A leer y escribir
Leyente inteligente
Leyente que dudas y
te preguntas
Leyente y caminante
Buen momento ahora,
cuando paseas de renglón en renglón.
Buen momento ahora,
cuando imaginas.
Buen momento ahora,
cuando respiras; cuando solo sabes que respiras.
Así descansas
Así te llenas de
silencios
Así te
arraigas hasta aprender a volar
Escribí para
entender un texto
Escribí para
entenderme
Escribí para vivir
Yo soy
Tú eres
Nosotros somos
Claro
Sencillo
Natural
Lo sabes
Lo sabemos
Lo compartimos
Juntar palabras es
amasar letras para contar las melodías de las neuronas que nos sostienen.
Todos somos, a
nuestra manera, pequeños agricultores que nos ejercitamos en aprender a
sembrar.
Leyente
inteligente, buena tarea y muy felices días de una semana.
A continuación se
encuentran los comentarios del domingo 14 de mayo
Carmelo Bueno Heras
Domingo 6º de
Pascua Ciclo A (14.05.2023): Juan 14,15-21. Así lo comento y comparto
CONTIGO:
ME QUEDARÉ SIEMPRE CONTIGO
No sé si ‘el mundo’ será consciente de que el tiempo de la pascua (con
mayúsculas o sin ellas), según las gentes de la Iglesia, está tocando a su fin.
Ignorados o de la mano, el mundo y las gentes de la iglesia hemos recorrido
seis semanas y no sé muy bien si aquellas alegrías de los aleluyas pascuales de
los comienzos del mes de abril calaron en los adentros de los humanos o se
evaporaron como las nieblas de la mañana con las primeras caricias de los
calores del mediodía.
Seguramente que cada uno tendremos nuestras propias apreciaciones
sobre estos asuntos de la centralidad eclesial de la Pascua. Pero me atrevo a
pensar que los gritos tronantes de la guerra por los cuatro costados de nuestro
planeta desmienten la satisfacción eufórica del gusto por vivir mejor y más
humanizados. Creo que en estas seis semanas de 2023 no hemos subido el nivel
mundial de la felicidad, la justicia, la humanización o el amor. Pesimista no,
plantado en tierra.
Para esta nueva y sexta semana de la Pascua, se nos propone proclamar
y asumir el mensaje no muy extenso del Evangelio del Juan 14,15-21. Son
palabras que este Evangelista coloca en labios de su Jesús de Nazaret mientras
comparte mesa, mantel y presencia en la cena de despedida con cuantas personas
llegaron a sentirse ‘sus amigas’.
Estas palabras de Juan 14,15-21 completan la respuesta de este
Jesús de Nazaret a la invitación de Felipe, uno de los DOCE: “Señor,
preséntanos al Padre. Con eso, nos basta” (Juan 14,8). Nos suena cercana
esta cuestión por haberla escuchado y asumido desde el pasado domingo. ¡Qué
bueno hubiera sido poder escuchar y meditar el parlamento completo de Jesús a
la invitación de Felipe! (cf. Juan 14,8-21).
En este comentario de Jesús, el Evangelista nos deja escritas unas
palabras sobre el Padre y sobre el Espíritu. Este Evangelista nos comparte
estas cosas de su Jesús de Nazaret, del Padre y del Espíritu, ¿mientras sucede
el acontecimiento de la cena en torno al año 33 o mientras los “No siglo?
¿Importa mucho, poco no nada esta ubicación histórica de lo que leemos y nos
atrevemos a decir que se trata de Palabras de Dios? Importa planteárselo
personalmente y compartirlo.
Escribo, pues, las tres palabras: Padre, Hijo, Espíritu. ¿Dogma de la Trinidad,
santísima, y centro de toda la Teología eclesial? Si nuestra llamada
Inteligencia Artificial nos reuniera todo cuanto se ha escrito sobre esta
última pregunta y las tres palabras que la generan, quedaríamos
sorprendidísimos por tanto y tan contradictorio como se ha afirmado ‘Sobre este
Dios uno y tres’.
De este relato me ha atrapado ahora esto que Jesús dice: “No os
dejaré desamparados, volveré. De aquí a poco el mundo no me verá más”. Me
cautiva esa forma verbal del tiempo en futuro: ‘volveré’. ¿Lo pronunció aquel
Jesús de Nazaret días antes de su muerte y sepultura y sigue siendo verdad
sesenta años después y sigue siendo verdad veinte siglos después y seguirá así
siendo verdad? Una promesa que se demora y…, ¿no acabará dejando de ser
promesa? ¿Cómo se debe comprender este enigmático ‘volveré’? Y, muy unido a
esto, me sorprende también esto de “el mundo no me verá”. ¿Qué era ‘el
mundo’ para este narrador del Evangelio sesenta años después de que los
acontecimientos hubieran sucedido? Documentados estudiosos sostienen que ‘el
mundo’ para este escritor es ‘el mundo judío’. Creo que ahora comprendo la duda
que Judas plantea ‘aquí y ahora’ a Jesús: ¿Vendrás a quedarte definitivamente
con nosotros? Me quedaré siempre contigo, oigo a este mi Jesús, como el aire y
el amor. Carmelo Bueno Heras.
CINCO MINUTOS de AIRES BÍBLICOS
. Si se puede decir en un artículo de revista, ¿para qué escribir un
libro de 200 páginas?
. Si se puede decir en una página, ¿para qué escribir un artículo de
revista?
. Si se puede decir en un puñado de versos, ¿para qué escribir una
página?
. Este ‘Cinco minutos de aires bíblicos’ es una semilla que confío a
la sabiduría de tu saber leer, que es despertar; de tu saber interpretar, que
es cuidar; de tu saber compartir, que es saborear. Siempre pretenderé que esta
‘semilla de los cinco minutos’ tenga la ‘denominación de origen’ de su autor.
Semana 25ª (14.05.2023): Elecciones
La persona que escribió la siguiente historia titulada ‘Elecciones’ me
pidió, cuando la puso como regalo suyo en mis manos, que nunca desvelara su
nombre y apellidos. Y eso es lo que hago ahora, una vez más: transcribir su
historia y seguir respetando su anonimato. Gracias, amable y respetada persona
ANÓNIMA, porque me sigues despertando la curiosidad y la duda.
“Cierto día caminaba por la calle de su ciudad un político importante.
Caminaba, fue atropellado y murió. Cuando llegó al cielo, san Pedro le dice:
“Casi nunca un político ha llegado aquí. No sé muy bien qué hacer contigo”.
Consultó el asunto con los demás Apóstoles y acordaron que pasara un
día en el Infierno y otro día en el Cielo y, luego, lo dejarían elegir.
San Pedro lo bajó en el ascensor hasta el Infierno y lo dejó allí,
donde se encontró y reconoció a sus mejores amigos. Todos andaban jugando a sus
deportes preferidos, riendo, comiendo las mejores carnes y pescados y tomando
las mejores bebidas. Además, se encontraban acompañados de las mujeres más
hermosas, bailaban, se besaban, se acariciaban y se acostaban con ellas…
Al día siguiente, san Pedro pasó a recogerlo y en el mismo ascensor
subieron al Cielo donde el político pasó el día de nube en nube, con arpas y
violines y sus músicas angelicales y celestiales.
Al tercer día, san Pedro pregunta al político dónde había decidido
pasar la eternidad, si en el Cielo y en el Infierno, y el político le contesta:
“San Pedro, la verdad es que me gusta mucho la paz y la belleza del Cielo, pero
prefiero quedarme en el Infierno.
San Pedro le dice: “Está bien, hijo mío, te acompaño en el ascensor y
te dejo en el Infierno”.
Cuando el político llega, de nuevo, allí se encuentra con una tierra
desierta, cubierta de desperdicios y mierda, y ve a sus amigos vestidos con
harapos, comiéndose los desechos y acompañados de las mujeres más feas… No
había comida, ni campos de golf, ni música ni nada agradable.
El político no sabía qué hacer, se encontró con el Diablo y le dice:
¿Por qué ayer cuando vine aquí todo era tan diferente, había campos de golf,
comida abundante, bellas mujeres, música y ahora sólo veo porquerías?
El Diablo lo mira, sonríe y le dice: “Lo que sucede es que ayer
estábamos ‘de campaña electoral’. Hoy…, ya votaste por nosotros”.
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