22 de mayo: Nuestra Señora de la Misericordia de Bovegno
En 1527 una joven muy pobre encontró unas monedas de plata y una semana mas tarde se le apareció la Virgen pidiendo 3 días de ayuno al pueblo y levantar una iglesia por su intercesión especial ante Jesús... Muchas gracias y curaciones se realizaron a partir de allí, lo cual está documentado en gran parte. El santuario se terminó de construir 6 años después.
Bovegno es una comuna de la provincia de Bresciai en la Lombardía. Está localizada en el valle llamado Trompia (Valtrompia). A 750 metros sobre el nivel del mar, en la localidad Cruz de Savenone, territorio de la Comuna de Pezzaze, pero bajo la jurisdicción eclesiástica de la antigua parroquia de San Giorgio di Bovegno, el 22 de mayo de 1527 apareció la Santísima Virgen María a la joven María Amadini, huérfana de padre y madre, de 22 años, "normal de cuerpo y mente", como escribió desde Brescia el 18 de junio de ese año Graziadio del Collio, ciudadano Bresciano, a Vincenzo Guidoto secretario ducal que le informaba de las "cosas impresionantes sucedidas”, incluida la manifestación visible de "Nuestra Señora vestida de blanco en hábito monástico" de extraordinaria "gravedad y belleza y con mucho esplendor", la cual declaró ser "la Virgen María" y después de desaparecer "dejó en ese lugar una fragancia increíble".
Con la autorización del ordinario diocesano, Mons. Paolo Zane, fue "iniciada" una iglesia en el lugar en que María posó sus "santos pies", enriquecida con donaciones y limosnas y todas maravillosos gracias, tanto es así que el 18 de junio de 1527 se recogieron más de dos mil ducados y todos los días creció la ofrenda, la devoción, y las personas que espontáneamente se acercaban a trabajar en la montaña, (...).
LA APARICIÓN DE NUESTRA SEÑORA
Se narra que el 14 ó 15 mayo 1527 María Amadini, una joven de 22 años perteneciente a una familia pobre, sin saber mas qué hacer para alimentar a su familia y, en particular, para aliviar el sufrimiento del hermano enfermo, llegó a casa temprano para ir a la recoger leña para ser llevada a la panadería con la esperanza de poder obtener a cambio un poco de pan. La joven, muy devota, vivía pobremente junto con dos hermanos más pequeños, que cuidaba amorosamente, sobre todo a Andrea, de doce años, enfermo a causa de una enfermedad grave que cubría su cuerpo de llagas repugnantes. Mientras en el bosque recogía madera cortada en la base de los troncos moviendo la tierra, descubrió monedas de plata pura. Primero tuvo miedo, pero inspirada por el Señor, comenzó a recoger las monedas y llenar el delantal, y con esa preciosa carga entró a la aldea mostrándola a todos. Muchos fueron allí con palas y picos, con la esperanza de encontrar más tesoros, pero no encontraron nada, lo que demuestra la unicidad del hecho. Pero esto fue es sólo el inicio de un hecho aún más sensacional.
El 22 de mayo, unos ocho días después del descubrimiento de las monedas, María Amadini, salió fue rezar el Rosario y agradecer a la Virgen por la fortuna, y mientras estaba recogida en oración, siente un voz que la llama por su nombre. Ella mira a su alrededor pero no ve a nadie. Tiene miedo de volver sobre sus pasos, cuando la voz se hace sentir de nuevo. Aumenta su temor, pero la voz una vez más la llama con firmeza hasta que finalmente responde con un típico Bresciano "bien". Mientras alza sus ojos, ansiosos y curiosos, aparece una Señora con una gran manto y con una especie de hábito de monje, de tal solemnidad y grave aspecto y de tal esplendor y belleza que pierde el aliento y comienza a llorar.
Después de esta solemne aparición la Señora se dirige a María con dulzura y le dice: "Bien has respondido, bien has recibido y bien recibirás. Sabe que soy la Virgen María de la cual sois tan devota, persevera en hacer el bien tal como lo has hecho hasta ahora, porque por eso serás salvada. Sabe que el primero de este mes de mayo, mi hijo había preparado un flagelo en la tierra como no había habido y yo de rodillas a sus pies y implorando su gracia, imploré la remisión de aquel castigo. Esta tendrás que darlo a conocer a todos, diciéndoles que durante tres sábados ayunen a pan y agua y hagan penitencia por sus pecados para que mi hijo no decida otro castigo de nuevo. Haciendo todo esto no tienen nada que temer de ningún tipo de castigo."
Esta es la historia más probable de la aparición. Se dice que para demostrar la veracidad de la aparición, Nuestra Señora había dicho a María que quien se pasara la mano en el pecho y mostrara su lepra sería curado. Además, referente a la iglesia que se construirá en ese lugar, “todos los enfermos que hayan contribuido a la construcción serán sanados”. Tanta fue la impresión de la gente que después de unos días se decidió construir el Santuario confiado a Agostino Castelli.
Fueron muchos los sucesos: la presencia de fieles y peregrinaciones continuas, la concesión de indulgencias en 1533, la autorización para la construcción de un albergue para atender las necesidades de los peregrinos, la concesión otorgada 8 de julio del mismo año 1527 para el uso de un altar provisorio para las celebraciones antes de la construcción de la iglesia. A Nuestra Señora de la Misericordia se atribuyeron numerosos milagros y curaciones, como lo demuestran diversos documentos de los que se lleva registro en la iglesia parroquial de Bovegno a partir de la mitad del 1500, y también los numerosos exvotos, colgados en las paredes y que en la actualidad se mantienen en escaparates colocados a la entrada y en la sacristía. Las gracias y los favores de la Virgen a los ciudadanos de Bovegno fueron documentadas.
EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE BOVEGNO
Inmediatamente comenzó la construcción del magnífico edificio renacentista, atribuido a Agostino da Castello, arquitecto Bresciano que también hizo el proyecto del santuario de la Madonna della Stella en San Vigilio di Concesio.
Debido a que muchas personas acudieron de todas partes para dar ofrendas o a prestar su trabajo desde ese primer sitio, que se completó en 1533, las celebraciones inicialmente se hicieron en un altar provisorio.
El edificio está ajustado a un patrón de cruz griega con cúpula central segmentada y una bóveda de cañón. La fachada fue reconstruida entre 1768 y 1787 por el arquitecto Matteo Gatta, hace que sea imposible imaginar la complejidad del Interior (ya que es ocultada por frontón triangular) de la cúpula Hay numerosas obras que enriquecen el interior del santuario. Importantes pinturas del '500, del '600 y del '700 (Francesco Richini, Tommaso Bona, Francesco Giugno, Giovanni Antonio Italiani, Stefano Geroldi), el retablo mayor fue pintado por Antonio Gandino en 1610, pero sobre todo resalta un hermoso trabajo de madera en la sacristía tallado a principios del '700. Afuera, en la fachada principal hay una gran escultura del siglo XVII de la Madonna della Misericordia (obra del escultor Antonio Carra il Vecchio de Lugano, situada en 1617). El campanario, finalizado en 1582, termina con una hermosa cúpula barroca de cebolla, recubierta con láminas de cobre y recientemente restaurada. De época coetánea o ligeramente más tarde de la sagrada estructura es probablemente el cuerpo adyacente al templo. El pórtico de la parte lateral de la iglesia se remonta al siglo XIX.
Al lado del santuario había una escuela o confraternidad especialmente activa, que recogía ofrendas, honraba las festividades, y cumplía obras de caridad cristiana y asistencia, contribuyendo a mantener viva la devoción a María. Se llega al santuario por una calle salpicada de cuadros, algunos se dedican a la Virgen, otros evocan la milagrosa aparición. El camino sagrado puede continuar a lo largo de un camino de tierra directamente a la pequeña iglesia de Eto Lavone dedicada a San Nicolás, donde la Madonna della Misericordia (anteriormente invocada contra la peste) se representa en un fresco renacentista, que con el manto protege a los fieles.
Bovegno es una comuna de la provincia de Bresciai en la Lombardía. Está localizada en el valle llamado Trompia (Valtrompia). A 750 metros sobre el nivel del mar, en la localidad Cruz de Savenone, territorio de la Comuna de Pezzaze, pero bajo la jurisdicción eclesiástica de la antigua parroquia de San Giorgio di Bovegno, el 22 de mayo de 1527 apareció la Santísima Virgen María a la joven María Amadini, huérfana de padre y madre, de 22 años, "normal de cuerpo y mente", como escribió desde Brescia el 18 de junio de ese año Graziadio del Collio, ciudadano Bresciano, a Vincenzo Guidoto secretario ducal que le informaba de las "cosas impresionantes sucedidas”, incluida la manifestación visible de "Nuestra Señora vestida de blanco en hábito monástico" de extraordinaria "gravedad y belleza y con mucho esplendor", la cual declaró ser "la Virgen María" y después de desaparecer "dejó en ese lugar una fragancia increíble".
Con la autorización del ordinario diocesano, Mons. Paolo Zane, fue "iniciada" una iglesia en el lugar en que María posó sus "santos pies", enriquecida con donaciones y limosnas y todas maravillosos gracias, tanto es así que el 18 de junio de 1527 se recogieron más de dos mil ducados y todos los días creció la ofrenda, la devoción, y las personas que espontáneamente se acercaban a trabajar en la montaña, (...).
LA APARICIÓN DE NUESTRA SEÑORA
Se narra que el 14 ó 15 mayo 1527 María Amadini, una joven de 22 años perteneciente a una familia pobre, sin saber mas qué hacer para alimentar a su familia y, en particular, para aliviar el sufrimiento del hermano enfermo, llegó a casa temprano para ir a la recoger leña para ser llevada a la panadería con la esperanza de poder obtener a cambio un poco de pan. La joven, muy devota, vivía pobremente junto con dos hermanos más pequeños, que cuidaba amorosamente, sobre todo a Andrea, de doce años, enfermo a causa de una enfermedad grave que cubría su cuerpo de llagas repugnantes. Mientras en el bosque recogía madera cortada en la base de los troncos moviendo la tierra, descubrió monedas de plata pura. Primero tuvo miedo, pero inspirada por el Señor, comenzó a recoger las monedas y llenar el delantal, y con esa preciosa carga entró a la aldea mostrándola a todos. Muchos fueron allí con palas y picos, con la esperanza de encontrar más tesoros, pero no encontraron nada, lo que demuestra la unicidad del hecho. Pero esto fue es sólo el inicio de un hecho aún más sensacional.
El 22 de mayo, unos ocho días después del descubrimiento de las monedas, María Amadini, salió fue rezar el Rosario y agradecer a la Virgen por la fortuna, y mientras estaba recogida en oración, siente un voz que la llama por su nombre. Ella mira a su alrededor pero no ve a nadie. Tiene miedo de volver sobre sus pasos, cuando la voz se hace sentir de nuevo. Aumenta su temor, pero la voz una vez más la llama con firmeza hasta que finalmente responde con un típico Bresciano "bien". Mientras alza sus ojos, ansiosos y curiosos, aparece una Señora con una gran manto y con una especie de hábito de monje, de tal solemnidad y grave aspecto y de tal esplendor y belleza que pierde el aliento y comienza a llorar.
Después de esta solemne aparición la Señora se dirige a María con dulzura y le dice: "Bien has respondido, bien has recibido y bien recibirás. Sabe que soy la Virgen María de la cual sois tan devota, persevera en hacer el bien tal como lo has hecho hasta ahora, porque por eso serás salvada. Sabe que el primero de este mes de mayo, mi hijo había preparado un flagelo en la tierra como no había habido y yo de rodillas a sus pies y implorando su gracia, imploré la remisión de aquel castigo. Esta tendrás que darlo a conocer a todos, diciéndoles que durante tres sábados ayunen a pan y agua y hagan penitencia por sus pecados para que mi hijo no decida otro castigo de nuevo. Haciendo todo esto no tienen nada que temer de ningún tipo de castigo."
Esta es la historia más probable de la aparición. Se dice que para demostrar la veracidad de la aparición, Nuestra Señora había dicho a María que quien se pasara la mano en el pecho y mostrara su lepra sería curado. Además, referente a la iglesia que se construirá en ese lugar, “todos los enfermos que hayan contribuido a la construcción serán sanados”. Tanta fue la impresión de la gente que después de unos días se decidió construir el Santuario confiado a Agostino Castelli.
Fueron muchos los sucesos: la presencia de fieles y peregrinaciones continuas, la concesión de indulgencias en 1533, la autorización para la construcción de un albergue para atender las necesidades de los peregrinos, la concesión otorgada 8 de julio del mismo año 1527 para el uso de un altar provisorio para las celebraciones antes de la construcción de la iglesia. A Nuestra Señora de la Misericordia se atribuyeron numerosos milagros y curaciones, como lo demuestran diversos documentos de los que se lleva registro en la iglesia parroquial de Bovegno a partir de la mitad del 1500, y también los numerosos exvotos, colgados en las paredes y que en la actualidad se mantienen en escaparates colocados a la entrada y en la sacristía. Las gracias y los favores de la Virgen a los ciudadanos de Bovegno fueron documentadas.
EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE BOVEGNO
Inmediatamente comenzó la construcción del magnífico edificio renacentista, atribuido a Agostino da Castello, arquitecto Bresciano que también hizo el proyecto del santuario de la Madonna della Stella en San Vigilio di Concesio.
Debido a que muchas personas acudieron de todas partes para dar ofrendas o a prestar su trabajo desde ese primer sitio, que se completó en 1533, las celebraciones inicialmente se hicieron en un altar provisorio.
El edificio está ajustado a un patrón de cruz griega con cúpula central segmentada y una bóveda de cañón. La fachada fue reconstruida entre 1768 y 1787 por el arquitecto Matteo Gatta, hace que sea imposible imaginar la complejidad del Interior (ya que es ocultada por frontón triangular) de la cúpula Hay numerosas obras que enriquecen el interior del santuario. Importantes pinturas del '500, del '600 y del '700 (Francesco Richini, Tommaso Bona, Francesco Giugno, Giovanni Antonio Italiani, Stefano Geroldi), el retablo mayor fue pintado por Antonio Gandino en 1610, pero sobre todo resalta un hermoso trabajo de madera en la sacristía tallado a principios del '700. Afuera, en la fachada principal hay una gran escultura del siglo XVII de la Madonna della Misericordia (obra del escultor Antonio Carra il Vecchio de Lugano, situada en 1617). El campanario, finalizado en 1582, termina con una hermosa cúpula barroca de cebolla, recubierta con láminas de cobre y recientemente restaurada. De época coetánea o ligeramente más tarde de la sagrada estructura es probablemente el cuerpo adyacente al templo. El pórtico de la parte lateral de la iglesia se remonta al siglo XIX.
Al lado del santuario había una escuela o confraternidad especialmente activa, que recogía ofrendas, honraba las festividades, y cumplía obras de caridad cristiana y asistencia, contribuyendo a mantener viva la devoción a María. Se llega al santuario por una calle salpicada de cuadros, algunos se dedican a la Virgen, otros evocan la milagrosa aparición. El camino sagrado puede continuar a lo largo de un camino de tierra directamente a la pequeña iglesia de Eto Lavone dedicada a San Nicolás, donde la Madonna della Misericordia (anteriormente invocada contra la peste) se representa en un fresco renacentista, que con el manto protege a los fieles.
(fuente: foros-virgen-maria.blogspot.com.ar)
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