Hoy, 1 de abril, no es un día cualquiera | |||||||||||
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Y un viernes más, heme aquí con el “Día cualquiera” que algunos de Vds. habrán podido escuchar esta madrugada en el interesante programa que dirige Javier Angel Ramírez “Diálogos con la Ciencia”, en Radio María, una sección en la que les narro los episodios interesantes que se han producido cualquier año de la historia pero necesariamente tal día como hoy, o sea, un 1 de abril. Efemérides En 1256, y aunque llega a ser electo emperador por mayoría de los siete electores imperiales, el rey español Alfonso X el Sabio se queda sin su cetro imperial gracias a la prisa que se da su rival, Ricardo de Inglaterra, en acudir a Aquisgrán, donde será coronado rey de romanos, el título previo al de emperador. Ricardo sin embargo no pasará de ahí, y no ceñirá nunca el cetro. Su sucesor, Rodolfo de Habsburgo, será el primer Habsburgo en un trono, el imperial, al que la poderosa familia alemana, luego españolizada, será muy afecta. En 1525, Gonzalo de Alvarado funda la villa San Salvador. Un año después, los cuzcatlecos sublevados incendian la naciente villa y otros dos exactos después, un ejército de tlaxcaltecas, mexicas y españoles al mando de Diego de Alvarado, recupera la ciudad y se produce su segunda fundación. En 1545 se descubren los importantísimos yacimientos de plata del Potosí, en Bolivia. En 1721 comienza la construcción del palacio de la Granja en Segovia, por Felipe V, primer borbón español, que será enterrado en él siendo junto a Fernando VI, el único rey español desde Carlos I no enterrado en El Escorial. En 1745 tiene lugar una más de las muchas expulsiones que los judíos sufren en tierras europeas, que parece que la española fuera la única: en este caso, la promulgada por la emperatriz María Teresa de Austria contra los judíos de Praga. Misma fecha pero de 1767 en la que los expulsados son los jesuitas y de España, esta vez por el rey Carlos III. Es una fecha importante para el periodismo, pues en 1801 aparece el “Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiográfico” en Buenos Aires, en 1813 “El Monitor Araucano” en Santiago de Chile, y en 1891 el “Diario de Burgos” en Burgos. En 1825 se estrena en Fráncfort la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven, considerada por muchos la obra cumbre de la música. En 1894 se inaugura en Madrid el actual edificio de la Real Academia Española. En 1908, es fundado por el padre Lorenzo Massa el Club Atlético San Lorenzo de Almagro: ¿a que no saben quién es su hincha más conocido? Sí señores, ni más ni menos que el Papa Francisco que tiene el carnet número 8.235. El año de su elección, San Lorenzo gana el campeonato argentino, y al año siguiente y por primera vez en su historia, la Copa Libertadores, versión americana de la Champions europea. En 1918, durante la I Guerra Mundial, se funda en el Reino Unido la Royal Air Force, más conocida por sus siglas RAF, para combatir a la potente fuerza aérea alemana. En 1939 concluye la Guerra Civil Española con el famoso parte firmado por el general Franco que decía así: “En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado”. Un año después en la misma fecha, preside la inauguración de esa magnífica obra que es hoy la espectacular basílica del Valle de los Caídos, regentada hoy por los monjes benedictinos, con una de las mejores escolanías del mundo. En 1957, la India adopta el sistema métrico decimal, y en 1973, el Reino Unido el impuesto al valor añadido o IVA. En 2002 Holanda se convierte en el primer país en legalizar la eutanasia, que ya se venía practicando con la indiferencia de los poderes públicos desde 1994. Natalicio En el capítulo del natalicio, nace en 1578 William Harvey, que habría sido en 1616 el descubridor de la circulación sanguínea, de no ser porque setenta años antes, en 1546, en su obra “Christiansimi Restitutio”, ya la había descubierto y expuesto el gran médico y teólogo español Miguel de Servet. En 1593 Cosme Pérez, más conocido como Juan Rana, actor cómico español del Siglo de Oro, cuya popularidad llegó a ser tal, que se anunciaba falsamente su intervención en una comedia para llenar los teatros. En 1815, en Magdeburgo, en Prusia, Otto von Bismarck, el “canciller de Hierro”, artífice de la unificación alemana y hombre clave de la política mundial en la segunda mitad del siglo XIX. En 1873 en Sémionov, el gran compositor romántico ruso Serguéi Rajmáninov, autor de obras como el “Concierto para piano nº 2 en do menor” o la “Segunda Sinfonía nº 2 en mi menor”. Obituario En el capítulo del obituario, muere en 1204, Leonor de Aquitania, reina consorte de Inglaterra y Francia y musa de trovadores, así como mecenas de los autores de su época. En 1950 el médico y cirujano americano Charles Richard Drew, pionero en el desarrollo de los bancos de sangre, crítico con la separación que en su época se hacía de la sangre de blancos y negros en los bancos de sangre. En 1968, Lev Davidovich Landau, físico azerbaiyano, premio nobel de física en 1962 por sus estudios sobre el estado mixto, la teoría cuántica del diamagnetismo, la teoría Ginzburg-Landau sobre superconductividad, el efecto de Amortiguamiento de Landau sobre formación de turbulencias en fluidos, el Polo de Landau en electrodinámica cuántica, o los neutrinos, autor de un imprescindible “Curso de Física Teórica”. Y en 1976, Max Ernst, pintor alemán nacionalizado francés, genio del dadaísmo y del surrealismo. El año pasado moría la japonesa Moisa Okawa, cuyo mérito consiste en haberlo hecho a los ciento diecisiete años de edad, conoció los siglos XIX, XX y XXI, ¿qué les parece? Cumpleaños Felicitamos hoy al gran escritor checo Milan Kundera, autor de obras como “La Broma” o “La insoportable levedad del ser” que cumple 87. Y al matemático francés, Alain Connes, especialista en el álgebra de Von Neumann y en geometría no conmutativa, que cumple 69. Y muchas guapas hoy: la preciosa actriz norteamericana Ali McGrow, protagonista de éxitos memorables como “La huida” y sobre todo “Love story”: cumple la bellísima Ali 78. Y la guapa Annette O’Toole, la famosa madre adoptiva de Superman, que cumple 64. O la guapa tenista eslovaca Miroslava Vavrinec, a la que han visto Vds. en todos los partidos que juega el maestro, quién sino Roger Federer, pues es su esposa, la cual cumple 39. Hoy es el día en que muchos países del mundo celebran las llamadas bromas de abril, como nuestras inocentadas. Tal vez por ello es también el Día Internacional de la Diversión en el Trabajo. Así que ya lo saben, hagan bromas y diviértanse, no es pecado, sino lo contrario. Y sin más por hoy, queridos amigos, que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos. ©L.A. Si desea suscribirse a esta columna y recibirla en su correo cada día, o bien ponerse en contacto con su autor, puede hacerlo en encuerpoyalma@movistar.es. En Twitter @LuisAntequeraB |
jueves, 31 de marzo de 2016
Hoy, 1 de abril, no es un día cualquiera
¿Puede el capitalismo ser suicida? (Leonardo Boff)
¿Puede el capitalismo ser suicida?
2007-08-17
La situación medioambiental de la Tierra ha sido más o menos estable desde el neolítico, hace unos diez mil años, como puede ser comprobado científicamente analizando las capas de hielo del permafrost. La gran transformación ocurrió con el proceso industrial, especialmente en la posguerra y con el sorprendente crecimiento de la población. Anualmente empezaron a lanzarse a la atmósfera miles y miles de millones de toneladas de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, óxido de nitrógeno y ozono) hasta el punto de que el sistema natural ya no consigue absorberlos. Ésta es la causa fundamental del calentamiento planetario, que no sería un nuevo ciclo natural de la Tierra, sino algo inducido por las prácticas humanas.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha elaborado modelos teóricos que nos permiten hacer previsiones fiables. Según ella, desde ahora hasta el año 2100 las temperaturas se elevarán entre 1,8 y 6 grados centígrados, estabilizándose alrededor de los 2-3 grados. El nivel del mar subiría de 18 a 59 centímetros. Todo eso a condición de hacer desde ahora fuertes inversiones (cerca de 460 mil millones de dólares anuales) para estabilizar la temperatura de la Tierra. Sin ese empeño colectivo, desaparecerían cerca del 20-30% de las especies animales y vegetales y el número de víctimas humanas podría llegar a millones. Las sequías, la desertización y la salinización de los suelos privarían de agua potable a casi tres mil millones de personas, haciendo aumentar en 600 millones los que ya pasan hambre. Los «refugiados ecológicos» serían millones, que no aceptarían pasivamente el veredicto de muerte sobre sus vidas e invadirían regiones más favorables a la vida.
Estas no son profecías de mal agüero sino llamamientos a todos los que alimentan solidaridad generacional y amor a la Casa Común. Hay un obstáculo cultural grave: estamos habituados a resultados inmediatos, mientras que aquí se trata de resultados futuros, fruto de acciones realizadas ahora. Como afirma la Carta de la Tierra: «las bases de la seguridad mundial están amenazadas; estas tendencias son peligrosas pero no inevitables». Estos peligros solamente podrán evitarse si cambiamos el modo de producción y el modelo de consumo. Esta transformación civilizatoria exige la voluntad política de todos los países del mundo y la colaboración sin excepción de toda la red de empresas transnacionales y nacionales de producción, pequeñas, medianas y grandes. Si algunas empresas mundiales se negasen a obrar en esta misma dirección podrían anular los esfuerzos de todas las demás. Por eso, la voluntad política debe ser colectiva e impositiva con prioridades bien definidas y con líneas generales bien claras, asumidas por todos, pequeños y grandes. Es una política de salvación planetaria.
El gran riesgo, que muchos ya ven, está en la lógica del sistema del capital mundialmente articulado. Su objetivo es el mayor lucro posible en el menor tiempo posible, con la expansión cada vez mayor de su poder, doblegando las legislaciones que limitan su voracidad. El capitalismo se orienta por la competición y no por la cooperación. Ante los cambios paradigmáticos se ve confrontado a este dilema: o se autoniega, mostrándose solidario con el futuro de la humanidad y cambia su lógica y así corre el riesgo de ir a la quiebra, o se autoafirma en su busca de lucro, desconsiderando toda compasión y solidaridad, pasando incluso por encima de montañas de cadáveres y de la Tierra devastada. Muchos temen que, fiel a su naturaleza de lobo voraz, el capitalismo se vuelva suicida y prefiera morir y hacer morir antes que perder. Ojalá la vida supere a la lógica.
La utilidad de las normas (Virtudes y Valores)
La utilidad de las normas
Muchos consideran que la existencia de normas limita e incluso anula nuestra libertad,
Por: Max Silva Abbott | Fuente: Analisis y Actualidad
Muchos consideran que la existencia de normas limita e incluso anula nuestra libertad, y que su ausencia nos permitiría obrar a nuestro antojo, maximizándola. De este modo, ellas serían una especie de maldición y a lo sumo, un costo necesario para permitir la convivencia, al evitar que nos devoremos mutuamente cual lobos salvajes.
Sin embargo, si se mira con más atención, se descubre que en muchos casos, estas prescripciones de la conducta humana jurídicas y no jurídicas, lejos de limitar o hasta destruir nuestra libertad, la potencian, e incluso, le permiten existir.
Piénsese a modo de ejemplo, en las reglas del tránsito: ellas regulan un cúmulo de comportamientos (sentido del flujo vehicular, velocidad, señalización, etc.). No solo eso: además de normar el modo de desplazarse –tanto el motorizado como el peatonal–, se encargan de muchísimas cosas más: los requisitos para poder conducir, las dimensiones y materiales requeridos para hacer las calles, las características de la señalética y un largo etcétera.
Ahora bien, ¿limita o incluso anula todo esto nuestra libertad? En realidad, no: lejos de destruirla, estas normas la incrementan, según se adelantaba, e incluso le permiten existir.
En efecto: ¿se imagina alguien qué pasaría si no existieran reglas para el tráfico vehicular, si cualquiera pudiera conducir con los atributos y del modo que estimara conveniente, o que no hubiera directrices para la construcción y el trazado de las calles? En una situación semejante, lejos de tener más libertad, nos estorbaríamos entre todos, haciendo de este modo que el desplazamiento de un lugar a otro (que es el objetivo final de las reglas del tránsito) fuese imposible o al menos, muchísimo más difícil y hasta peligroso.
Lo anterior significa que en este y otros muchos casos (como la regulación de los contratos, por ejemplo), las normas, lejos de quitarnos libertad, hacen todo lo contrario.
Es por eso que una adecuada y más realista visión de las normas (que dicho sea de paso, son entes culturales bastante curiosos, en atención a los efectos que producen) lleva a la conclusión opuesta a la que tradicionalmente se tiene, y que lejos de ser una maldición, pueden llegar a ser una de las obras maestras del ingenio humano; siempre, por supuesto, que su contenido sea racional y no arbitrario, o si se prefiere, a condición que tengan en cuenta la verdadera realidad y necesidades humanas y no sean fruto del capricho, la arbitrariedad o el afán de poder.
En consecuencia, las normas correctamente formuladas pueden convertirse en grandes aliadas del obrar humano y en una de las máximas pruebas de nuestra racionalidad.
Por: Max Silva Abbott | Fuente: Analisis y Actualidad
Muchos consideran que la existencia de normas limita e incluso anula nuestra libertad, y que su ausencia nos permitiría obrar a nuestro antojo, maximizándola. De este modo, ellas serían una especie de maldición y a lo sumo, un costo necesario para permitir la convivencia, al evitar que nos devoremos mutuamente cual lobos salvajes.
Sin embargo, si se mira con más atención, se descubre que en muchos casos, estas prescripciones de la conducta humana jurídicas y no jurídicas, lejos de limitar o hasta destruir nuestra libertad, la potencian, e incluso, le permiten existir.
Piénsese a modo de ejemplo, en las reglas del tránsito: ellas regulan un cúmulo de comportamientos (sentido del flujo vehicular, velocidad, señalización, etc.). No solo eso: además de normar el modo de desplazarse –tanto el motorizado como el peatonal–, se encargan de muchísimas cosas más: los requisitos para poder conducir, las dimensiones y materiales requeridos para hacer las calles, las características de la señalética y un largo etcétera.
Ahora bien, ¿limita o incluso anula todo esto nuestra libertad? En realidad, no: lejos de destruirla, estas normas la incrementan, según se adelantaba, e incluso le permiten existir.
En efecto: ¿se imagina alguien qué pasaría si no existieran reglas para el tráfico vehicular, si cualquiera pudiera conducir con los atributos y del modo que estimara conveniente, o que no hubiera directrices para la construcción y el trazado de las calles? En una situación semejante, lejos de tener más libertad, nos estorbaríamos entre todos, haciendo de este modo que el desplazamiento de un lugar a otro (que es el objetivo final de las reglas del tránsito) fuese imposible o al menos, muchísimo más difícil y hasta peligroso.
Lo anterior significa que en este y otros muchos casos (como la regulación de los contratos, por ejemplo), las normas, lejos de quitarnos libertad, hacen todo lo contrario.
Es por eso que una adecuada y más realista visión de las normas (que dicho sea de paso, son entes culturales bastante curiosos, en atención a los efectos que producen) lleva a la conclusión opuesta a la que tradicionalmente se tiene, y que lejos de ser una maldición, pueden llegar a ser una de las obras maestras del ingenio humano; siempre, por supuesto, que su contenido sea racional y no arbitrario, o si se prefiere, a condición que tengan en cuenta la verdadera realidad y necesidades humanas y no sean fruto del capricho, la arbitrariedad o el afán de poder.
En consecuencia, las normas correctamente formuladas pueden convertirse en grandes aliadas del obrar humano y en una de las máximas pruebas de nuestra racionalidad.
Beato Ludovico Pavoni – 1 de abril
Beato Ludovico Pavoni – 1 de abril
«Conocido como el cura de los chicos pobres les ayudó espiritualmente y les proporcionó una digna salida laboral con un interesante abanico de profesiones. Es el fundador de la Congregación de los Hijos de María Inmaculada»
(ZENIT – Madrid).- Pío XII calificó a Ludovico como «otro Felipe Neri… precursor de san Juan Bosco… perfecto emulador de san José Cottolengo». Nació en Brescia, Italia, el 11 de septiembre de 1784. Su ilustre familia, los Poncarali, pertenecía a la nobleza. Eran dueños de grandes posesiones. Pero los utópicos ideales de la Revolución Francesa, portando aires triunfales, penetraron en la ciudad y arrasaron los derechos de muchos ciudadanos. En 1797 miembros del ejército tomaron bajo su mando el palacio Poncarali y firmaron el manifiesto «Juramos vivir libres o morir».
Sin darse ínfulas de nada, ni comprometerse con idílicos principios, únicamente con la sencillez de la verdad por bandera, Ludovico se había adentrado en el drama de los pobres. Ya conocía el asfixiante ambiente de las fábricas y lo que cuesta el aserto bíblico de ganarse el pan con el sudor de la frente. Había sido el primogénito de cinco hermanos, y todos los ojos estaban puestos en él, sin adivinar entonces lo que iba a depararle la vida. A lo largo de los años, otras personas tendrían en cuenta sus cualidades y virtudes al punto de encomendarle altas misiones eclesiásticas. En esa época abastecía su alma cada mañana en la iglesia de San Lorenzo con el más excelente manjar: la Eucaristía. Mientras tanto, los que proclamaron la libertad esclavizaron al pueblo. Les privaron de bienes gratuitos que movimientos eclesiales proporcionaban a los desamparados, suprimieron escuelas, centros benéficos e incluso el seminario.
En una de las posesiones familiares Ludovico realizaba obras de misericordia. Compartía los conocimientos que tenía con los chavales de su edad que no pudieron costearse estudios. Además, les enseñaba el catecismo. Su sensibilidad por estos jóvenes desamparados fue aumentando y, con ella, su amor al sacerdocio. En 1805 perdió a su padre, que falleció profundamente apenado por las desavenencias con uno de los hijos. Cuando Ludovico ofició su primera misa en 1807 percibió con aflicción la ausencia de este díscolo hermano, que estaba casado. La lectura de un libro hizo que Ludovico tomase el sendero que guiaría el resto de su existencia: Sobre las influencias morales escrito por Schedoni. Fue providencial. Con lucidez su autor ponía de relieve lo ya conocido: si a los chicos se les deja a su aire, no se les exige la escolarización, y se ponen a su alcance puertas abiertas a la indisciplina y a la inmoralidad, el camino hacia el delito está en marcha. Lo dice el refrán: «quien siembra vientos, cosecha tempestades». Así que Ludovico tomó la resolución de implicarse por completo en la tarea de restaurarlos.
En noviembre de 1809 murió su madre dejándole gran pesar. Sin tiempo que perder, impulsó un centro parroquial para los muchachos del entorno. A otros los rescató de las calles conquistándolos con una simple limosna y el gozo reflejado en su semblante. Les allanó el camino disponiendo un hogar donde acogerlos, un «Oratorio». Los pilares de su capacitación en prácticos oficios (carpintería e imprenta) comenzaron en Brescia. Su iniciativa fue bendecida por el prelado Gabrio María Nava, que tenía gran debilidad por este colectivo marginal. Conocía la trayectoria del beato, que ya era popularmente denominado «el cura de los chicos pobres». En 1812 lo designó secretario suyo. Seis años más tarde le nombró canónigo confiándole la rectoría de la Basílica de San Bernabé. Además, le encargó la fundación del «Instituto privado de beneficencia». Era una «Escuela de Oficios» de carácter gratuito. En 1821 recibió el nombre de «Pío Instituto de San Bernabé». Sus destinatarios eran jóvenes sin hogar ni recursos que, desde el punto de vista profesional, saldrían de sus aulas bien preparados para entrar en el mundo laboral. Y, desde la perspectiva espiritual, listos para lidiar con un ambiente poco sano y, por tanto, cristiano.
Otra de las obras emprendidas por Ludovico fue la «Escuela Tipográfica», una novedad en Italia al tratarse de la primera escuela gráfica que se abría, convertida después en editorial. Fue ampliada en 1841 para otro grupo de sordomudos. Y como su entusiasmo y creatividad no tenían fronteras, en diez años logró que los jóvenes pudieran elegir entre un interesante abanico de profesiones: tipografía, encuadernación de libros, papelería, etc. Los oficios a los que podrían aspirar serían igualmente extensos: plateros, cerrajeros, carpinteros, torneros, zapateros… Era un gran logro por el cual en 1844 fue condecorado por el emperador de Austria, quien le concedió el título de Caballero de la Corona de Hierro. Su destino fue un cajón; hubiera preferido ayuda para sus chicos.
Para que subsistiera esta formidable labor caritativo-social precisaba personas generosas, entregadas, con empuje. Sobre todo, que tuviesen entre sus objetivos altos ideales espirituales. Ludovico pensaba en esa opción cuando eligió entre los muchachos a los que juzgaba cumplían esos requisitos, y fundó con ellos la Congregación de los Hijos de María Inmaculada, erigida canónicamente en 1847. Comenzaban a verse los frutos de su religioso tesón: «debemos sembrar con confianza; no importa si los frutos no se ven». Ese mismo año emitió los votos perpetuos. Su incesante entrega prosiguió hasta el fin de sus días. Aunque sus chicos le sugerían que descansase alguna vez, su invariable respuesta era«descansaremos en el cielo». Ese momento le sorprendió en Saiano, lugar cercano a Brescia. A pesar de su delicado estado de salud había acudido allí para liberar a sus muchachos de los atropellos provocados por los austriacos insurrectos que integraban la revuelta «de los Diez Días». Llegó el 24 de marzo de 1849 y murió el 1 de abril diciendo: «Queridos míos… adiós». Era Domingo de Ramos. Poco antes pudo transmitirles esta consigna: «Tened fe, no os desaniméis. Dios, desde el cielo, rige y dispone el destino de los hombres. Haced siempre el bien a todos y amad a Jesús y a nuestra Madre, la Virgen Inmaculada». Juan Pablo II lo beatificó el 14 de abril de 2002.
La catedral de Madrid acoge dos misas por las víctimas de los últimos atentados terroristas 01042016
La catedral de Madrid acoge dos misas por las víctimas de los últimos atentados terroristas
Ambas celebraciones, 4 y 5 de abril, estarán presididas por el arzobispo de Madrid y vicepresidente de la CEE, monseñor Carlos Osoro Sierra
(ZENIT – Madrid) La madrileña catedral de Santa María la Real de la Almudena acogerá dos celebraciones en memoria de las víctimas de los últimos ataques terroristas y por la paz. El próximo lunes, 4 de abril, a las 20 horas, se celebrará una misa funeral por las víctimas de los atentados del martes pasado en Bruselas. Y al día siguiente, a las 20 horas, habrá otra misa funeral por las personas asesinadas en Yemen y Pakistán, teniendo especialmente presentes en la oración a los cristianos que han dado su vida y a los que están perseguidos, según ha informado la propia diócesis en un comunicado.
Ambas celebraciones litúrgicas estarán presididas por el arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Carlos Osoro Sierra. Asistirán representantes de la sociedad civil, del cuerpo diplomático, y de las distintas Iglesias y comunidades eclesiales presentes en Madrid, así como todas aquellas personas que deseen unirse.
Las dos eucaristías podrán seguirse en streaming a través de la web del Arzobispado.
Echad la red otra vez y encontraréis (Evangelio meditado) 01042016
Echad la red otra vez y encontraréis
Pascua
Pascua
Juan 21, 1-14. Pascua. Pidamos a Jesús nos conceda el don de la oración, entonces el sufrimiento se convierte en gozo, y la duda en esperanza.
Por: José Fernández de Mesa | Fuente: Catholic.net
Por: José Fernández de Mesa | Fuente: Catholic.net
Del santo Evangelio según san Juan 21, 1-14
Después de esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dice: «Voy a pescar». Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo». Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Díceles Jesús: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?» Le contestaron: «No». El les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor», se puso el vestido - pues estaba desnudo - y se lanzó al mar. Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos. Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. Díceles Jesús: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar». Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Venid y comed». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez. Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.
Oración introductoria
Jesús mío, que mi oración en este primer viernes de Pascua me lleve a descubrirte en mis actividades ordinarias de este día, como lo hizo san Juan. Además, te suplico me des la fuerza para saber responder con prontitud, como lo hizo el apóstol Pedro, a tu llamado.
Petición
Dame el ímpetu y el liderazgo de Pedro, que supo reconocerte a pesar de su debilidad.
Meditación del Papa Francisco
Después de esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dice: «Voy a pescar». Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo». Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Díceles Jesús: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?» Le contestaron: «No». El les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor», se puso el vestido - pues estaba desnudo - y se lanzó al mar. Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos. Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. Díceles Jesús: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar». Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Venid y comed». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez. Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.
Oración introductoria
Jesús mío, que mi oración en este primer viernes de Pascua me lleve a descubrirte en mis actividades ordinarias de este día, como lo hizo san Juan. Además, te suplico me des la fuerza para saber responder con prontitud, como lo hizo el apóstol Pedro, a tu llamado.
Petición
Dame el ímpetu y el liderazgo de Pedro, que supo reconocerte a pesar de su debilidad.
Meditación del Papa Francisco
Recordémoslo bien todos: no se puede anunciar el Evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida. Quien nos escucha y nos ve, debe poder leer en nuestros actos eso mismo que oye en nuestros labios, y dar gloria a Dios. Me viene ahora a la memoria un consejo que San Francisco de Asís daba a sus hermanos: predicad el Evangelio y, si fuese necesario, también con las palabras. Predicar con la vida: el testimonio. La incoherencia de los fieles y los Pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, mina la credibilidad de la Iglesia.
Pero todo esto solamente es posible si reconocemos a Jesucristo, porque es él quien nos ha llamado, nos ha invitado a recorrer su camino, nos ha elegido. Anunciar y dar testimonio es posible únicamente si estamos junto a él, justamente como Pedro, Juan y los otros discípulos estaban en torno a Jesús resucitado, como dice el pasaje del Evangelio de hoy; hay una cercanía cotidiana con él, y ellos saben muy bien quién es, lo conocen. El evangelista subraya que “ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor”. Y esto es un punto importante para nosotros: vivir una relación intensa con Jesús, una intimidad de diálogo y de vida, de tal manera que lo reconozcamos como “el Señor”. ¡Adorarlo!» (Homilía de S.S. Francisco, 14 de abril de 2013).
¡Jesús es el Señor! Pero no quiero decirlo sólo yo: quiero escucharlo de ustedes, de todos, ahora, todos juntos ¡Jesús es el Señor!», otra vez «¡Jesús es el Señor!». Nadie habla como Él. Sólo Él tiene palabras de misericordia que pueden curar las heridas de nuestro corazón. Sólo Él tiene palabras de vida eterna. (Homilía de S.S. Francisco, 21 de marzo de 2015).
Reflexión
Una novela del siglo XX cuenta el regreso a su patria de un soldado tras la segunda guerra mundial, después de que por trece años hubiese sido dado por desaparecido. Imaginemos la escena de un marido así que regresa a casa. Su mujer se encuentra lavando la vajilla después de comer. Los hijos, en el colegio. De repente suena el timbre y, ¿quién es?
El resto de la escena nos la cuenta el evangelio de hoy, pero con otro protagonista: Jesús. Los discípulos han pasado por unos días de dolor y angustia durante la Semana Santa. Tres días después conocen su gloria, pues Jesús se les aparece en el lugar donde estaban escondidos. Ocho días más tarde realiza la segunda aparición, para confirmar la fe del incrédulo Tomás.
Entonces el sufrimiento se convierte en gozo, y la duda en esperanza. Pero no durará mucho. Jesús no permanece largo tiempo con ellos.
Días después, los apóstoles vuelven a su trabajo ordinario: la pesca; y es entonces cuando se les aparece Jesús por tercera vez. Probablemente es ahora cuando empieza a instruir a los suyos en el ministerio que deben ejercer en el futuro. En este evangelio aprendemos a encontrar a Jesús en las cosas de cada día. Santa Teresa de Jesús decía: «Dios se encuentra entre los pucheros»; Jesús aquí se aparece entre los peces. En nuestra vida tenemos que buscar la presencia de Dios en cada momento, pues Él está presente en todo lo que hacemos. Si lo hacemos así, Él bendecirá cada una de las obras de nuestro trabajo, dándonos cada día una pesca milagrosa. Pidamos a Jesús que en esta Pascua nos conceda el don de la oración, y una presencia muy cercana de su gracia en nuestra vida.
Propósito
Hacer una oración especial por todos aquellos que han perdido la fe.
Diálogo con Cristo
Señor, tengo una enorme necesidad de encontrarme con tu amor redentor. Aumenta mi fe para saber reconocerte en la Eucaristía, en la oración, en las demás personas, en los incidentes de mi día a día. Mi testimonio es lo que más puede valer en la Nueva Evangelización, así que ayúdeme a ser coherente, que no me olvide que nada convence tanto como la caridad auténtica, hecha disponibilidad, servicio y entrega a los demás.
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El Viernes Santo, empezó la Novena a la Divina Misericordia. cuya fiesta se celebra el domingo siguiente a la Resurrección.
Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia
"En nuestros tiempos, muchos son los fieles cristianos de todo el mundo que desean exaltar esa misericordia divina en el culto sagrado y de manera especial en la celebración del misterio pascual, en el que resplandece de manera sublime la bondad de Dios para con todos los hombres.
Acogiendo pues tales deseos, el Sumo Pontífice Juan Pablo II se ha dignado disponer que en el Misal Romano, tras el título del Segundo Domingo de Pascua, se añada la denominación "o de la Divina Misericordia" ..... " (Fragmento del Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, de 5 de mayo de 2000.
Indulgencias en el Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia:
"Se concede la indulgencia plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que, en el domingo segundo de Pascua, llamado de la Misericordia divina, en cualquier iglesia u oratorio, con espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia divina, o al menos rece, en presencia del santísimo sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, "Jesús misericordioso, confío en ti")".
Reflexión
Una novela del siglo XX cuenta el regreso a su patria de un soldado tras la segunda guerra mundial, después de que por trece años hubiese sido dado por desaparecido. Imaginemos la escena de un marido así que regresa a casa. Su mujer se encuentra lavando la vajilla después de comer. Los hijos, en el colegio. De repente suena el timbre y, ¿quién es?
El resto de la escena nos la cuenta el evangelio de hoy, pero con otro protagonista: Jesús. Los discípulos han pasado por unos días de dolor y angustia durante la Semana Santa. Tres días después conocen su gloria, pues Jesús se les aparece en el lugar donde estaban escondidos. Ocho días más tarde realiza la segunda aparición, para confirmar la fe del incrédulo Tomás.
Entonces el sufrimiento se convierte en gozo, y la duda en esperanza. Pero no durará mucho. Jesús no permanece largo tiempo con ellos.
Días después, los apóstoles vuelven a su trabajo ordinario: la pesca; y es entonces cuando se les aparece Jesús por tercera vez. Probablemente es ahora cuando empieza a instruir a los suyos en el ministerio que deben ejercer en el futuro. En este evangelio aprendemos a encontrar a Jesús en las cosas de cada día. Santa Teresa de Jesús decía: «Dios se encuentra entre los pucheros»; Jesús aquí se aparece entre los peces. En nuestra vida tenemos que buscar la presencia de Dios en cada momento, pues Él está presente en todo lo que hacemos. Si lo hacemos así, Él bendecirá cada una de las obras de nuestro trabajo, dándonos cada día una pesca milagrosa. Pidamos a Jesús que en esta Pascua nos conceda el don de la oración, y una presencia muy cercana de su gracia en nuestra vida.
Propósito
Hacer una oración especial por todos aquellos que han perdido la fe.
Diálogo con Cristo
Señor, tengo una enorme necesidad de encontrarme con tu amor redentor. Aumenta mi fe para saber reconocerte en la Eucaristía, en la oración, en las demás personas, en los incidentes de mi día a día. Mi testimonio es lo que más puede valer en la Nueva Evangelización, así que ayúdeme a ser coherente, que no me olvide que nada convence tanto como la caridad auténtica, hecha disponibilidad, servicio y entrega a los demás.
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El Viernes Santo, empezó la Novena a la Divina Misericordia. cuya fiesta se celebra el domingo siguiente a la Resurrección.
Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia
"En nuestros tiempos, muchos son los fieles cristianos de todo el mundo que desean exaltar esa misericordia divina en el culto sagrado y de manera especial en la celebración del misterio pascual, en el que resplandece de manera sublime la bondad de Dios para con todos los hombres.
Acogiendo pues tales deseos, el Sumo Pontífice Juan Pablo II se ha dignado disponer que en el Misal Romano, tras el título del Segundo Domingo de Pascua, se añada la denominación "o de la Divina Misericordia" ..... " (Fragmento del Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, de 5 de mayo de 2000.
Indulgencias en el Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia:
"Se concede la indulgencia plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que, en el domingo segundo de Pascua, llamado de la Misericordia divina, en cualquier iglesia u oratorio, con espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia divina, o al menos rece, en presencia del santísimo sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, "Jesús misericordioso, confío en ti")".
Beata María Mamala - San Daniel Alemania (31 de marzo)
Beata María Mamala | |
Beata María Mamala, de la familia de los duques de Medina Sidonia. Habiendo quedado viuda de don Enrique de Guzmán, el más hermoso de los hombres de su tiempo, entró en el convento de clarisas urbanistas de Sevilla, 1453.
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San Daniel Alemania | |
San Daniel, mercader; nacido en Alemania, pasó a Venecia para dedicarse a los negocios. Allí conoció la Camáldula, adonde iba con frecuencia a pasar largas temporadas, hasta que fue asesinado por los ladrones en su celda, 1411.
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Beato Miguel Pro - San Juan Clímaco - Santos Teódulo África (31 de marzo)
Beato Miguel Pro | |
Mártir jesuita, mexicano (Año 1927). El Padre Pro es un santo del siglo veinte. Murió en 1927, y fue beatificado por el Santo Padre Juan Pablo II en 1988. Nació en Guadalupe, México, el 13 de enero de 1891. Siendo muy niño se intoxicó al comer unas frutas pasadas y estuvo al borde de la muerte. La mamá lo llevó ante la imagen de la Santísima Virgen y lo encomendó con toda su fe, y el niño curó prodigiosamente. De jovencito es sumamente inquieto. Muy alegre, trabajador y optimista, pero pone toda la casa en revolución.
Un día oye que la mamacita llena de angustia exclama: "Oh Dios mío: convierta a este hijo mío". Y el joven que amaba inmensamente a la buena mamá, le da un abrazo y le dice: "Mamá: mi segundo nombre es Agustín, y San Agustín fue un gran convertido. Ya verás que yo también me voy a convertir". A los veinte años siente un gran vacío: necesita de alguien que lo dirija espiritualmente. Se da cuenta de que él sólo no logrará atinar con el camino de la perfección y de la santidad. Afortunadamente un Padre jesuita lo invita a una convivencia de tres días, y allí encuentra paz y luces espirituales.
Desde su encuentro con los padres jesuitas, Miguel ha cambiado totalmente. Ahora ya es más meditador y menos superficial. Su hermana se va de religiosa y él siente también un gran deseo de entrar a una comunidad. Los jesuitas lo aceptan para su noviciado o año de preparación para entrar en la congregación. En 1911 se va al noviciado de los jesuitas. Para su alma tan inquieta, aquella quietud y seriedad del noviciado se le vuelve supremamente dura.
El Padre Maestro de novicios lo invita a resistir siquiera por seis meses, y entonces Miguel, que todo lo que hace lo hace con toda su alma, se dedica de lleno a la oración, a la meditación y a las buenas lecturas y llega a ser un novicio muy alegre y simpático, pero también muy piadoso y cumplidor de sus deberes. En 1913 hace sus votos o juramentos de pobreza, castidad y obediencia y queda admitido como jesuita .Ese año estalla una revolución en México y el papá de Agustín pierde sus bienes que pasan a manos de los guerrilleros.
El noviciado jesuita es invadido y los religiosos tienen que salir huyendo disfrazados. Miguel viaja disfrazado de charro y por entre maizales y montes logra llegar a Guadalajara. Los superiores viendo el peligro que corren los jóvenes novicios los envían a Estados Unidos a seguir sus estudios. Pero el no saber inglés les trae muchas molestias y entonces lo envían a España, país neutral durante la primera guerra mundial (1914 - 1918). Los jesuitas lo envían a Bélgica para que vea cómo trabajan los sacerdotes con los obreros, y luego a París para que conozca los apostolados sociales de la Iglesia. Así se va encariñando más y más con el apostolado entre los más pobres.
Es ordenado sacerdote en 1925, y enviado otra vez a su patria México, donde la persecución a la Iglesia Católica es espantosa. El presidente Calles ha jurado acabar con la religión católica y prohíbe toda actividad en favor de la religión. El Padre Pro va por las casas celebrando la eucaristía, disfrazado de vendedor o de médico, etc. Viaja en bicicleta como un mensajero y organiza un grupo de 400 catequistas para enseñar la religión. Los policías son diez mil pero no lo logran capturar. En plena persecución dicta en ciudad de México una tanda de retiros por tres días a un gran número de sirvientas y ninguna cuenta a la policía que ese es el famoso Padre Pro.
Disfrazado de mecánico va a los garajes y talleres a dar conferencias de religión a los obreros, y vestido a la última moda llega a las casas de los ricos a dictar conferencias de religión a las señoras ricas allí reunidas. Sus grandes devociones son la Eucaristía, el Espíritu Santo y la Sma. Virgen. Respecto al Espíritu Santo exclama: "Yo por mi poca instrucción debería decir negro y digo blanco en mis charlas, porque confío en el Divino Espíritu y El me ilumina siempre lo que debo decir". Y en cuanto a la Sma. Virgen sentía por Ella el afecto de un buen hijo hacia la mejor de las madres y la Madre de Dios lo libró y le salvó la vida muchísimas veces, porque los peligros eran de todos los días y a todas horas. Lo llevaron a la cárcel y le dictaron sentencia de muerte.
Antes de ser fusilado le dijeron que expusiera su último deseo: "Quiero que me dejen unos momentos para rezar y encomendarme al Señor". Y en el momento en el que le iban a disparar extendió sus brazos en cruz y gritó: "Viva Cristo Rey". Y murió mártir por defender la santa religión católica. Era el 23 de noviembre de 1927. La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos decían los antiguos.
El Padre Pro derramó su sangre por defender la religión de Cristo y ahora en México el catolicismo es la religión de la inmensa mayoría y sigue progresando admirablemente con la bendición de Dios.
Himno
Palabra del Señor ya rubricada
Es la vida del mártir, ofrecida
Como prueba fiel de que la espada
No puede ya truncar la fe vivida.
Fuente de fe y de luz es su memoria,
Coraje para el justo en la batalla
Del bien, de la verdad, siempre victoria
Que, en vida y muerte, el justo en Cristo halla.
Martirio es el dolor de cada día,
Si en Cristo y con amor es aceptado,
Fuego lento de amor que en la alegría
De servir al Señor es consumado.
Concédenos, oh Padre, sin medida,
Y tú, Señor Jesús crucificado,
El fuego del Espíritu de vida
Para vivir el don que nos has dado.
Amén
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San Juan Clímaco
San Juan Clímaco , abad y escritor famoso, autor de la Escala espiritual, Monte Sinaí, 605.
Santos Teódulo África | |
Santos Teódulo, Anesio, Félix, Cornelia y sus compañeros, Africa.
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San Amós (Profeta) - San Renato de Cauliana (31 de marzo)
San Amós (Profeta) | |
Antes de su vocación, Amós fue pastor y labrador que apacentaba sus ovejas y cultivaba cabrahígos (planta masculina de la higuera silvestre) en Tekoa, localidad de la montaña de Judá, situada a 20 Kilómetros al sur de Jerusalén. A pesar de su pertenencia al reino de Judá, Dios lo llamó al reino de Israel (cfr:1, 1; 7, 14s ) para que predicase contra la corrupción moral y religiosa de aquel país cismático que se había separado de Judá y el Templo.
El marco en que desempeña su ministerio profético está situado junto al santuario de Betel. Desde un principio, el profeta se mostró intrépido defensor de la Ley de Dios, especialmente en su encarnizada lucha contra el culto del becerro de oro erigido en Betel. Perseguido por Amasías, sacerdote de aquel becerro (7, 10), el profeta murió mártir, según una tradición judía. La Iglesia le conmemora en el calendario de los santos del 31 Marzo.
Los dos primeros capítulos contienen amenazas contra los pueblos vecinos, mientras los capítulos 3 a 6 comprenden profecías contra el reino de Israel por sus extorsiones, avaricia, fraudes e idolatría.
Los capítulos 7 a 9 presentan cinco visiones proféticas acerca del juicio de Dios sobre su pueblo y el reino mesiánico, a cuya maravillas dedica los últimos versículos, como lo hacen también Oseas, Joel, Abdías y casi todos los Profetas Mayores y Menores. Y la época particular de su función para hablar en nombre de de Dios, es en el reinado de Jeroboán II (783-743 a. C.).
Es uno de los momentos gloriosos del pueblo de Israel consideradas las cosas desde el punto de vista humano; se vive en paz y tranquilidad, el Reino del Norte se extiende y enriquece hasta el punto que el lujo de los grandes y poderosos es un insulto para la miseria en que está el pueblo. Incluso el esplendor del culto, encubre la ausencia de una religión verdadera.
Con un estilo sencillo y tan rudo como cabe esperar de un pastor que pasa su vida entre los animales que cuida en soledad, condena la vida corrompida de las ciudades, se indigna por las desigualdades sociales que claman al cielo como grita una injusticia y protesta por la falsa seguridad depositada por sus contemporáneos en los ritos religiosos que están vacíos porque no llevan a compromisos personales.
Dios castigará a los poderosos -clase dirigente- de Samaría que pecan maltratando a los pequeños del pueblo. Critica las idolatrías, violencias, injusticias, disolución y universal corrupción en la que está sumido el rebaño elegido. Por primera vez emplea dos expresiones que luego serán utilizadas ampliamente en la literatura profética posterior.
Habla del ”día de Yahwéh”, cargado de acentos terribles, para designar el momento en que Dios tomará justas decisiones reivindicativas; en medio de tinieblas, Yahwéh castigará a Israel por sus maldades, utilizando a un pueblo que en la mente del profeta Amós es Asíria.
Otra expresión novedosa es el resto, término con el que se quiere designar a una porción de israelitas fieles al yawismo puro en quienes reposará la esperanza de una perspectiva de salvación posterior. Desde siempre ambicionó el hombre las riquezas para poseer, el poder para dominar a los demás y la gloria para alimentar su soberbia; esto trae como directa consecuencia el oscurecimiento y eclipse de Dios. Amós, profeta, dijo en su nombre que Él mira y valora lo de adentro.
Cumplió con valentía el encargo dificultoso de hablar claro y sin tapujos para clarificar actitudes, aunque le llevaran a sufrir las acusaciones de Amasías, sacerdote de Betel, y la persecución de su hijo Ozías.
" En esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que vence al mundo: nuesra fe; porque, ¿quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?" I Jn 5, 3-5
Calendario de Fiestas Marianas: Nuestra Señora de la Santa Cruz, Jerusalén.
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San Renato de Cauliana | |
San Renovato (Renato), obispo emeritense, confesor († 633)El obispo Renovato cierra la época gloriosa de santidad y esplendor emeritense: fue un varón ecuánime, justo e ingenioso. Maestro acabado por su doctrina y ejemplaridad de vida. Después de gobernar la Iglesia durante muchos años murió en la paz de Dios.
Su cuerpo, junto con los de sus obispos predecesores (Masona e Inocente), descansan sepultados con los mayores honores en una misma cripta, no lejos del altar de la santa virgen Eulalia.
Ante sus sepulcros se dieron continuos signos de protección; de aquí que su culto se iniciara por asentimiento o aclamación de la iglesia local en la liturgia, al uso de la época. Su fiesta se celebra el 31 de Marzo. Es el último biografiado por el autor de las "Vitas" que dice: El santo Renato, hombre adornado de todas las virtudes; godo de origen, nacido de rancia prosapia e insigne por el lustre de su familia. Era esbelto de cuerpo, de distinguidos modales, de singular estatura... era mayor aún por dentro su hermosura, inundado en la posesión del Espíritu Santo.
Antes había sido abad del monasterio de Cauliana. Se distinguió en las artes y en las ciencias eclesiásticas, especialmente en las Sagradas Escrituras. Su agudo ingenio le hizo maestro de no pocos discípulos. Su cuerpo fue sepultado en Mérida, en la cripta de la Iglesia martirial de Santa Eulalia.
Oremos
Confesamos, Señor, que sólo tú eres santo y que sin ti nadie es bueno, y humildemente te pedimos que la intercesión de San Renato venga en nuestra ayuda para que de tal forma vivamos en el mundo que merezcamos llegar a la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
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Agencia Fides 31032016
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