viernes, 23 de febrero de 2018

Evangelio del día y Reflexión del Papa Francisco 23022018

Evangelio del día: El mismo amor que das a Dios debes también darlo a los demás
Mateo 5,20-26 - I Viernes de Cuaresma: No es un buen cristiano el que no se priva de algo necesario, para dar a otro que tenga necesidad

Evangelio según San Mateo 5,20-26

Primero es la reconciliación: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el Reino de los cielos. Han oído que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mataré será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: Todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado al fuego del lugar de castigo. Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último centavo." Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco

Yo no puedo decir: "Pero no, yo cumplo los tres primeros mandamientos… y los otros más o menos". No, si tú no haces estos, eso no puedes hacerlo y si tú haces estos, debes hacer esto.
Están unidos: el amor a Dios y el amor al prójimo son una unidad y si tú quieres hacer penitencia, real no formal, debes hacerla ante Dios y también con tu hermano, con el prójimo.
Se puede tener tanta fe, pero, como dice el Apóstol Santiago, si no haces obras esa fe está muerta, ¿para qué sirve?.
De este modo, a quien va a Misa todos los domingos y toma la comunión, se le puede preguntar:
"¿Y cómo es tu relación con tus empleados? ¿Les pagas en negro? ¿Les pagas el salario justo? ¿También depositas las contribuciones para la jubilación y para el seguro sanitario?"
Cuántos, cuántos hombres y mujeres de fe, tienen fe pero dividen las tablas de la ley:
"Sí, sí yo hago esto" - "¿Pero tú das la limosna?", "Sí, sí, siempre envío un cheque a la Iglesia", "Ah, bien, está bien. Pero en tu Iglesia, en tu casa, con aquellos que dependen de ti, ya sean hijos, o abuelos, o empleados, ¿eres generoso, eres justo?"..
Tú no puedes hacer ofrendas a la Iglesia sobre los hombros de la injusticia que haces con tus empleados. Este es un pecado gravísimo: es usar a Dios para cubrir la injusticia.
No es un buen cristiano el que no se priva de algo necesario, para dar a otro que tenga necesidad. (Reflexión antes del rezo del Ángelus, 20 de febrero de 2015)

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