Muy felices pensamientos en
este día 8 de diciembre para todos, inmaculados e inmaculadas, porque nadie
tiene, tuvo o tendrá un nacimiento en pecado original. Y es así, porque no hubo
tal pecado. Algún día, alguien de la Sinodalidad, se arriesgará a proclamar la
verdad y la mentira de algunos dogmas tan característicos de la religión
católica sin riesgo de que se le rasguen las vestimentas... Hasta el año 1854
después de Cristo se vivió en la ignorancia del dogma de la inmaculada... Pero,
sigamos, que estamos ya con las realidades navideñas a la puerta de casa.
Así, pues, te deseo o le
deseo esto: Feliz Navidad, la del día a día y la del 25 de diciembre. Y junto a
ello, un buen año 2024, de salud, sobre todo.
Carmelo Bueno Heras
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