de Nazaret es imposible que acabe en el silencio de la muerte! Yo lo he conocido y a mí no se me morirá jamás.  Ni a mí, ni a cuantos quieran ser y vivir como él vivió y existió: “¿Quién dice la gente que soy yo?... Y según vosotros, ¿quién soy yo?”  (8,27-30).

Al leer estas dos preguntas, ¿cómo olvidar lo que leíamos en el final de este relato: “Buscáis a Jesús de Nazaret, el crucificado. Ha resucitado… Estuvo y vivió en Galilea. Permanece allí. Buscadle allí. Allí lo encontraréis y veréis. No tengáis miedo…” (16,6-8). Galilea, la redonda tierra alrededor de su lago-mar, es ¡también! cada una de las personas que se encontró con aquel Jesús, el judío y laico tan sorprendentemente novedoso, humanizado y liberado como liberador y humanizador… Él fue aquella buena noticia que se esperaba. O, la buena noticia, el Evangelio aquel del que hablaron algunos pocos profetas de nuestro pueblo... ¡Y tan distinto!

Este hombre -su persona, su vida, su mensaje, su misión- respiró con nosotros, compartió su manera de ser y estar. Se nos apareció en cada día de su vida con nuestras vidas y permanecerá en nosotros, dentro de cada uno. Siempre. Y esto es lo que hemos vivido, y lo que nos hemos contado y escrito. Y así lo seguimos haciendo mientras respiramos y cada vez que nos lo compartimos.

Junto a esta realidad de la presencia viva de Jesús de Nazaret tan significativamente luminosa existe y convive un peligro inmenso, una tentación seductora: la divinización. Después de su acabamiento y en los días interminables de la presencia desoladora de su ausencia comenzamos a sentirlo como el único, el más bueno, el mejor, el más fuerte, el mesías, dios: “Pedro respondió: tú eres el Mesías. Entonces, entonces, entonces… Entonces Jesús les ordenó prohibitivamente que no dijeran nada de todo esto a nadie” (Marcos 8,27-30).

Los especialistas dicen que estas palabras -sobre todo ese ‘les ordenó-prohibió’- puestas en boca de Jesús son las mismas con las que se encaró frente al enfurecimiento de la tempestad en el Mar-Lago (4,39): “Cállate. Enmudece”. Estamos en el centro del Evangelio. Conocemos bien la mitad del relato. Nos queda por leer la otra mitad. Y este trabajo no es otro que re-conocer a Jesús de Nazaret en su humanidad sin caer en la tentación de hacerlo dios, el único. Ya lo advirtió la narradora MM en la primera línea: “Evangelio de Jesús, mesías e hijo de Dios”.

Carmelo Bueno Heras. Madrid, 18 de junio de 2017.

Día 23 Mes del Sagrado Corazón de Jesús: Frente a tanto mal

 Mes del Sagrado Corazón de Jesús:

Día 23: Frente a tanto mal


El Sagrado Corazón de Jesús es la fuente de todas sus virtudes y la más sensibilizada encarnación de Su amor infinito por el hombre

  

El Sagrado Corazón de Jesúsdebe entenderse como el corazón tierno y cariñoso del Dios-Hombre, el hogar de todas sus emociones, la fuente de todas sus virtudes y la más sensibilizada encarnación de Su amor infinito por el hombre.

Jesús ha derramado Su sangre por nosotros, ha recibido heridas por nosotros que Él retuvo aun después de Su resurrección, como signos eternos de su inmenso amor por el hombre, los ha llevado con Él al Cielo y nos los mostrará en el Día del Juicio.

Cuánto más debe ser el Sagrado Corazón de de Jesús el objeto de nuestra devoción, puesto que todos los pensamientos, sentimientos y emociones de este corazón tan amoroso apuntan sólo a nuestra salvación y puesto que está siempre dispuesto a recibir a los pecadores verdaderamente arrepentidos para perdonarlos, para convertirlos a Su amor, y hacerlos partícipes en la bienaventuranza eterna.

Por lo tanto, desde el principio, los santos han alentado una tierna devoción a este Sagrado Corazón, como ya se ha dicho.

"Tu corazón, ¡oh buen Jesús!, es un verdadero tesoro, una perla preciosa, que hemos encontrado profundizando en el conocimiento de tu cuerpo (Mt 13,44-45). ¿Quién la rechazaría? Más bien, lo daría todo; a cambio, entregaré todos mis pensamientos y todos mis deseos para obtenerla, depositando todas mis preocupaciones en el corazón del Señor Jesús, y sin duda este corazón me alimentará". (San Buenaventura)

1. Confía en al Sagrado Corazón de Jesús

Amado Corazón de Jesús, Tú Permaneces como mi amante fiel y eterno, aunque yo vaya dando tumbos por el camino del amor, tu amor. Quieres que yo dé mucho fruto, pero para eso debo vivir unido a Ti, unido a tu sacratísimo corazón y a tu Palabra que es la semilla que alimenta al mío.

Dame de tu fuerza, de tu coraje, de tu amor y de tu perdón. Necesito a diario esas cuatro cosas en mi vida para tener la dirección correcta. Quiero hacer de mi vida una vida de servicio, obrar bien por los míos y por mi prójimo, desvivirme por ellos como Tú lo hiciste por mí.

Al final de mis días eso es lo que contará, no mi prestigio, riqueza, poder o belleza. Sé que quieres que construya mi vida sobre el amor que brota de tu Sagrado Corazón, que permanezca siempre firme y lleno de tu bondad. Confío en que Tú me llevarás seguro con la fuerza sanadora que emerge de tu Corazón.

Confío en Ti, confío en tu amor, confío en que me ayudas y me regalas tu bendición en todos los momentos de mi vida.

Sagrado Corazón de Jesús, quiero amarte con verdadero amor.

Amén

2. Oración inicial

Sagrado Corazón de Jesús, necesito de tu fuerza que todo lo restaura, tu poder que sana y libera y conduce por nuevos caminos llenos de bendiciones.

Tú conoces lo que hay en mi corazón: quiero amarte y servirte, no porque sea un mandato, sino porque lo acepto como una petición de amor respetuosa y lleno de gozo por hacer tu voluntad, la cual, con ella siempre me diriges y quieres lo mejor para mí.

Sagrado Corazón de Jesús, quiero seguir tus pasos, vivir lo que Tú mismo viviste, amar lo que Tú amas, despreciar el mal que te aleja de mí.

Te amo, creo en tus mandamientos, que no son otra cosa que peticiones de amor que brotan de tu sagrado corazón. Amén. Sagrado Corazón de Jesús en ti confío.

Amén.

3. Día 23: Frente a tanto mal

Cuando San Juan Bautista desde la prisión envió a dos de sus discípulos a Jesús para pedirle si era verdaderamente el redentor prometido, Jesús, por toda respuesta se refirió a los frutos:

"Vayan y díganle a Juan que los ciegos ven, los cojos andan, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados".

Jesús quiere nuestra salvación. Él vive y obra por nosotros; por nosotros muere en la cruz.

Siembra mucho, siembra a manos llenas el bien; no se perderá en la tierra; fructificará siempre para el cielo.

¡Cuántos defectos en las personas que tú conoces, que tú quieres! ¡Cuántas malas inclinaciones y quizá cuántos escándalos! Tú sabes que la caridad cristiana obliga a todos a la corrección fraterna

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

4. Oración final

Amantísimo Corazón de Jesús, de Ti provienen abundantes gracias, misericordia y perdón, defiendes a los oprimidos, ayudas a los más débiles, rescatas a los que son despreciados.

Una y otra vez intervienes en cada una de mis debilidades, me acoges, me perdonas y me invitas a convertirme de corazón.

Sagrado Corazón de Jesús, Tú lo sabes todo, Tú escudriñas la profundidad de nuestros corazones y ves nuestro interior, conoces mi debilidad.

Quiero aprender a perdonar y a pedir perdón, a reconocerme pecador y no juzgar a los demás, más bien acudo a Ti, que eres la fuente de la misericordia, para que pongas en mí la gracia de ser misericordioso.

Quiero saber inyectar esperanzas en vez de condenas. Derrama tu amor en mi corazón para solidarizarme con todos. No permitas que sea indiferente ante las personas que necesitan de una palabra de consuelo.

Te suplico, Oh Dios mío, que extiendas tu mano en estos momentos sobre mis heridas y sánalas con tu inmenso amor. Eres el dueño de mi vida. Todo te lo entrego.

Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.

Nota final: El Sagrado Corazón de Jesús quiere inspirar a los corazones de hombres y mujeres de nuestros días para que puedan estar fortalecidos ante los continuos ataques de antivalores de esta sociedad y además infundirles un gran deseo de llevar a cabo grandes obras de las que se creen ser incapaces de realizar.

El Corazón de Jesús le dijo a Santa Margarita María Alacoque:

"Si quieres agradarme confía en Mí. Si quieres agradarme más, confía más. Si quieres agradarme inmensamente, confía inmensamente en Mí".

Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.

Santos del día 23 de junio

 

Santos del día 23 de junio
Nono Kalendas iulii
Conmemoración de muchos santos mártires de Nicomedia, que en tiempo del emperador Diocleciano, refugiados por montañas y cuevas, con ánimo sereno aceptaron el martirio por el nombre de Cristo. († 303)
En el monasterio de Ely, en Inglaterra oriental, santa Ediltrude o Eteldreda, abadesa, que, hija de reyes y asimismo reina de Northumbría, después de haber rechazado por dos veces el matrimonio, recibió el velo monacal de manos de san Wilfrido en el monasterio que ella misma había fundado, donde dirigió maternalmente a sus monjas con sus ejemplos y consejos. († 679)
En Dariórigo (hoy Vannes), en la Bretaña Menor, san Bilio, obispo y mártir, que fue asesinado por los normandos durante el saqueo de esta ciudad. († c. 914)
En Pavía, ciudad de Lombardía, san Lanfranco, obispo, varón de paz, que sufrió mucho por fomentar la reconciliación y la concordia en su comunidad. († 1194)
En Onhaye, en Hainaut, san Walhero, presbítero, que fue muerto a golpes de remo, mientras atravesaba el río Mosa, por un presbítero a quien recriminaba sus malas costumbres. († 1199)
En Oignies, también en Hainaut, beata María, que, dotada de dones místicos, con el permiso de su esposo se recluyó en una celda, y después inició y reglamentó el instituto llamado de las «Beguinas». († 1213)
En el eremo de Valmanente, del Piceno, en Italia, beato Pedro Jacobo de Pésaro, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín. († c. 1496)
En Londres, en Inglaterra, santo Tomás Garnet, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, el cual, ordenado en el Colegio de los Ingleses de Valladolid, en España, al regresar a Inglaterra fue encarcelado dos veces y, finalmente, en tiempo del rey Jacobo I, ajusticiado en Tyburn. († 1608)
En Turín, en la región del Piamonte, en Italia, san José Cafasso, presbítero, que se dedicó a la formación espiritual y cultural de los futuros clérigos, y a reconciliar con Dios a los presos encarcelados y a los condenados a muerte. († 1860)
En Alatri, en la región del Lacio, en Italia, beata María Rafaela (Santina) Cimatti, virgen, de la Congregación de Hermanas Hospitalarias de la Misericordia, que llevó una vida humilde y oculta, y mostró constantemente su caridad atendiendo a los enfermos, especialmente a los pobres. († 1945)
En la prisión de Sighet, Maramures, Rumanía, beato Ioan Suciu, obispo titular de Moglaena, administrador apostólico de la Archieparquía de Alba Iulia y Fagaras, y mártir en un régimen enemigo de Dios y de la Iglesia. († 1953)

23 de junio: Nuestra Señora del Sasso de Bibbiena

 

23 de junio: Nuestra Señora del Sasso de Bibbiena

En una roca, ahora en la iglesia, en 1347 la Virgen se apareció a una niña de 7 años, le dio unos frijoles que recogió, y luego los encontró llenos de sangre, presagiando la terrible peste del año 1348 que no llego a Bibbiena.

Sucedieron también otros acontecimientos como una paloma blanca que sobrevoló durante un mes la roca, durante tres meses aparecieron globos de luz azul y dorados dentro y fuera de la Iglesia, y una extraña procesión de jóvenes de blanco rumbo a la Iglesia. Inmediatamente la población construyó una capilla junto a la roca, que luego se fue ampliando.

Bibbiena es una ciudad y comuna en la Provincia de Arezzo, en la Toscana, la mayor ciudad en el valle de Casentino. Está localizada a 60 km de Florencia, 30 km de Arezzo y 60 km de Siena.

Entre el Tíber y Arno, en el Casentino, a 11 kilómetros de Verna, sobre Bibbiena, surge aislado el santuario de la Madonna del Sasso (Sasso significa Roca), donde también se venera en la capilla menor Nuestra Señora de las Tinieblas.

La iglesia data del 1204, pero fue reconstruida en estilo renacentista entre el final del 1400 comienzo del 1500.

El Monasterio Dominico adyacente, ahora habitado por una comunidad de monjas Dominicas, parece haber sido fundada por Savonarola; el distinguido benefactor del Santuario y del Monasterio fue Lorenzo de Medici, el Magnífico.

El interior del Santuario es una joya de la elegancia del Renacimiento, rico en obras de arte, señal de gran devoción a María que ha representado para el Casentino a lo largo de los siglos.


LA HISTORIA

Se llama Santa María del Sasso porque al pie de una gran roca, ahora encerrada en la iglesia, el 23 de junio de 1347 la Virgen se apareció: una bella dama vestida de blanco que vio la pequeña vidente Caterina, de 7 años, le dio unos frijoles que recogió, y luego los encontró llenos de sangre: presagio de la terrible peste del año siguiente, 1348, de cuya infección se salvaron los habitantes de Bibbiena y sus alrededores.

La niña mientras su madre lavaba la ropa en el río Vessa, se separó un poco, poniéndose cerca de una piedra.

Aquí vio a una bella mujer vestida toda de blanco, entró en el campo cercano de frijoles, recogió varios y se los dio a la niña, le instó a buscar el “amor de Dios y la pureza”.

La madre mientras tanto, intentaba lavar la ropa, la muchacha le dijo del encuentro y le mostró los frijoles de regalo, pero la madre no le prestó mucha atención a su hija.

Volviendo entonces al pueblo, Caterina se quejó a su madre porque el peso de los frijoles era mucho y estaba cansada, pero su madre le dijo que tuviera paciencia que pronto regresarían a casa y descansarían.

Por la noche la madre quería cocinar un poco de los frijoles, pero descubrió que estaban llenos de sangre. Todo el pueblo corrió para ver el prodigio.

A la mañana siguiente todos fueron en procesión a la piedra y aquí se decidió construir una capilla en honor de Nuestra Señora.

La aparición de la Virgen fue precedida y seguida por otros acontecimientos milagrosos.

También en 1347, poco antes de la visión, una paloma blanca se apareció, por cerca de un mes, en la parte superior de la piedra y se acercaba a los niños y a un viejo ermitaño, el Beato Martino da Poppi.

Luego varias personas vieron durante tres meses globos de luz azul y dorado dentro y fuera de la iglesia.

El alcalde, junto con algunos familiares y amigos, que regresaban de una partida de caza, a unos 300 metros de distancia de la piedra sagrada, vieron un montón de jóvenes vestidos de blanco que se dirigían en procesión a la iglesia.


EL SANTUARIO

Junto a la piedra de inmediato se construyó una pequeña capilla, más tarde ampliada para incluir dentro de ella toda la roca de la aparición.

La imagen se mantuvo intacta milagrosamente del incendio que en 1486 destruyó completamente la iglesia.

Los Padres Dominicos los custodios del santuario desde 1468, reformaron inmediatamente la construcción del santuario, en puro estilo renacentista.

Un buen impulso a todo el edificio, santuario y el convento, fue dado por Savonarola en 1495, que instó a la ayuda de familias nobles de Florencia y de los Medici en particular.

En la cripta, al pie de la piedra, en 1500 se estableció una hermosa estatua de madera de la Madonna del Sasso, valiosa labor de la escuela de Donatello: las crónicas del tiempo, documentan la desaparición y reaparición de esta estatua del santuario Bibbiena dos veces: la segunda vez en la noche del 22 de marzo de 1512, después de haber dejado las huellas de los pies sobre la nieve que acaba de caer.

Por el lugar oscuro donde fue colocada en la cripta, esta estatua fue pronto llamado por los fieles con el título de Nuestra Señora de las Tinieblas: título con el que aún hoy se venera esta hermosa imagen de María.

Todo el complejo de S. Maria del Sasso fue reconocida en 1899 como un monumento nacional y santuario en 1947 por el papa Pío XII.

Las dos imágenes de la Virgen, la del Sasso y la de las Tinieblas fueron solemnemente coronadas con corona de oro en el centenario de la aparición de 1947.

El santuario es un complejo arquitectónico de gran valor histórico, artístico y religioso, único original renacentista Casentino, declarado Monumento Nacional en 1899.

El santuario, con una simple y sencilla fachada fue construido con un diseño de Giuliano da Maiano. En el bisel por encima del portal hay un fresco de Gherardino Fora, con fecha de 1486; parte de un antiguo portal reza “En los años 1347, la víspera de la fiesta de Juan Bautista apareció aquí la Virgen María”.

El campanario se elevó en 1851. El porche, sencillo y armónico en el estilo florentino de 400, presenta frescos del S XVII con algunos milagros de la Madonna del Sasso.

La iglesia de cruz latina con cúpula que contiene en el centro un pequeño templo es una obra maestra de Bartolomé Bozzolini da Fiesole. Al pie del altar despunta la piedra de la aparición. Muy probablemente esta roca se extendió en el muro para cerrar el templo en la parte de atrás: en esta pared frontal en el interior del templo se halla el fresco de la Madonna del Sasso de Bicci di Lorenzo (1435) y en la parte de atrás la Anunciación de Giovanni del Brina (1567) con cuatro paneles en la parte inferior que recuerdan los acontecimientos de la aparición.

En el compartimento detrás del altar, sobre la pared izquierda, el órgano de Thomas Cortona (1525) y en la pared de enfrente el retrato de Fra Girolamo Savonarola, considerado el fundador de este convento. En las capillas adyacentes se puede ver “la Natividad de María” de Jacobo Ligozzi (1607) y “San Jacinto” de L. Buti (1600).

El coro, diseñado por Stefano Lunetti de Florencia (1513 – 1522), y un gran altar con columnas de piedra arenisca talladas por Feo de Bibbiena. Sobre el altar se halla un majestuoso óleo, trabajo conjunto de dos pintores dominicos, Fra Bartolomeo della Porta en el diseño, y Fra Paolino de Pistoia en la pintura.

La cripta es el corazón del santuario. Aquí apareció la Virgen a las pequeña Caterina. La Iglesia inferior, construida en apoyo del coro (1513-1523): en la pequeña capilla central de la izquierda se halla una Virgen con los Santos Cosme y Damián de Lappoli (1535); en la pared del fondo aparece un cuadro de Santa Catalina de Siena, que hasta 1954 custodiaba el fresco de la Madonna del Sasso en la iglesia superior.

El antiguo monasterio junto al Santuario es un complejo arquitectónico único, durante casi un siglo alberga una comunidad de vida contemplativa de religiosas Dominicas que viven el carisma de Santo Domingo en la oración, penitencia y clausura, y colaborando con el cuidado y la custodia del Santuario.

En el interior de la clausura hay hermoso claustro del 1500 (que pueden ser visitado) y una gran “Última Cena” de Raffaellino del Colle (1534).

El claustro, el único ejemplo del siglo XV en el Casentino, tiene arcos y capitales no todos iguales (el ala más antigua es el extremo norte de fecha 400), con su corazón que da a un pozo de 1502-1504. Los arcos están todos pintados con los milagros de la Madonna del Sasso.

El salón de la antigua biblioteca, ahora “Sala P. Cordovani “, amplio local siglo XV, dividida en tres espacios iguales a partir del 8 de columnas. Reproduce en pequeño la biblioteca de San Marcos en Florencia, diseñado por Michelozzo. Esta sala se utiliza en conferencias, reuniones, conferencias. Recientemente se le dio algunas grandes vitrinas que contienen sagrados ornamentos y mobiliario del Santuario.

(fuente: forosdelavirgen.org)

viernes, 21 de junio de 2024

Día 22 Mes del Sagrado Corazón de Jesús: La persecución

 Mes del Sagrado Corazón de Jesús:

Día 22: La persecución




La Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda nuestra misión en una Cultura que ha olvidado a Dios y de amor por todos los hombres

  

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda que es en Su Sagrada Humanidad donde encontramos el camino para llegar a ser plenamente humanos nosotros mismos.

En Su Encarnación, salvando la vida, la muerte y la Resurrección, recibimos la ruta de ese camino y los medios para llegar a ser más como Jesús.

La Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda nuestra misión en una Cultura que ha olvidado a Dios.

Pasemos el mes de junio en oración al Sagrado Corazón de Jesús, elevando nuestra Nación, y de hecho el mundo entero, a Aquel en quien depositamos toda nuestra confianza.

Jesús no decepciona; Su Corazón todavía late con Misericordia y Amor por el mundo.

1. Confía en al Sagrado Corazón de Jesús

Amado Corazón de Jesús, Tú Permaneces como mi amante fiel y eterno, aunque yo vaya dando tumbos por el camino del amor, tu amor. Quieres que yo dé mucho fruto, pero para eso debo vivir unido a Ti, unido a tu sacratísimo corazón y a tu Palabra que es la semilla que alimenta al mío.

Dame de tu fuerza, de tu coraje, de tu amor y de tu perdón. Necesito a diario esas cuatro cosas en mi vida para tener la dirección correcta. Quiero hacer de mi vida una vida de servicio, obrar bien por los míos y por mi prójimo, desvivirme por ellos como Tú lo hiciste por mí.

Al final de mis días eso es lo que contará, no mi prestigio, riqueza, poder o belleza. Sé que quieres que construya mi vida sobre el amor que brota de tu Sagrado Corazón, que permanezca siempre firme y lleno de tu bondad. Confío en que Tú me llevarás seguro con la fuerza sanadora que emerge de tu Corazón.

Confío en Ti, confío en tu amor, confío en que me ayudas y me regalas tu bendición en todos los momentos de mi vida.

Sagrado Corazón de Jesús, quiero amarte con verdadero amor.

Amén

2. Oración inicial

Sagrado Corazón de Jesús, necesito de tu fuerza que todo lo restaura, tu poder que sana y libera y conduce por nuevos caminos llenos de bendiciones.

Tú conoces lo que hay en mi corazón: quiero amarte y servirte, no porque sea un mandato, sino porque lo acepto como una petición de amor respetuosa y lleno de gozo por hacer tu voluntad, la cual, con ella siempre me diriges y quieres lo mejor para mí.

Sagrado Corazón de Jesús, quiero seguir tus pasos, vivir lo que Tú mismo viviste, amar lo que Tú amas, despreciar el mal que te aleja de mí.

Te amo, creo en tus mandamientos, que no son otra cosa que peticiones de amor que brotan de tu sagrado corazón. Amén. Sagrado Corazón de Jesús en ti confío.

Amén.

3. Día 22: La persecución

Quien más pesada, quien más ligera, todos tenemos una cruz personal que llevar, pero no hay una común a todos; es la cruz predicha por Jesús cuando subió al monte de las bienaventuranzas y pronunció las palabras que fueron una verdadera revelación para sus discípulos:

Dichosos vosotros cuando os ultrajen, os persigan y mintiendo, digan de vosotros cosas malas, falsas, etc., por mi causa.

Ser perseguidos por amor a Jesús es una bienaventuranza. Alegraos porque será grande vuestra recompensa en los cielos

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

4. Oración final

Amantísimo Corazón de Jesús, de Ti provienen abundantes gracias, misericordia y perdón, defiendes a los oprimidos, ayudas a los más débiles, rescatas a los que son despreciados.

Una y otra vez intervienes en cada una de mis debilidades, me acoges, me perdonas y me invitas a convertirme de corazón.

Sagrado Corazón de Jesús, Tú lo sabes todo, Tú escudriñas la profundidad de nuestros corazones y ves nuestro interior, conoces mi debilidad.

Quiero aprender a perdonar y a pedir perdón, a reconocerme pecador y no juzgar a los demás, más bien acudo a Ti, que eres la fuente de la misericordia, para que pongas en mí la gracia de ser misericordioso.

Quiero saber inyectar esperanzas en vez de condenas. Derrama tu amor en mi corazón para solidarizarme con todos. No permitas que sea indiferente ante las personas que necesitan de una palabra de consuelo.

Te suplico, Oh Dios mío, que extiendas tu mano en estos momentos sobre mis heridas y sánalas con tu inmenso amor. Eres el dueño de mi vida. Todo te lo entrego.

Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.

Nota final: El Sagrado Corazón de Jesús quiere inspirar a los corazones de hombres y mujeres de nuestros días para que puedan estar fortalecidos ante los continuos ataques de antivalores de esta sociedad y además infundirles un gran deseo de llevar a cabo grandes obras de las que se creen ser incapaces de realizar.

El Corazón de Jesús le dijo a Santa Margarita María Alacoque:

"Si quieres agradarme confía en Mí. Si quieres agradarme más, confía más. Si quieres agradarme inmensamente, confía inmensamente en Mí"

Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.

Santos del día 22 de junio

 

Santos del día 22 de junio
Decimo Kalendas iulii
   San Paulino de Nola, obispo (1 coms.) - Memoria litúrgica   
San Paulino, obispo, que, recibido el bautismo en Burdeos, renunció a la dignidad consular y, de noble y rico, se hizo pobre y humilde por Cristo. Habiéndose trasladado a Nola, cerca del sepulcro de san Félix, presbítero, para seguir el ejemplo de su conducta, practicó una forma de vida ascética con su mujer y sus compañeros. Ordenado obispo, se distinguió por su erudición y santidad, por acoger a los peregrinos y por ayudar a los desvalidos. († 431)
   Santos Juan Fisher y Tomás Moro, mártires (1 coms.) - Memoria litúrgica   
San Juan Fisher, obispo, y santo Tomás Moro, mártires, que, por haberse opuesto al rey Enrique VIII en la controversia sobre su matrimonio y sobre la primacía del Romano Pontífice, fueron encarcelados en la Torre de Londres, en Inglaterra. Juan Fisher, obispo de Rochester, varón conocido por su erudición y por la dignidad de su vida, por mandato del rey fue decapitado este día frente a la cárcel, y Tomás Moro, padre de familia de vida integérrima y presidente del consejo real, por mantenerse fiel a la Iglesia católica murió el día 6 de julio, uniéndose así al martirio del obispo. († 1535)
En Roma, conmemoración de san Flavio Clemente, mártir, a quien el emperador Domiciano, con el cual había compartido el consulado, condenó bajo la acusación de ateísmo, aunque realmente fue por su fe en Cristo. († 96)
En Verulamio, en Gran Bretaña, hoy Inglaterra, san Albano mártir, que, según narra la tradición, todavía no bautizado se entregó ocupando el lugar de un clérigo que acogió en su casa, y de quien había recibido instrucción en la fe cristiana, cambiando sus vestidos por los de él, motivo por el cual, después de ser azotado y torturado, fue finalmente decapitado. († c. 287)
En Caerleon, en Gales, santos Julio y Aarón, mártires, que, en la persecución bajo el emperador Diocleciano, consumaron su pasión después de san Albano, al mismo tiempo que otros numerosos cristianos que, torturados de diversas formas y cruelmente ejecutados, terminaron su combate entrando gozosamente de la ciudad celeste. († s. IV in.)
En Dólica de Siria, san Eusebio, obispo de Samosata, que en tiempo del emperador arriano Constancio, vestido de militar, visitaba de incógnito las iglesias de Dios para confirmarlas en la fe católica. Posteriormente fue desterrado a Tracia por el emperador Valente, pero, recuperada la paz de la Iglesia, regresó del exilio y volvió a recorrer las comunidades, hasta que murió mártir herido en la cabeza por una teja que desde una altura le arrojó una mujer arriana. († 379)
Conmemoración de san Nicetas, obispo de Remesiana, en Dacia, a quien alaba san Paulino de Nola en uno de sus poemas por haber pacificado a los bárbaros al enseñarles el Evangelio, por convencerles de vivir unidos en paz y por haber obtenido que gente inculta y desalmada aprendiese a cantar a Cristo con un corazón romano. († c. 414)
En Roma, en Letrán, beato Inocencio V, papa, el cual, perteneciente primero a la Orden de Predicadores, enseñó teología en París y ocupó, a su pesar, la sede episcopal de Lyon. Junto con san Buenaventura preparó el II Concilio Ecuménico de Lyon, para tratar de la unión entre latinos y griegos. Elevado a la cátedra de san Pedro, desempeñó su magisterio por breve tiempo, apenas sin poder manifestarse a la Iglesia Romana. († 1276)

22 de junio: Nuestra Señora de Narni

 

22 de junio: Nuestra Señora de Narni

La historia de esta advocación está ligada a la Beata Lucía Brocadelli quien nació en el seno de una su piadosa familia italiana en el año 1476.

Cuando Lucía tenía cinco años de edad, tuvo una visión del Niño Jesús con la Virgen. Dos años más tarde, la Virgen se apareció con el Niño Jesús, Santa Catalina de Siena y de Santo Domingo. Jesús le dio el anillo y de Santo Domingo le dio el escapulario. A los 12 años, hizo un voto privado de la consagración total, determinado, incluso a esta temprana edad, para convertirse en un dominicano. Sin embargo, los asuntos de la familia iban a hacer esto difícil.

Pero su familia tenía otros planes para ella. Su padre murió y quedó a cargo de un tío suyo, quien deseaba que Lucía se casase con un muchacho y hasta le organizó una gran fiesta para elegirle un marido. El joven que fue elegido para ser su marido, intentó colocarle el anillo a Lucía pero ella lo rechazó.

En otra ocasión, su tío le organizó un matrimonio con el conde Pietro de Milán, quien era conocido de la familia. Pero Lucía ya había decidido vivir como religiosa. Toda esa situación la enfermó gravemente. Durante su enfermedad, la Virgen se le apareció de nuevo, acompañada por Santo Domingo y Santa Catalina, y le dijo que aceptara el matrimonio con la condición de que su futuro marido respetara su voto de virginidad. Cuando Lucía se recuperó, el asunto fue explicado a Pedro, y en 1491 fue solemnizado el matrimonio.

La vida de Lucía se caracterizó por su prédica del Evangelio y pronto se hizo conocida por sus obras de caridad a los pobres. Pietro, su marido, se mostró respetuoso de las actividades de su esposa hasta que su paciencia terminó al punto que decidió mantener a su joven esposa encerrada. Lucía permaneció durante el tiempo de Cuaresma; un día ella pidió permiso para poder ir a misa pero nunca más regresó. Ella fue a la casa de su madre y en la Fiesta de la Ascensión en el año 1494, se puso el hábito de terciaria Dominicana.

Al enterarse, Pietro se puso furioso y quemó el convento dominicano, e incluso trató de matar a su director espiritual que le había dado el hábito. Rico e influyente, él siguió tratando de traer a Lucía de vuelta. Al año siguiente, Lucía fue a Roma y entró en el monasterio de los terciarios dominicos cerca de Panteón. Al poco tiempo, el Superior General de los Dominicos decidió enviarla para iniciar un nuevo monasterio en Viterbo.

El día viernes 25 de febrero de 1496, Lucía recibió los estigmas, las Santas Llagas. Ella trató de ocultar sus favores espirituales, porque complican su vida dondequiera que iba. Ella tenía los estigmas visiblemente, y era por lo general en el éxtasis, lo que significó un flujo constante de curiosos que querían interrogarla, investigarla o simplemente mirarla. Ella continuó su vida como religiosa, en las que recibió numerosas visiones hasta morir el día 15 de noviembre de 1544.

El Santuario en honor a Nuestra Señora de Narni se erigió posteriormente para homenajear también a la Beata.

traducido por mallinista
(fuente: www.narnia.it)

jueves, 20 de junio de 2024

Día 21 Mes del Sagrado Corazón de Jesús: Vivir la mortificación

 Mes del Sagrado Corazón de Jesús:

Día 21: Vivir la mortificación



El Sagrado Corazón de Jesús no solo representa simplemente Su corazón físico, sino también su amor por toda la humanidad.

  

La primera fiesta del Sagrado Corazón de Jesús se celebró el 31 de agosto de 1670, en Rennes, Francia, a través de los esfuerzos del Padre San Juan Eudes (1602-1680). Desde Rennes, la devoción se extendió, pero no fue sino con las visiones de Santa Margarita María Alacoque (1647-1690) que la devoción sería universal.

En todas estas visiones, en las que Jesús apareció a Santa Margarita María, el Sagrado Corazón de Jesús desempeñó un papel central.

La "gran aparición", que tuvo lugar el 16 de junio de 1675, durante la octava de la Fiesta del Corpus Christi, es la fuente de la moderna Fiesta del Sagrado Corazón.

En esa visión, Cristo pidió a Santa Margarita María que pidiera que la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús se celebrara el viernes después de la octava (o octavo día) de la Fiesta del Corpus Christi, en reparación de la ingratitud de los hombres por el sacrificio que Cristo había hecho para ellos.

El Sagrado Corazón de Jesús no representa simplemente Su corazón físico, sino su amor por toda la humanidad.

1. Confía en al Sagrado Corazón de Jesús

Amado Corazón de Jesús, Tú Permaneces como mi amante fiel y eterno, aunque yo vaya dando tumbos por el camino del amor, tu amor. Quieres que yo dé mucho fruto, pero para eso debo vivir unido a Ti, unido a tu sacratísimo corazón y a tu Palabra que es la semilla que alimenta al mío.

Dame de tu fuerza, de tu coraje, de tu amor y de tu perdón. Necesito a diario esas cuatro cosas en mi vida para tener la dirección correcta. Quiero hacer de mi vida una vida de servicio, obrar bien por los míos y por mi prójimo, desvivirme por ellos como Tú lo hiciste por mí.

Al final de mis días eso es lo que contará, no mi prestigio, riqueza, poder o belleza. Sé que quieres que construya mi vida sobre el amor que brota de tu Sagrado Corazón, que permanezca siempre firme y lleno de tu bondad. Confío en que Tú me llevarás seguro con la fuerza sanadora que emerge de tu Corazón.

Confío en Ti, confío en tu amor, confío en que me ayudas y me regalas tu bendición en todos los momentos de mi vida.

Sagrado Corazón de Jesús, quiero amarte con verdadero amor.

Amén.

2. Oración inicial.

Sagrado Corazón de Jesús, necesito de tu fuerza que todo lo restaura, tu poder que sana y libera y conduce por nuevos caminos llenos de bendiciones.

Tú conoces lo que hay en mi corazón: quiero amarte y servirte, no porque sea un mandato, sino porque lo acepto como una petición de amor respetuosa y lleno de gozo por hacer tu voluntad, la cual, con ella siempre me diriges y quieres lo mejor para mí.

Sagrado Corazón de Jesús, quiero seguir tus pasos, vivir lo que Tú mismo viviste, amar lo que Tú amas, despreciar el mal que te aleja de mí.

Te amo, creo en tus mandamientos, que no son otra cosa que peticiones de amor que brotan de tu sagrado corazón. Amén. Sagrado Corazón de Jesús en ti confío.

Amén.

3. Día 21: Vivir la mortificación.

Es el mandato de Jesús. Mandato duro para los cristianos débiles y demasiado apegados a las propias comodidades.

Mandato suave y dulce para aquellas almas que sienten la belleza de la perfección, gustan las dulzuras íntimas de la vida cristiana.

"Quien quiera seguirme, debe renunciar a sí mismo"

Para seguirle, para ser verdaderos cristianos, debemos corregir nuestros defectos, mortificar nuestras pasiones y nuestros sentidos. El primer médico de nosotros somos nosotros mismos.

Para conocerte bien debes hacer el examen de conciencia cada día, cuando estás libre de ocupaciones materiales.

¿Cómo regulas tus pasiones? ¿Reina en tu corazón la soberbia, la avaricia, la cólera, la indiferencia en hacer el bien, la envidia del bien ajeno? Bajo la excusa de la prudencia,

¿ no escondes, quizá el respeto humano? ¿Cómo mortificas tus sentidos?

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

4. Oración final.

Amantísimo Corazón de Jesús, de Ti provienen abundantes gracias, misericordia y perdón, defiendes a los oprimidos, ayudas a los más débiles, rescatas a los que son despreciados.

Una y otra vez intervienes en cada una de mis debilidades, me acoges, me perdonas y me invitas a convertirme de corazón.

Sagrado Corazón de Jesús, Tú lo sabes todo, Tú escudriñas la profundidad de nuestros corazones y ves nuestro interior, conoces mi debilidad.

Quiero aprender a perdonar y a pedir perdón, a reconocerme pecador y no juzgar a los demás, más bien acudo a Ti, que eres la fuente de la misericordia, para que pongas en mí la gracia de ser misericordioso.

Quiero saber inyectar esperanzas en vez de condenas. Derrama tu amor en mi corazón para solidarizarme con todos. No permitas que sea indiferente ante las personas que necesitan de una palabra de consuelo.

Te suplico, Oh Dios mío, que extiendas tu mano en estos momentos sobre mis heridas y sánalas con tu inmenso amor. Eres el dueño de mi vida. Todo te lo entrego.

Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.

Nota final: El Sagrado Corazón de Jesús quiere inspirar a los corazones de hombres y mujeres de nuestros días para que puedan estar fortalecidos ante los continuos ataques de antivalores de esta sociedad y además infundirles un gran deseo de llevar a cabo grandes obras de las que se creen ser incapaces de realizar.

El Corazón de Jesús le dijo a Santa Margarita María Alacoque:

"Si quieres agradarme confía en Mí. Si quieres agradarme más, confía más. Si quieres agradarme inmensamente, confía inmensamente en Mí".

Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.

Santos del día 21 de junio

 

Santos del día 21 de junio
Undecimo Kalendas iulii
   San Luis Gonzaga, religioso (1 coms.) - Memoria litúrgica   
Memoria de san Luis Gonzaga, religioso, que, nacido de nobilísima estirpe y admirable por su pureza, renunció a favor de su hermano el principado que le correspondía e ingresó en Roma en la Orden de la Compañía de Jesús. Murió, apenas adolescente, por haber asistido durante una grave epidemia a enfermos contagiosos. († 1591)
En Gaël (Ghé), en la Bretaña Menor, san Meveno, abad, que, originario de Cambria, se retiró a los bosques de la Armórica, donde fundó un monasterio. († s. VI)
En el territorio de Evreux, en Neustria, san Leufredo, abad, fundador del monasterio de la Santa Cruz, que presidió durante cuarenta y ocho años. († 738)
En Bourges, en Aquitania, san Radulfo, obispo, el cual, solícito por la vida sacerdotal, junto con presbíteros de la Iglesia que tenía encomendada recogió textos de los santos Padres y de los cánones para uso pastoral. († 866)
En Huesca, ciudad del reino de Aragón, san Ramón, que, siendo canónigo regular, fue designado obispo de Roda y de Barbastro, sede de la que fue expulsado durante tres años por no querer combatir nunca con las armas a los enemigos de la fe cristiana. († 1126)
En Orvieto, en Umbría, beato Tomás Corsini, religioso de la Orden de los Siervos de María. († 1343)
En Londres, en Inglaterra, san Juan Rigby, mártir, el cual, detenido y condenado a la pena capital durante el reinado de Isabel I por haberse reconciliado con la Iglesia católica, fue ahorcado en Southwark y descuartizado mientras aún estaba vivo. († 1600)
En una nave anclada frente al puerto de Rochefort, en Francia, beato Jacobo Morelle Dupas, presbítero y mártir, que, severo para sí mismo y dulce para con los demás, durante la Revolución Francesa fue encarcelado por ser párroco en el territorio de Poitiers y falleció finalmente de hambre. († 1794)
En el lugar de Zapotlanejo, en México, san José Isabel Flores Varela, presbítero, mártir durante la gran persecución contra la religión en aquel país. († 1927)