¿Ciego de ver, ciego de
mirar, ciego de...?
En este año del 2023, la
festividad de José de Nazaret (justo judío y santo católico) coincide con la
celebración del cuarto domingo de la Cuaresma de la Religión Católica Romana.
En estas celebraciones del domingo día 19 de marzo, el Celebrante de la Liturgia
nos lee a la Asamblea el relato de 'la curación del ciego de nacimiento' (el
sexto de los siete signos-señales-milagros) que el Evangelista Juan coloca en
el hacer y decir de su Jesús de Nazaret. Este sexto signo se realiza en la
semana de las celebraciones judías de la fiesta de las Chozas o Tabernáculos en
Jerusalén, la capital de Israel. Se recordaba así el camino de la liberación de
Israel de la esclavitud a la que le sometió el Egipto de los faraones.
Un ciego de nacimiento.
¿Ciego de ceguera oftalmológica? ¿Ciego físico? ¿Ciego que no quiere ver?
¿Ciego enceguecido desde siempre? ¿Ciego religioso? ¿Ciego político? ¿Ciego
económico? ¿Ciego ideológico?...
Según voy escribiendo estos
interrogantes no deja de perseguirme el dato que leo en el Evangelio de Mateo
cuando se habla por segunda vez de José de Nazaret: "Su marido José, que
era justo y no quería poner en evidencia a María, decidió repudiarla en
secreto" (Mt 1,16-19). Ser justo, en la literatura, sociología y
espiritualidad de entonces, era lo mismo que afirmar que una persona así era
una cabal cumplidora de la Ley de Moisés y de su Dios Yavé.
Si el ciego del Evangelista
Juan se refiere al ciego enceguecido por esta Ley, ¿qué puede afirmarse del
mismísimo José, padre de Jesús? Y también, si este ciego del Evangelio de Juan
se refiere al ciego enceguecido por la Ley, se estaría proclamando que las
afirmaciones del Salmo primero de los Himnos de fe de Israel estarían
equivocadas. Y podría seguir sugiriendo más aplicaciones...
Este extenso, precioso y
desestabilizador relato del 'ciego de nacimiento' viene a ser un diamante de
mil resplandecientes caras de luz y color para las personas que desean tomarse
en serio a Jesús de Nazarey, su vida y su persona, que vivió en nuestra casa
como uno de nosotros, aprendiendo en cada paso a ser persona, como tú que lees
y como yo que escribo y como todo ser humano que respira y vive.
A continuación se encuentran
los dos comentarios para este domingo día 19 de marzo.
Carmelo Bueno Heras
Domingo 4º
de Cuaresma A (19.03.2023): Juan 9,1-41. Así lo comento y comparto
CONTIGO:
NINGUNA
ENFERMEDAD ES CASTIGO DE NINGÚN DIOS
Nuevo texto del Evangelio de Juan para el
cuarto domingo de la Cuaresma en el Ciclo A, el del Evangelista Mateo. Juan
9,1-41: la curación de un ciego de nacimiento. Para situar este signo de la
curación del ciego conviene leerse toda la narración del Evangelio de Juan
sobre la fiesta de las Tiendas desde el 7,1 hasta el 10,21. ¿Parece verosímil
que, si Jesús se oculta y sale del templo para evitar las piedras de los judíos
importantes (8,59), se detenga ante la presencia de una persona ciega y le
dedique todo el tiempo del que se habla en este relato de Juan 9,1-41?
Es más, sorprende muchísimo que se nos diga
que es sábado el día en que sucede este ¿milagro sorprendente? (9,14). Sí, creo
que es el sábado del contexto de la fiesta de las Tiendas. Y Jesús trabaja,
cura, perdona, enseña… Es decir, peca contra el sábado y contra la fiesta.
Y se atreve, aún más, a expresar su abierta oposición a lo que creía y ordenaba
la Ley del Dios Yavé como bien expresan sus propios seguidores: ¿Quién pecó, él
o sus padres, para que haya nacido ciego? (9,2).
Estamos ante un signo, uno más después de aquel
primero del agua que se transforma en vino en esas bodas que ya nos relató Juan
2,1-11. Esta curación del ciego de nacimiento es el sexto signos que nos narra
el evangelista. Queda aún un séptimo para completar su plan. Pregunto desde el
recuerdo del relato: ¿No era ciego de nacimiento el magistrado judío Nicodemo
del capítulo tercero? Y por cerrar el abanico narrativo copio la cita final de
este capítulo noveno: ‘Algunos fariseos que oyeron a Jesús le preguntaron:
¿es que también nosotros somos ciegos?’ (9,40). Y el evangelista pone en
boca de Jesús el viejo refrán popular: No hay peor ciego que quien no desea
ver.
Esta es la razón profunda por la que el
narrador pone en boca de Jesús, desde el comienzo, un mensaje blasfemo y
herético: “Soy luz del mundo” (9,5), como ya había dicho en 8,12. Luz
del mundo lo era Yavé Dios y toda su Ley con su lugar santo y su sacerdocio
como repite y graba a fuego el tercer libro del profeta Isaías (capítulos 60 a
66). Frente a esta Luz del Yavé Dios de la Religión del pueblo se presenta el
galileo Jesús de Nazaret como la Luz. La Luz de la obediencia a la Ley engendra
personas ciegas y enceguecidas, o paralíticas y paralizadas como se nos anunció
ya en el quinto capítulo de Juan con la curación, en sábado y en el templo, del
paralizado y de cuantos enfermos, ciegos y cojos engendraba aquella religión de
los judíos.
En cambio, la Luz que es Jesús, el hombre del
norte, libera de las cegueras, de las atrofias, de las prohibiciones, de las
sorderas… y de lo que es más importante: Libera de las maneras de pensar y
creer. Libera de la Religión. Ninguna enfermedad es castigo de ningún Dios por
haber pecado. La luz de Jesús de Nazaret libera de todo pecado. ¿Se comprende
ahora por qué se repite en este Evangelio, y en este capítulo noveno, que Jesús
es un profeta? (9,17).
Para acabar ya el relato de la fiesta de las
Tiendas, fiesta del agua y de la luz, el evangelista nos reserva aún una última
enseñanza de este profeta llamado Jesús de Nazaret (10,1-21). Así, el narrador
completa la imagen de blasfemo y hereje de la Religión que es este hombre al
que va a llamar pastor y puerta. Yavé quedará vaciado de sentido y contenido. Carmelo
Bueno Heras
CINCO MINUTOS de AIRES BÍBLICOS
. Si se puede decir en un artículo de
revista, ¿para qué escribir un libro de 200 páginas?
. Si se puede decir en una página, ¿para
qué escribir un artículo de revista?
. Si se puede decir en un puñado de versos,
¿para qué escribir una página?
. Este ‘Cinco minutos de aires bíblicos’ es
una semilla que confío a la sabiduría de tu saber leer, que es despertar; de tu
saber interpretar, que es cuidar; de tu saber compartir, que es saborear.
Siempre pretenderé que esta ‘semilla de los cinco minutos’ tenga la
‘denominación de origen’ de su autor.
Semana 17ª (19.03.2023): CREO
A DIOS
¿Estás arriba, en los Cielos,
más allá de galaxias y planetas?
¿Estás abajo, en los Abismos,
más profundo que las simas del
océano?
¿Habitas en el Este,
donde tu sol inicia cada día una y
mil historias?
¿Descansas en el Oeste,
donde tu luna caprichosa escribe
las leyendas de tus sueños?
Dios, ¿estás ahí?
¿En los Cielos? ¿En los Abismos?
¿Eres Norte, Sur, Este, Oeste, más
Aquí o más Allá?
Así se creyó y creó.
Algunos, todavía, lo conservan.
En ti. En mí. Dentro.
Dios es semilla sembrada en tierra
buena,
que a su tiempo se despierta,
permanece y se levanta, crece y
florece
en ti, en mí, desde dentro...
hasta ser tú, yo,
persona.
¿Así es Dios?
Así es Dios, creo.
¡En todos!
¡Siempre!
Carmelo Bueno Heras, *Título
inspirado en Cortés y su viñeta del 16.12.2012.
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