Los cinco minutos del Espíritu Santo | |||||||||||
Gracias, dulce huésped, por tu presencia discreta y constante | |||||||||||
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Al terminar el año es bueno dejarlo todo en la presencia de Dios, decirle que queremos que todo lo bueno que hemos vivido sea para su gloria, y pedirle al Espíritu Santo que purifique todo lo que no ha sido santo, bello y bueno.
En un año el Espíritu Santo ha hecho muchas cosas en nuestra vida, ha trabajado secretamente en nuestro interior y nos ha enseñado secretos de sabiduría. De nuestras angustias, fracasos, errores y sufrimientos, también ha sacado cosas buenas, aunque nosotros no alcancemos a descubrirlas. Demos gracias al dulce huésped del alma, por su presencia discreta y constante, por su tierna paciencia con nosotros, y sobre todo por su infinito amor, que puede darle sentido a todo lo que hemos vivido. Y para poder comenzar mañana un año mejor, invoquémoslo con toda el alma: "¡Ven Espíritu Santo!". |
viernes, 30 de diciembre de 2016
Gracias, dulce huésped, por tu presencia discreta y constante (Los cinco minutos del Espíritu Santo) 31122016
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