
Audiencia General, 22 Mayo 2019 © Vatican Media
“Nunca dejemos de hablar al Padre de nuestros hermanos y hermanas” – Catequesis completa
Fin del ciclo sobre el Padre Nuestro
(ZENIT – 22 mayo 2019).- El Papa Francisco ha exhortado a que, en la oración, “nunca dejemos de hablar al Padre de nuestros hermanos y hermanas en la humanidad, para que ninguno de ellos, especialmente los pobres, permanezca sin un consuelo y una porción de amor”.
En la catequesis de hoy, miércoles 24 de abril de 2019, el Santo Padre ha finalizado el ciclo de catequesis sobre el Padre Nuestro. A lo largo de ella, el Pontífice ha subrayado la necesidad de cultivar la oración y de dirigirnos a Dios como Padre, siendo el Espíritu Santo el que nos hace rezar verdaderamente como hijos de Dios.
Audacia de llamar a Dios “Padre”

Jesús el que nos introduce en este rezo, que no es una fórmula, sino una manera de introducirnos por medio de la gracia en la “intimidad filial” con el Señor.
Efectivamente, el Papa ha remarcado que el texto del Padre Nuestro recuerda a las expresiones de oración que aparecen en el Evangelio y ha enumerado algunos ejemplos.
Así, en Getsemaní, Jesús reza y se dirige a Dios con el término “Abbà” (Padre) y san Pablo también utilizó está invocación.
Espíritu Santo, protagonista

“Dios mío, Dios mío”

En el momento de la cruz, cuando Jesús experimenta el mayor dolor, enuncia “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mt 27:46). Y en ese “mío”, que reitera la consabida relación filial, “está el núcleo de la relación con el Padre, está el núcleo de la fe y de la oración”, explica el Obispo de Roma.
Orar en cualquier situación

Finalmente, el Papa Francisco ha propuesto repetir la siguiente oración de Jesús: “Te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a pequeños” (Lc 10:21 ).
Para rezar, concluyó el Obispo de Roma, “tenemos que hacernos pequeños, para que el Espíritu Santo venga a nosotros y sea Él quien nos guíe en la oración”.
A continuación exponemos la catequesis completa del Santo Padre.
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Catequesis del Santo Padre
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!


En otros pasajes del Evangelio, Jesús insiste con sus discípulos para que cultiven un espíritu de oración. La oración debe ser insistente, y sobre todo, debe recordar a los hermanos, especialmente cuando vivimos relaciones difíciles con ellos. Jesús dice: “Y cuando os pongáis de pie para orar, perdonad, si tienes algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone vuestras ofensas” (Mc 11, 25). ¿Cómo podemos dejar de reconocer la similitud con el “Padre Nuestro” en estas expresiones? Y los ejemplos podrían ser numerosos, también para nosotros.

Considerando el Nuevo Testamento en conjunto, resalta claramente que el primer protagonista de toda oración cristiana es el Espíritu Santo. No lo olvidemos: el protagonista de toda oración cristiana es el Espíritu Santo. Nosotros no podríamos rezar nunca sin la fuerza del Espíritu Santo. Es él quien reza en nosotros y nos mueve a rezar bien. Podemos pedir al Espíritu Santo que nos enseñe a rezar, porque Él es el protagonista, el que hace la verdadera oración en nosotros. Él sopla en el corazón de cada uno de nosotros que somos discípulos de Jesús. El Espíritu nos hace capaces de orar como hijos de Dios, como realmente somos por el Bautismo. El Espíritu nos hace rezar en el “surco” que Jesús excavó para nosotros. Este es el misterio de la oración cristiana: la gracia nos atrae a ese diálogo de amor de la Santísima Trinidad.


Al final de esta catequesis, podemos repetir esa oración de Jesús: “Te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a pequeños” (Lc 10:21 ). Para rezar tenemos que hacernos pequeños, para que el Espíritu Santo venga a nosotros y sea Él quien nos guíe en la oración.
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