domingo, 14 de mayo de 2023

A leer y escribir - Domingo 6º de Pascua Ciclo A (14.05.2023): Juan 14,15-21(ME QUEDARÉ SIEMPRE CONTIGO) y CINCO MINUTOS de AIRES BÍBLICOS - Semana 25ª (14.05.2023): Elecciones

 

A leer y escribir

Leyente inteligente

Leyente que dudas y te preguntas

Leyente y caminante

Buen momento ahora, cuando paseas de renglón en renglón.

Buen momento ahora, cuando imaginas.

Buen momento ahora, cuando respiras; cuando solo sabes que respiras.

Así descansas

Así te llenas de silencios

Así te arraigas hasta aprender a volar

Escribí para entender un texto

Escribí para entenderme

Escribí para vivir

Yo soy

Tú eres

Nosotros somos

Claro

Sencillo

Natural

Lo sabes

Lo sabemos

Lo compartimos

Juntar palabras es amasar letras para contar las melodías de las neuronas que nos sostienen.

Todos somos, a nuestra manera, pequeños agricultores que nos ejercitamos en aprender a sembrar.

Leyente inteligente, buena tarea y muy felices días de una semana.

A continuación se encuentran los comentarios del domingo 14 de mayo

Carmelo Bueno Heras  

 

Domingo 6º de Pascua Ciclo A (14.05.2023): Juan 14,15-21. Así lo comento y comparto CONTIGO:

ME QUEDARÉ SIEMPRE CONTIGO

No sé si ‘el mundo’ será consciente de que el tiempo de la pascua (con mayúsculas o sin ellas), según las gentes de la Iglesia, está tocando a su fin. Ignorados o de la mano, el mundo y las gentes de la iglesia hemos recorrido seis semanas y no sé muy bien si aquellas alegrías de los aleluyas pascuales de los comienzos del mes de abril calaron en los adentros de los humanos o se evaporaron como las nieblas de la mañana con las primeras caricias de los calores del mediodía.

Seguramente que cada uno tendremos nuestras propias apreciaciones sobre estos asuntos de la centralidad eclesial de la Pascua. Pero me atrevo a pensar que los gritos tronantes de la guerra por los cuatro costados de nuestro planeta desmienten la satisfacción eufórica del gusto por vivir mejor y más humanizados. Creo que en estas seis semanas de 2023 no hemos subido el nivel mundial de la felicidad, la justicia, la humanización o el amor. Pesimista no, plantado en tierra.

Para esta nueva y sexta semana de la Pascua, se nos propone proclamar y asumir el mensaje no muy extenso del Evangelio del Juan 14,15-21. Son palabras que este Evangelista coloca en labios de su Jesús de Nazaret mientras comparte mesa, mantel y presencia en la cena de despedida con cuantas personas llegaron a sentirse ‘sus amigas’.

Estas palabras de Juan 14,15-21 completan la respuesta de este Jesús de Nazaret a la invitación de Felipe, uno de los DOCE: “Señor, preséntanos al Padre. Con eso, nos basta” (Juan 14,8). Nos suena cercana esta cuestión por haberla escuchado y asumido desde el pasado domingo. ¡Qué bueno hubiera sido poder escuchar y meditar el parlamento completo de Jesús a la invitación de Felipe! (cf. Juan 14,8-21).

En este comentario de Jesús, el Evangelista nos deja escritas unas palabras sobre el Padre y sobre el Espíritu. Este Evangelista nos comparte estas cosas de su Jesús de Nazaret, del Padre y del Espíritu, ¿mientras sucede el acontecimiento de la cena en torno al año 33 o mientras los “No siglo? ¿Importa mucho, poco no nada esta ubicación histórica de lo que leemos y nos atrevemos a decir que se trata de Palabras de Dios? Importa planteárselo personalmente y compartirlo.

Escribo, pues, las tres palabras: Padre, Hijo, Espíritu. ¿Dogma de la Trinidad, santísima, y centro de toda la Teología eclesial? Si nuestra llamada Inteligencia Artificial nos reuniera todo cuanto se ha escrito sobre esta última pregunta y las tres palabras que la generan, quedaríamos sorprendidísimos por tanto y tan contradictorio como se ha afirmado ‘Sobre este Dios uno y tres’.

De este relato me ha atrapado ahora esto que Jesús dice: “No os dejaré desamparados, volveré. De aquí a poco el mundo no me verá más”. Me cautiva esa forma verbal del tiempo en futuro: ‘volveré’. ¿Lo pronunció aquel Jesús de Nazaret días antes de su muerte y sepultura y sigue siendo verdad sesenta años después y sigue siendo verdad veinte siglos después y seguirá así siendo verdad? Una promesa que se demora y…, ¿no acabará dejando de ser promesa? ¿Cómo se debe comprender este enigmático ‘volveré’? Y, muy unido a esto, me sorprende también esto de “el mundo no me verá”. ¿Qué era ‘el mundo’ para este narrador del Evangelio sesenta años después de que los acontecimientos hubieran sucedido? Documentados estudiosos sostienen que ‘el mundo’ para este escritor es ‘el mundo judío’. Creo que ahora comprendo la duda que Judas plantea ‘aquí y ahora’ a Jesús: ¿Vendrás a quedarte definitivamente con nosotros? Me quedaré siempre contigo, oigo a este mi Jesús, como el aire y el amor. Carmelo Bueno Heras. 

 

CINCO MINUTOS de AIRES BÍBLICOS

. Si se puede decir en un artículo de revista, ¿para qué escribir un libro de 200 páginas?

. Si se puede decir en una página, ¿para qué escribir un artículo de revista?

. Si se puede decir en un puñado de versos, ¿para qué escribir una página?

. Este ‘Cinco minutos de aires bíblicos’ es una semilla que confío a la sabiduría de tu saber leer, que es despertar; de tu saber interpretar, que es cuidar; de tu saber compartir, que es saborear. Siempre pretenderé que esta ‘semilla de los cinco minutos’ tenga la ‘denominación de origen’ de su autor.

 

Semana 25ª (14.05.2023): Elecciones

La persona que escribió la siguiente historia titulada ‘Elecciones’ me pidió, cuando la puso como regalo suyo en mis manos, que nunca desvelara su nombre y apellidos. Y eso es lo que hago ahora, una vez más: transcribir su historia y seguir respetando su anonimato. Gracias, amable y respetada persona ANÓNIMA, porque me sigues despertando la curiosidad y la duda.

 

“Cierto día caminaba por la calle de su ciudad un político importante. Caminaba, fue atropellado y murió. Cuando llegó al cielo, san Pedro le dice: “Casi nunca un político ha llegado aquí. No sé muy bien qué hacer contigo”.

Consultó el asunto con los demás Apóstoles y acordaron que pasara un día en el Infierno y otro día en el Cielo y, luego, lo dejarían elegir.

San Pedro lo bajó en el ascensor hasta el Infierno y lo dejó allí, donde se encontró y reconoció a sus mejores amigos. Todos andaban jugando a sus deportes preferidos, riendo, comiendo las mejores carnes y pescados y tomando las mejores bebidas. Además, se encontraban acompañados de las mujeres más hermosas, bailaban, se besaban, se acariciaban y se acostaban con ellas…

Al día siguiente, san Pedro pasó a recogerlo y en el mismo ascensor subieron al Cielo donde el político pasó el día de nube en nube, con arpas y violines y sus músicas angelicales y celestiales.

Al tercer día, san Pedro pregunta al político dónde había decidido pasar la eternidad, si en el Cielo y en el Infierno, y el político le contesta: “San Pedro, la verdad es que me gusta mucho la paz y la belleza del Cielo, pero prefiero quedarme en el Infierno.

San Pedro le dice: “Está bien, hijo mío, te acompaño en el ascensor y te dejo en el Infierno”.

Cuando el político llega, de nuevo, allí se encuentra con una tierra desierta, cubierta de desperdicios y mierda, y ve a sus amigos vestidos con harapos, comiéndose los desechos y acompañados de las mujeres más feas… No había comida, ni campos de golf, ni música ni nada agradable.

El político no sabía qué hacer, se encontró con el Diablo y le dice: ¿Por qué ayer cuando vine aquí todo era tan diferente, había campos de golf, comida abundante, bellas mujeres, música y ahora sólo veo porquerías?

El Diablo lo mira, sonríe y le dice: “Lo que sucede es que ayer estábamos ‘de campaña electoral’. Hoy…, ya votaste por nosotros”. 

 

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