domingo, 21 de mayo de 2023

Ni ascender ni descender, permanecer - Domingo de la Ascensión Ciclo A (21.05.2023): Mateo 28,16-20 (SABED QUE ESTOY EN VOSOTROS SIEMPRE) y CINCO MINUTOS de AIRES BÍBLICOS (Semana 26ª (21.05.2023): Dos Cartas).

 

Ni ascender ni descender, permanecer

Si mis cuentas no andan erradas, nos encontramos ahora en el vigesimosexto domingo del año eclesiástico que se inició con el primer domingo de Adviento el día 27 del mes de noviembre del año 2022. Justamente estamos en el centro de este año eclesiástico que consta de cincuenta y dos domingos. 

En esta primera mitad del año sólo hemos tenido catorce domingos en los que se nos leyó en la celebración de la santa Misa de la Eucaristía un relato del Evangelio según San Mateo, el Evangelio del Ciclo A. Y debo decir, insistentemente alto y claro, que esas catorce lecturas de este Evangelio se nos hicieron 'a salto de mata'. Creo que ningún 'Oyente de la Palabra del Evangelio' será capaz de tener una comprensión ordenada y completa de este libro del Nuevo Testamento. 

La Liturgia de nuestra Celebración no es una Liturgia que sirva para comprender tal Evangelio. Se trata de una Liturgia que se sirve del Evangelio. Se trata de una Liturgia interesada. Y no me gustaría pensar y creer que este interés de la Liturgia sea desconocer el Evangelio. No me gustaría pensarlo y creerlo, pero así lo dejo escrito. Liturgia y Evangelio no suelen mirarse a los ojos. Habitualmente se dan la espalda. Desgraciadamente, me digo.

El ejemplo más contundente de todo esto que estoy contando lo tenemos en este domingo que se encuentra en la mitad del camino del año eclesiástico y se nos leerá, precisamente o inoportunamente, el final del relato que nos dejaron las manos redactoras del llamado Evangelio de Mateo. ¿Puede concebirse mayor desorden o despropósito?

Los datos de este desorden están a la vista y año tras año eclesiástico. La interpretación de estos datos, su justificación o su denuncia, depende siempre de cada persona, creyente, autoridad, comunidad, sujeto activo o contemplativo con el rigor de su capacidad de interrogarse y discernir.

No deseo alargarme más ni en este asunto ni en la presentación de los dos comentarios que comparto contigo en este domingo llamado 'De la Ascensión del Señor'. 

Se comprenderá fácilmente esta denominación si somos capaces de acercarnos a aquellas lejanas teorías sobre el Cosmos de aquí y del más allá. Por aquellos tiempos se creía y enseñaba que este Cosmos estaba compuesto por el ARRIBA de los cielos que era la morada inaccesible de los dioses, el ABAJO de los abismos que era la morada de los muertos de todos los lugares y de todos los tiempos y, en tercer lugar, el AQUÍ que es la morada de los vivientes. 

Pero esta cosmología material y teológica se hizo y se hace incomprensible e inaceptable. En un COSMOS esférico, inmensamente desconocido aún, la ciencia y la creencia nos empujan a investigar la EVOLUCION. Por todo esto, 'ascender' o 'descender' son maneras de hablar sin ciencia ni creencia, vacías de contenido. 

Curiosamente, el relato final del redactor Mateo no habla del 'ascender' de su Jesús de Nazaret, sino del 'permanecer', del habitar dentro de los vivientes. Su mensaje sigue siendo una revolución no querida en el lenguaje de la teología de la liturgia y ritos del quehacer eclesiástico.

A continuación se encuentran los dos comentarios que comparto CONTIGO en este domingo.

Carmelo Bueno Heras

          

Domingo de la Ascensión Ciclo A (21.05.2023): Mateo 28,16-20. Así lo comento y comparto CONTIGO:

SABED QUE ESTOY EN VOSOTROS SIEMPRE

Ascensión del Señor, Pentecostés, Santísima Trinidad y Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo. Estas son las cuatro festividades con las que se culmina -por lo del culmen y el centro- en la Iglesia católica, apostólica, romana y vaticana el tiempo de la Pascua y de la post-Pascua en su plenitud. A partir de este momento, que será el domingo día 11 de junio, se comenzará el largo descenso del año eclesiástico llamado ‘Tiempo Ordinario’ hasta llegar al domingo de Cristo Rey del Universo en los últimos días del mes de noviembre.

Para estas cuatro próximas celebraciones se nos proponen un relato del Evangelio de Mateo y otros tres más del Evangelio de Juan. Estos cuatro relatos evangélicos serán muy breves y sin conexión alguna unos de otros. Y los cuatro, desafortunadamente, descontextualizados. A la Asamblea de la Liturgia dominical le será imposible comprender ninguno de ambos libros evangélicos llamados de Mateo y de Juan. Poco importa en estas celebraciones saber en qué Ciclo litúrgico nos encontramos ni cuál es tampoco el Evangelio que nos traemos entre manos.

El domingo 21 de mayo hacemos memoria de la Ascensión del Señor, Jesús de Nazaret Resucitado. Y hablamos entre nosotros en el ámbito eclesiástico de Ascensión del Señor diferenciándolo de la Asunción de la Virgen María, que celebramos de manera habitual el día 15 de agosto. Este lenguaje nos llega desde tiempos del pasado donde ‘subir y bajar’ tenían connotaciones distintas a nuestros ‘subir y bajar’ actuales. Importa mucho la cosmología…

Sea de todo esto lo que deba ser, ahora mismo me importa peculiarmente el relato del Evangelio que se nos proclamará en este domingo como alimento para la comprensión del Evangelio. Escucharé una vez más a Mateo 28,16-20. Estamos en la conclusión de este Evangelio. Y en ella hay expresiones para todas las propagandas religiosas. Me quedo, por poder elegir con el final: “Estoy en vosotros siempre” (Mateo 28,20) 

Este Evangelista y creyente llamado Mateo confiesa que su Jesús de Nazaret se quedó en las personas que lo vieron, olieron, tocaron, oyeron directamente o a través de las personas que antes lo habían visto, olido, tocado u oído. Él, vivo y resucitado y de persona en persona, sigue vivo y resucitado. Siempre. Siglo a siglo… ¿Veinte siglos así? Siempre. En cada uno, en ti y en mí. Siempre en las personas. Ellas, las personas vivas y vivientes, son su persona viva y viviente. Tú y yo somos su persona. Sé que a todo esto se le llama o se le considera simplemente como un ‘recuerdo’. Tal vez sea así, pero es un recuerdo tan impresionantemente precioso y valioso… Tú y yo somos el viviente Jesús de Nazaret. Creo esta realidad. Creo este milagro. La ascensión fue, es y seguirá siendo la encarnación, el enraizamiento de la humanidad vivida y viva siempre. Cada vez que mis ojos interiores contemplen estas últimas palabras griegas de Mateo las leeré, traduciré e interpretaré así: ‘Sabed que estoy en vosotros siempre’.

Si esto se comprende así, ¿no soy y somos todos los humanos el propio Jesús de Nazaret? ¿Necesitamos consagrarlo, cuando ha sido él quien se ha consagrado así? ¿Necesitamos comerlo cuando ya él nos habita, alienta y alimenta? Estoy con… Estoy en… Estoy entre… ¿Estoy de juego con las preposiciones? Estoy diciendo que cada quien, cuando lee este relato final de Mateo consciente o sin caer en la cuenta, escoge su preposición para celebrar esta increíble fiesta de ‘la Ascensión’. Jesús y cuantas personas vivieron y vivirán nunca se fueron fuera de donde se vive la vida, sino que se quedaron dentro de cada uno de los vivientes vivos. ¿Es éste y así el milagro de la VIDA? Esto ya lo escribí (28.05.2017) y ahora me lo repito. Carmelo Bueno Heras 

 

CINCO MINUTOS de AIRES BÍBLICOS

. Si se puede decir en un artículo de revista, ¿para qué escribir un libro de 200 páginas?

. Si se puede decir en una página, ¿para qué escribir un artículo de revista?

. Si se puede decir en un puñado de versos, ¿para qué escribir una página?

. Este ‘Cinco minutos de aires bíblicos’ es una semilla que confío a la sabiduría de tu saber leer, que es despertar; de tu saber interpretar, que es cuidar; de tu saber compartir, que es saborear. Siempre pretenderé que esta ‘semilla de los cinco minutos’ tenga la ‘denominación de origen’ de su autor.

 

Semana 26ª (21.05.2023): Dos Cartas

UNA:

Subrogado

Corren tiempos de poshumanidad. No se trata solo de la mal llamada ‘inteligencia artificial’, también de nuestra relación con aspectos sustanciales de lo humano. Ya no se puede decir categóricamente que madre no hay más que una, desde que es posible disociar la decisión de gestar una nueva vida y la gestación propiamente dicha, y además esa disociación se convierte en un expediente rutinario y mediado por el intercambiador por excelencia: el dinero. Que esta práctica sea corriente y legal en unos lugares y sea ilícita y se juzgue poco ética en otros nos dice que la moral posmoderna es un territorio impreciso en el que a la postre, en virtud de la globalización, acaban prevaleciendo los estándares más bajos. Sea o no legítimo subrogar mediante precio la maternidad, quien quiera -y pague- lo va a hacer.

La carta de la semana

Por qué la he premiado… porque el verdadero heroísmo, y conservar la capacidad de reconocerlo, es el mejor argumento para la esperanza.

Lorenzo Silva, en El Blog del Cartero, XL Semanal 1852, página 3 y 4.

 

DOS:

Gracias, héroe.

En estos tiempos que corren, en los que predomina una sociedad egoísta y poco altruista, usted no dudó en entregar su vida, en un gran acto de bondad, para salvar la de un pelotón de chavales que practicaban ciclismo en Asturias, cruzando su moto para impedir el paso de un delincuente. Afortunadamente para nosotros, la humanidad, todavía quedan agradecimiento héroes como usted, camuflados mediante un disfraz de persona ‘normal’, y que no titubean a la hora de hacer lo que les dicta su instinto de superhéroes. Estas palabras están escritas desde el y admiración por la generosidad de Dámaso Guillén [guardia civil fallecido el pasado 1 de abril en la carretera AS-236, en Beifar (concejo de Pravia), al interponerse entre el conductor de un coche robado y un pelotón ciclista de adolescentes que participaban en una competición amateur].

Juan Carlos Pereira. Erandio (Vizcaya). XL Semanal 1852, página 4.

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