11 de marzo: Nuestra Señora de la Caridad de Toledo
En la ciudad de Illescas se venera a la Virgen de la Caridad, que según una leyenda no fue realizada por manos humanas sino angélicas. Su primer milagro fue el 11 de marzo de 1562 cuando desentumeció las piernas de una tullida.
También se la vincula a san Ildefonso y al Greco que pintó 5 lienzos en su honor que se exhiben en su santuario.
La advocación de la Caridad se ha extendido por varias tierras, quizás la mas conocida es la Caridad del Cobre patrona de Cuba…
A mitad de camino entre Madrid y Toledo se encuentra la villa de Illescas. Parece ser la antigua “Illacuris” (ciudad descanso) de la Carpetania ibérica. Illescas fue lugar de paso y posada entre los siglos XIV y XVII para los monarcas castellanos, desde el Trastámara Juan I hasta los Reyes Católicos, y también para los reyes de España desde el emperador Carlos a Felipe III. Estos monarcas y la población de la comarca sagreña han venerado tradicionalmente en Illescas una Imagen de la Virgen con el título de la Caridad. Su historia mereció la coronación canónica por manos del cardenal Plá y Deniel el 12 de octubre de 1955.
Como todas las imágenes antiguas ésta también tiene su tradición, que nos dice fue realizada por el evangelista San Lucas en Antioquia y traída a la ciudad de Toledo por San Pedro apóstol entre los años 50 y 60, cuando éste viajó a Hispania. Esta Imagen pequeña y morena sería de las “aquerotipas”, es decir, no hechas por mano humana, sino por ángeles, o talladas por San Lucas.
Terminó en manos de San Ildefonso de Toledo, a quien inspiró su célebre “Tratado de la perpetua virginidad de Santa María”, antes de que el santo arzobispo la donara al monasterio Deibiense ubicado en el perímetro de la actual Illescas.
San Ildefonso, cuando era arzobispo de Toledo y en el año 636 vino a Illescas a fundar un monasterio de la orden de San Benito, donde coloca la imagen de la Virgen.
Esta leyenda inspiró uno de los cinco famosos lienzos pintados por el Greco para el retablo de la capilla de la Virgen en 1600, el arzobispo, con la pluma en la mano, mira a al Imagen, que tiene a su vera, esperando que le ilumine para escribir.
LA HISTORIA
La historia real surge a caballo entre los siglos XV y XVI. Parece que desde el siglo XII existía en Illescas una ermita de la Virgen y un hospitalito para peregrinos y enfermos. Hacia 1500 el cardenal Cisneros solicitó a la villa ese conjunto para fundar un convento de monjas franciscanas que andando los años se convertiría en el actual monasterio de la Inmaculada Concepción, Orden fundada en Toledo por Santa Beatriz de Silva y aprobada por el Papa en 1489. En compensación el cardenal se comprometía a levantar un hospital e iglesia mejores dentro de Illescas.
Así se hizo, pero hacia 1600 el pueblo de Illescas decidió con el esfuerzo de todos erigir un santuario más espacioso y bello, contratando a notables artistas como Nicolás de Vergara y el mismo Greco.
No puede ignorarse lo que escribe en 1588 el erudito Beneficiado mozárabe de la catedral toledana Maestro Alonso de Villegas en la tercera parte de su “Flos Sanctorum”: “Illescas, villa de la Diócesis de Toledo, distante de la ciudad por seis leguas, ilustrada con una de la Madre de Dios, llamada de la Charidad, donde ocurre gente de diversas partes y particularmente enfermos que son favorecidos y remediados por los méritos y intercesión de la virgen”…
Y refiriéndose al monasterio de la Santa Cruz, fundado en el vecino pueblo de Cubas de la Sagra por la monja conocida popularmente como “la santa Juana”, continúa: “por relación de monjas ancianas de la misma casa y monasterio se sabe que fue del la imagen que en Illescas está reverenciada, la cual una devota mujer que servía a las monjas, juntándose con otras mujeres y con música de panderos lleuaua la sancta ymagen quitándola de sobre la puerta de la clausura de las monjas donde estaba, y la traya por los pueblos de la comarca, pidiendo para vestirla, y con lo que daban la tenia muy lucida y aseada, y de esta manera una vez la dejo en Illescas y perdiéndola el monasterio la gano la villa y quedo con ella el origen de aquella sancta y que he podido descubrir es este, la cual es de pequeña estatura, algo morena y por extremo deuota”.
Podría confirmar esta narración otro hecho cierto: Que poco después de 1500 fundó Cisneros el monasterio de monjas franciscanas, al menos tres de las primeras procedían de dicho monasterio de Santa Cruz, de Cubas. Pudo muy bien quedarse aquella imagen peregrina en este monasterio de monjas franciscanas y, dada la veneración despertada en todo la comarca, pasar al nuevo hospital y santuario erigido por Cisneros, ampliado y embellecido en 1600. Pero, de ser así, no implica que la advocación “de la Caridad” naciera entonces, pues ya parece se invocaba así a la Virgen en la ermita y hospitalito medieval, aunque hubiese perecido la antigua imagen.
Aquella primera imagen “pequeña y morena” se ha dicho que está embutida dentro de la actual, barroca, que se expone a la devoción de los fieles. Prescindiendo de esto o desconociéndolo, el Greco pintó a la Virgen de la caridad, y bajo su manto maternal unos caballeros, uno de ellos – dicen los entendidos – su hijo Jorge Manuel. Esta iniciativa parece le ocasionó algún disgusto con el patronato que le encargó la obra. Otros piensan que, en realidad, Theotokópoulos no pintó a la Virgen sino a la Virtud teologal de la Caridad.
LA IMAGEN
La Virgen que hoy se admira en el Santuario es una talla del siglo XIX, pero se conserva una más antigua, posiblemente del siglo XIII. Lo más probable es que con la invasión musulmana se destruyera la imagen de la Virgen que trajo San Ildefonso en el siglo VII, pero tras la reconquista hacia el siglo XII o XIII se debió realizar una réplica de la anterior, una talla de la Virgen sedente con el Niño en brazos, seguramente morena y de estilo románico.
Hacia el siglo XVI, cuando llega a España la moda de vestir a las imágenes, se le serró la cabeza y las manos para poderla engalanar con los mantos que la regalaban. Y ya en el siglo XIX, se decide sustituir el rostro moreno de la Virgen antigua por uno más blanco y sonrosado, que es el hoy contemplamos.
EL MILAGRO
La Virgen de la Caridad tiene fama de milagrosa. El primer milagro que se historió tuvo lugar el 11 de marzo de 1562. Todos los años es recordado en una popular fiesta. Pero las fiestas patronales se celebran el 31 de agosto, precedidas por solemne novena.
Así lo describe el Libro de los Milagros de Nuestra Señora, expuesto en el Museo del Hospital – Santuario de la Caridad: “Sobre las nueve de la mañana del día 11 de marzo de 1562, había ingresado en el hospital una moza tullida, Francisca de la Cruz, que tenía las pantorrillas pegadas a los calcañares y no podía andar sino a gatas.
Venía echada de bruces sobre un borriquillo con dos costales de paja atados a los largo de los lados del lomo. Era acompañada de los hospitaleros de Torrejón de Velasco, Pedro Marcos y su mujer Mari Rodríguez, e iba camino de Toledo, dónde ingresaría en el Hospital de los Incurables.
Ella había oído hablar de las mercedes de la Virgen de la Caridad, y recién llegada, la hospitalera le recomienda acuda a la Sra. a suplicar la salud. Se hallaba en el patio del Hospital echada al sol y andando a gatas se llegó hasta cerca de la entrada a la capilla. Había muchos testigos, y abiertas las puertas, comenzó a hacer oración rogando a la Sra. le diera la salud en sus piernas o la llevase de esta vida.
Luego le vino un sudor con desmayo que no sabía si era a causa de no haber comido. Siguió arrastrándose hasta las gradas del altar y sentada en ellas, por espacio de una hora vino haciendo oración y empezó a notar se le despegaban y desentumecían las piernas y probó tenerse en ellas, y la hospitalera que la vio se arrimó a ella con un báculo, pero Francisca sin ayuda alguna se incorporó y salió por sus pies andando por todas las salas del hospital, proclamando a voces el milagro y también salió por las calles del pueblo. Serían como las dos de la tarde”.
LA VIRGEN DE FUERA DE ILLESCAS
La Virgen de la Caridad es la patrona de las ciudades españolas de Illescas, Cartagena, Villarrobledo, y Sanlúcar de Barrameda. También es patrona del pueblo extremeño de Navalvillar de Pela (Badajoz).
El gran fervor y admiración sentido por la Virgen de la Caridad propulsó la realización de réplicas de esta imagen que fueron llevadas a distintos puntos de España como Calatayud, Sanlúcar de Barrameda, Requena, etc., y puntos de América como en Tlaxcala (México) y en la Isla de Cuba.
Sabemos de la existencia de documentos antiguos, que se encuentran en el Archivo General de Indias, que hacen referencia a la venida de la Virgen de la Caridad a las serranías de cobre de Cuba. Según estos escritos un illescano, Francisco Sánchez de Moya, capitán de artillería, recibió el 3 de mayo de 1597, un mandato del Rey Felipe II para que se fuera a las minas de la Sierra del Cobre a defender aquellas costas de los ataques de piratas ingleses. A sus vez se le hizo el encargo de erigir una pequeña iglesia, lugar donde los soldados y mineros pudieran acudir a encomendarse y pedir sus suplicas a la tan adorada imagen de la Virgen de la Caridad. Este Capitán mandó tallar en Toledo antes de su partida hacia ese nuevo mundo, una replica de la Virgen de la Caridad y de esta manera poder seguir sintiendo cerca la protección de su Virgen amada.
Actualmente la Virgen de la Caridad del Cobre es la Patrona de Cuba, este solemne nombramiento fue proclamado por el Papa Benedicto XV en el año 1916. Posteriormente en un viaje realizado por Juan Pablo II a la Isla de Cuba en el año 1998, coronó con gran dignidad a la Virgen como Patrona de Cuba.
También se la vincula a san Ildefonso y al Greco que pintó 5 lienzos en su honor que se exhiben en su santuario.
La advocación de la Caridad se ha extendido por varias tierras, quizás la mas conocida es la Caridad del Cobre patrona de Cuba…
A mitad de camino entre Madrid y Toledo se encuentra la villa de Illescas. Parece ser la antigua “Illacuris” (ciudad descanso) de la Carpetania ibérica. Illescas fue lugar de paso y posada entre los siglos XIV y XVII para los monarcas castellanos, desde el Trastámara Juan I hasta los Reyes Católicos, y también para los reyes de España desde el emperador Carlos a Felipe III. Estos monarcas y la población de la comarca sagreña han venerado tradicionalmente en Illescas una Imagen de la Virgen con el título de la Caridad. Su historia mereció la coronación canónica por manos del cardenal Plá y Deniel el 12 de octubre de 1955.
Como todas las imágenes antiguas ésta también tiene su tradición, que nos dice fue realizada por el evangelista San Lucas en Antioquia y traída a la ciudad de Toledo por San Pedro apóstol entre los años 50 y 60, cuando éste viajó a Hispania. Esta Imagen pequeña y morena sería de las “aquerotipas”, es decir, no hechas por mano humana, sino por ángeles, o talladas por San Lucas.
Terminó en manos de San Ildefonso de Toledo, a quien inspiró su célebre “Tratado de la perpetua virginidad de Santa María”, antes de que el santo arzobispo la donara al monasterio Deibiense ubicado en el perímetro de la actual Illescas.
San Ildefonso, cuando era arzobispo de Toledo y en el año 636 vino a Illescas a fundar un monasterio de la orden de San Benito, donde coloca la imagen de la Virgen.
Esta leyenda inspiró uno de los cinco famosos lienzos pintados por el Greco para el retablo de la capilla de la Virgen en 1600, el arzobispo, con la pluma en la mano, mira a al Imagen, que tiene a su vera, esperando que le ilumine para escribir.
LA HISTORIA
La historia real surge a caballo entre los siglos XV y XVI. Parece que desde el siglo XII existía en Illescas una ermita de la Virgen y un hospitalito para peregrinos y enfermos. Hacia 1500 el cardenal Cisneros solicitó a la villa ese conjunto para fundar un convento de monjas franciscanas que andando los años se convertiría en el actual monasterio de la Inmaculada Concepción, Orden fundada en Toledo por Santa Beatriz de Silva y aprobada por el Papa en 1489. En compensación el cardenal se comprometía a levantar un hospital e iglesia mejores dentro de Illescas.
Así se hizo, pero hacia 1600 el pueblo de Illescas decidió con el esfuerzo de todos erigir un santuario más espacioso y bello, contratando a notables artistas como Nicolás de Vergara y el mismo Greco.
No puede ignorarse lo que escribe en 1588 el erudito Beneficiado mozárabe de la catedral toledana Maestro Alonso de Villegas en la tercera parte de su “Flos Sanctorum”: “Illescas, villa de la Diócesis de Toledo, distante de la ciudad por seis leguas, ilustrada con una de la Madre de Dios, llamada de la Charidad, donde ocurre gente de diversas partes y particularmente enfermos que son favorecidos y remediados por los méritos y intercesión de la virgen”…
Y refiriéndose al monasterio de la Santa Cruz, fundado en el vecino pueblo de Cubas de la Sagra por la monja conocida popularmente como “la santa Juana”, continúa: “por relación de monjas ancianas de la misma casa y monasterio se sabe que fue del la imagen que en Illescas está reverenciada, la cual una devota mujer que servía a las monjas, juntándose con otras mujeres y con música de panderos lleuaua la sancta ymagen quitándola de sobre la puerta de la clausura de las monjas donde estaba, y la traya por los pueblos de la comarca, pidiendo para vestirla, y con lo que daban la tenia muy lucida y aseada, y de esta manera una vez la dejo en Illescas y perdiéndola el monasterio la gano la villa y quedo con ella el origen de aquella sancta y que he podido descubrir es este, la cual es de pequeña estatura, algo morena y por extremo deuota”.
Podría confirmar esta narración otro hecho cierto: Que poco después de 1500 fundó Cisneros el monasterio de monjas franciscanas, al menos tres de las primeras procedían de dicho monasterio de Santa Cruz, de Cubas. Pudo muy bien quedarse aquella imagen peregrina en este monasterio de monjas franciscanas y, dada la veneración despertada en todo la comarca, pasar al nuevo hospital y santuario erigido por Cisneros, ampliado y embellecido en 1600. Pero, de ser así, no implica que la advocación “de la Caridad” naciera entonces, pues ya parece se invocaba así a la Virgen en la ermita y hospitalito medieval, aunque hubiese perecido la antigua imagen.
Aquella primera imagen “pequeña y morena” se ha dicho que está embutida dentro de la actual, barroca, que se expone a la devoción de los fieles. Prescindiendo de esto o desconociéndolo, el Greco pintó a la Virgen de la caridad, y bajo su manto maternal unos caballeros, uno de ellos – dicen los entendidos – su hijo Jorge Manuel. Esta iniciativa parece le ocasionó algún disgusto con el patronato que le encargó la obra. Otros piensan que, en realidad, Theotokópoulos no pintó a la Virgen sino a la Virtud teologal de la Caridad.
LA IMAGEN
La Virgen que hoy se admira en el Santuario es una talla del siglo XIX, pero se conserva una más antigua, posiblemente del siglo XIII. Lo más probable es que con la invasión musulmana se destruyera la imagen de la Virgen que trajo San Ildefonso en el siglo VII, pero tras la reconquista hacia el siglo XII o XIII se debió realizar una réplica de la anterior, una talla de la Virgen sedente con el Niño en brazos, seguramente morena y de estilo románico.
Hacia el siglo XVI, cuando llega a España la moda de vestir a las imágenes, se le serró la cabeza y las manos para poderla engalanar con los mantos que la regalaban. Y ya en el siglo XIX, se decide sustituir el rostro moreno de la Virgen antigua por uno más blanco y sonrosado, que es el hoy contemplamos.
EL MILAGRO
La Virgen de la Caridad tiene fama de milagrosa. El primer milagro que se historió tuvo lugar el 11 de marzo de 1562. Todos los años es recordado en una popular fiesta. Pero las fiestas patronales se celebran el 31 de agosto, precedidas por solemne novena.
Así lo describe el Libro de los Milagros de Nuestra Señora, expuesto en el Museo del Hospital – Santuario de la Caridad: “Sobre las nueve de la mañana del día 11 de marzo de 1562, había ingresado en el hospital una moza tullida, Francisca de la Cruz, que tenía las pantorrillas pegadas a los calcañares y no podía andar sino a gatas.
Venía echada de bruces sobre un borriquillo con dos costales de paja atados a los largo de los lados del lomo. Era acompañada de los hospitaleros de Torrejón de Velasco, Pedro Marcos y su mujer Mari Rodríguez, e iba camino de Toledo, dónde ingresaría en el Hospital de los Incurables.
Ella había oído hablar de las mercedes de la Virgen de la Caridad, y recién llegada, la hospitalera le recomienda acuda a la Sra. a suplicar la salud. Se hallaba en el patio del Hospital echada al sol y andando a gatas se llegó hasta cerca de la entrada a la capilla. Había muchos testigos, y abiertas las puertas, comenzó a hacer oración rogando a la Sra. le diera la salud en sus piernas o la llevase de esta vida.
Luego le vino un sudor con desmayo que no sabía si era a causa de no haber comido. Siguió arrastrándose hasta las gradas del altar y sentada en ellas, por espacio de una hora vino haciendo oración y empezó a notar se le despegaban y desentumecían las piernas y probó tenerse en ellas, y la hospitalera que la vio se arrimó a ella con un báculo, pero Francisca sin ayuda alguna se incorporó y salió por sus pies andando por todas las salas del hospital, proclamando a voces el milagro y también salió por las calles del pueblo. Serían como las dos de la tarde”.
LA VIRGEN DE FUERA DE ILLESCAS
La Virgen de la Caridad es la patrona de las ciudades españolas de Illescas, Cartagena, Villarrobledo, y Sanlúcar de Barrameda. También es patrona del pueblo extremeño de Navalvillar de Pela (Badajoz).
El gran fervor y admiración sentido por la Virgen de la Caridad propulsó la realización de réplicas de esta imagen que fueron llevadas a distintos puntos de España como Calatayud, Sanlúcar de Barrameda, Requena, etc., y puntos de América como en Tlaxcala (México) y en la Isla de Cuba.
Sabemos de la existencia de documentos antiguos, que se encuentran en el Archivo General de Indias, que hacen referencia a la venida de la Virgen de la Caridad a las serranías de cobre de Cuba. Según estos escritos un illescano, Francisco Sánchez de Moya, capitán de artillería, recibió el 3 de mayo de 1597, un mandato del Rey Felipe II para que se fuera a las minas de la Sierra del Cobre a defender aquellas costas de los ataques de piratas ingleses. A sus vez se le hizo el encargo de erigir una pequeña iglesia, lugar donde los soldados y mineros pudieran acudir a encomendarse y pedir sus suplicas a la tan adorada imagen de la Virgen de la Caridad. Este Capitán mandó tallar en Toledo antes de su partida hacia ese nuevo mundo, una replica de la Virgen de la Caridad y de esta manera poder seguir sintiendo cerca la protección de su Virgen amada.
Actualmente la Virgen de la Caridad del Cobre es la Patrona de Cuba, este solemne nombramiento fue proclamado por el Papa Benedicto XV en el año 1916. Posteriormente en un viaje realizado por Juan Pablo II a la Isla de Cuba en el año 1998, coronó con gran dignidad a la Virgen como Patrona de Cuba.
(fuente: forosdelavirgen.org)
No hay comentarios:
Publicar un comentario