En Padua, de la región de Venecia, san Prosdócimo, a quien se tiene por el primer obispo de esta Iglesia. († c. s. II)
En Neocesarea, del Ponto, san Atenodoro, obispo, hermano de san Gregorio Taumaturgo, que fue tan aventajado en las letras divinas, que, pese a su juventud, se le consideró digno de ejercer el ministerio episcopal. († c. 304)
En Albi, de Aquitania, conmemoración de san Amaranto, mártir. († s. III/ IV)
En Melitene, de Armenia, san Hierón y sus numerosos compañeros. († s. IV)
En Perugia, de la Umbría, san Herculano, obispo y mártir, que, por orden de Totila, rey de los godos, fue decapitado. († c. 548)
En Tours, de Neustria, san Baldo, obispo, que distribuyó en limosnas para los pobres el dinero que le había dejado su predecesor. († c. 552)
En el lugar después llamado Congresbury, en Inglaterra, san Cungaro, abad, bretón de origen, con cuyo nombre se honran muchas poblaciones e iglesias. († s. VI)
En Estrasburgo, de Burgundia, conmemoración de san Florencio, obispo, sucesor de san Arbogasto. († c. 693)
En Echternach, de Austrasia, sepultura de san Wilibordo, inglés de nacimiento, que ordenado obispo de Utrecht por el papa san Sergio I, predicó el Evangelio en Frisia y en Dinamarca, y fundó sedes episcopales y monasterios hasta que, agobiado de trabajo y gastado por la edad, se durmió en el Señor dentro de los muros de un monasterio por él levantado. († 739)
En el monte Galesio, cercano a Éfeso, san Lázaro, estilita, que, en diversos lugares, vivió muchos años sobre una columna, cargado además de hierros y cadenas, y contento, con solo pan y agua, con esta forma de vida tan austera atrajo a muchos fieles. († 1054)
En Colonia, de Lotaringia, en Germania, san Engelberto, obispo, que por defender la justicia y libertad de la Iglesia, yendo de camino fue asaltado por unos sicarios, que le hirieron hasta causarle la muerte. († 1225)
En la aldea de Pofi, en el Lacio, beato Antonio Baldinucci, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús, totalmente dedicado a la predicación de misiones populares. († 1717)
En la ciudad de Ket Cho, en Tonquín, santos Jacinto María Castañeda y Vicente Lê Quang Liêm, presbíteros de la Orden de Predicadores y mártires, que coronaron los trabajos evangélicos con el derramamiento de su sangre en tiempo del reinado de Trinh Sâm. († 1773)
En Zunyi, provincia de Guizhou, en China, san Pedro Wu Guosheng, catequista y mártir, que fue estrangulado por su fidelidad a Cristo. († 1814)
En Cremona, de Italia, san Vicente Grossi, presbítero, que, dedicado al ministerio parroquial, fundó la Congregación de Hijas del Oratorio. († 1917)
En Paracuellos de Jarama, Madrid, España, beatos Isabelino Carmona Fernández, Alfredo Fanjul Acebal, Juan Mendibelzúa Ocerín, Vicente Rodríguez Fernández, presbíteros, y José Delgado Pérez, todos religiosos de la Orden de Predicadores, y Manuel Marín Pérez, religioso de los Salesianos de Don Bosco, mártires. († 1936)
En Paracuellos de Jarama, Madrid, España, beato José Vega Riaño, sacerdote profeso de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, muerto en tiempos de la Guerra Civil por venerar el nombre de Cristo. († 1936)
En Soto de Aldovea, Torrejón de Ardoz, Madrid, España, beato Serviliano Riaño Herrero, clérigo profeso de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, muerto en tiempos de la Guerra Civil por venerar el nombre de Cristo. († 1936)
En Paracuellos de Jarama, Madrid, beato Antonio Girón González, presbítero, religioso de la Congregación del Santísimo Redentor, misionero redentorista y mártir, que dio su vida por la fe que profesaba en tiempos de la guerra civil española. († 1936)
En La Meca, san Ernesto, abad del monasterio de Zwiefalten y mártir, que se unió a la cruzada y recibió la muerte por su fe a manos de los sarracenos. († 1146)
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