La utopía más iluminadora.
Probablemente
Por estas fechas del mes de
noviembre y desde mis lejanísimos años de la infancia recuerdo el habla
popular que decía en su sabiduría de la experiencia contemplativa:
Por los santos, la
nieve en los altos.
En estas celebraciones de los
santos, de los muertos y de otros eventos semejantes nos encontramos. Y en
estas fechas, en este preciso año eclesial necesitamos que una nieve blanca y
abundante comience a hacer su aparición en las alturas montañosas para esperar
que un día los depósitos del agua de la tierra, sean quienes sean y estén donde
estén, se colmen en toda su plenitud.
El agua es vida, como el
aire, la luz y el calor. Nieve en los altos. Ojalá que a las altas cátedras de
las autoridades de las RELIGIONES llegue la nieve blanca y abundante del sentido
común para que el agua de la humanización empape de vida humanizada todo cuanto
respira sobre la palma de las manos de la Tierra.
Y aquella popular sabiduría
de la experiencia contemplativa añadía una segunda etapa para las nieves de la
vida:
Por san Andrés, la
nieve en los pies.
Y como no suele haber en las
trinidades dos sin tres, se completaba el refrán de esta manera un tanto ajena
a las cronologías:
Y por santa Catalina,
la nieve en la cocina.
La melodía suena bien. Y si
el río suena, agua lleva.
Esto es noviembre y no será
la realidad de la existencia igual en Laponia que en la Patagonia.
Peculiaridades del clima.
Espero seguir aprendiendo
humanización en el día a día de este mes de cuatro semanas que es todo cuanto
nos falta por recorrer para llegar al final del año de la Iglesia, al final del
año del Ciclo A, al final de la lectura del Evangelio de Mateo. Espero y deseo
que completemos adecuadamente la lectura inteligente del relato tan evangélico
como humanizador que hemos contemplado con aquel Jesús de Nazaret que cambió
radicalmente la RELIGION de un DIOS de la LEY de MOISÉS por la presencia
viva de cada uno de los vivientes humanos y humanizadores: que tú y yo hagamos
a los demás todo cuando deseamos que los demás hagan contigo y conmigo. ¿Puede
existir utopía más iluminadora?
Domingo XXXI TO Ciclo A (05.11.2023): Mateo
23,1-12. Así lo comento y comparto CONTIGO:
Ni cátedra, ni Ley, ni Templo: Mt 7,12 o Jn 13,35.
“Desde entonces, Jesús se
dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo: en la cátedra de Moisés se
han sentado los escribas y fariseos… Vosotros, en cambio… Ay de vosotros,
escribas y fariseos (una)… Ay de vosotros, escribas y fariseos (dos)…
Ay de vosotros (tres)… Ay de vosotros (cuatro)… Ay de vosotros (cinco)…
Ay de vosotros (seis)… Ay de vosotros (y siete)… ¡Serpientes,
raza de víboras… ¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas…” (Mateo
23,1-39). Con esta referencia estoy invitando a leer completo y más de una
vez este capítulo 23º que Mateo pone en boca de su Jesús de Nazaret. Se nos
leerá en la misa santa solo los primeros versículos y todo lo demás nunca se le
lee a la asamblea. Nunca, jamás. ¡Qué desgracia!, me digo.
Creo que mucha gente de
la autoridad eclesiástica tiene miedo a escuchar e interpretar que las siete
maldiciones puestas por Mateo en boca de su Jesús de Nazaret están
expresamente dirigidas a ellos. Estas revolucionarias afirmaciones del laico de
Galilea cierran la estancia, la presencia y actividad de este hombre en el
Templo de Jerusalén. Se marcha ya para no volver a pisar ni este Templo ni
ningún otro semejante desde aquí y para siempre.
Ahora que recorro los surcos
de este comentario decido comprometerme a leer otra vez más todo el relato
completo que el Evangelista Mateo nos ha dejado contado a propósito de esta
última presencia y estancia de su Jesús de Nazaret en el único Templo de su
Religión judía. Esta nueva relectura me seguirá confirmando las razones por las
que este creyente y judío del norte de Israel dejó de ¡comulgar definitivamente!
con esta Institución de aquella Religión de su pueblo. Dejó de comulgar con el
sacerdocio de los sacerdotes del Templo y de la Ley de Moisés. Dejó de comulgar
con tanto dogma, liturgia y práctica existencial del Templo de Salomón y de la
Ley de Moisés. A este Jesús le basta y sobra con aquello de Mt 7,12.
El relato-discurso breve que
se nos lee en la liturgia está compuesto por dos apartados. El primero (Mt
23,2-7) viene a ser el informe que aquel Jesús de Nazaret llegó a elaborar
en sus neuronas de ser humano a propósito de las personas concretas e
institucionales encargadas de leer, interpretar y compartir la Ley de su
Yavé-Dios y de Moisés. Y estas tareas deben realizarse en todo tiempo en un
lugar bien precisado: la cátedra de Moisés. La cátedra de la autoridad, la
cátedra donde se sirve ‘la voluntad de su Yavé-Dios’. Los catedráticos de esta
autoridad son los ESCRIBAS y los FARISEOS, Sacerdotes.
El informe que de estos
personajes hace aquel judío y laico Jesús de Nazaret no puede ser más
demoledor: Estos catedráticos ‘atan cargas pesadas y las echan a las espaldas
de la gente, pero ellos ni con un dedo desean moverlas… desean y exigen ser los
PRIMEROS y los SERVIDOS en todo momento y lugar’. Eso sucedía en tiempos de
Jesús y en el Templo de Jerusalén. Sucedía, sucede y sucederá…, porque no se
desea aprender. No lo deseamos.
El segundo apartado del
relato-discurso de Jesús en este domingo (Mt 23,8-12) es la propuesta
que comparte Jesús con quien desee escucharlo y ser como él lo propone y lo
practica. La práctica evangelizadora de Jesús es sólo SERVIR, ponerse a la
altura del más abajado, ignorado, ignorante, necesitado, acallado,
deshumanizado… y levantarlo. Esta manera de expresarse coincide cien por cien
con aquellas primeras palabras del discurso del monte en Mateo 5-7 y
sobre todo con aquellas de Mateo 7,12. No existe otra LEY,
CÁTEDRA o TEMPLO.
Carmelo Bueno Heras.
CINCO MINUTOS de AIRES BÍBLICOS
.
Si se puede decir en un artículo de revista, ¿para qué escribir un libro de 200
páginas?
.
Si se puede decir en una página, ¿para qué escribir un artículo de revista?
.
Si se puede decir en un puñado de versos, ¿para qué escribir una página?
.
Este ‘Cinco minutos de aires bíblicos’ es una semilla que confío a la sabiduría
de tu saber leer, que es despertar; de tu saber interpretar, que es cuidar; de
tu saber compartir, que es saborear. Siempre pretenderé que esta ‘semilla de
los cinco minutos’ tenga la ‘denominación de origen’ de su autor.
Semana 50ª
(05.11.2023): La pandemia puso en evidencia varias cosas
01. Estados Unidos dejó de ser el país líder.
02. China ganó la tercera guerra mundial sin disparar
ni un misil y nadie se dio cuenta.
03. Putin es un visionario.
04. A las malas se puede hacer mucho por el planeta y
la humanidad.
05. Los europeos no son tan educados y cultos como
creemos.
06. Hay mucho chileno que necesita educación y
empatía.
07. El personal de salud vale más que un futbolista.
08. No estamos equivocados cuando pedimos más para
hospitales y menos para la guerra.
09. El petróleo no vale nada en una sociedad sin
consumo.
10. La prevención salva más vidas, que el actuar en el
último momento.
11. Los niños ocupan un lugar privilegiado para la
naturaleza.
12. La muerte no distingue raza ni estrato social.
13. La estupidez populista es atrevida.
14. El trabajador de la salud está solo, abandonado y
olvidado. Y aún así, nunca baja la guardia.
15. No estamos preparados para una pandemia.
16. Los intereses particulares sobrepasan los
sociales.
17. El ser humano es oportunista y despreciable sin
importar su posición económica o social, al subir los precios de las cosas
básicas y necesarias en estas fechas.
18. Los niños de ahora no saben jugar sin internet o
sin TV.
19. Las redes sociales nos acercan, pero también son
medios para crear caos.
20. El papel higiénico es más importante que la
comida.
21. El planeta se regenera rápidamente sin los humanos
22. Hay quienes ganan millones y no le sirven a la
humanidad. No los idolatre.
23. Un ingeniero de sistemas es importante, ya saben
dónde se cayó internet.
24. Ahora los niños están siendo educados como libres
pensadores por sus padres.
25. Los humanos somos el verdadero virus del planeta.
26. Ya sabemos qué sienten los animales en los
zoológicos en condiciones inapropiadas.
27. Las ayudas favorecen al rico y el necesitado, el
que vive del día a día, se jode.
28. Ningún pastor ha salvado vidas del
coronavirus.
29. Comenzamos a apreciar el gran gesto de confianza
que significa dar un apretón de manos.
30. Y los animales sin humanos comienzan a recuperar
su espacio.
Raquel Fraga Sanmartín, Facebook,
31 de marzo de 2020.
No hay comentarios:
Publicar un comentario