En Ancira, de Galacia, santos Proclo e Hilarión, mártires bajo el emperador Trajano y el prefecto Máximo. († s. II)
En Aquileia, en los confines de Venecia, santos Fortunato y Hermágoras, mártires. († s. III)
En Milán, ciudad de la Liguria, santos Nabor y Félix, mártires, que, siendo soldados oriundos de Mauritania, actual Argelia, se cuenta que sufrieron el martirio en Lodi en tiempo de persecución y fueron después sepultados en Milán. († c. 304)
En Fano, en la región del Piceno, en Italia, san Paterniano, obispo. († s. IV)
En Lyon, ciudad de la Galia, san Vivenciolo, obispo, que, promovido al episcopado desde la escuela monástica de San Eugendio donde enseñaba, indujo a clérigos y laicos a estar presentes en el Concilio de Pau, para que el pueblo pudiera conocer mejor las decisiones del pontífice. († c. 523)
En el monasterio de Passignano, en la Toscana, san Juan Gualberto, abad, que, después de perdonar por el amor de Cristo al asesino de un hermano suyo, vistió el hábito monástico y, más tarde, deseando practicar una vida de mayor austeridad, puso los cimientos de una nueva familia monacal en Valumbrosa. († 1073)
En el monasterio de Cava dei Tirreni, en la Campania, san León I, abad, que proveyó a los pobres con el trabajo de sus propias manos y los protegió de los príncipes. († 1079)
En Londres, en Inglaterra, beato David Gunston, mártir, caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén, que por no reconocer el poder del rey Enrique VIII en los asuntos espirituales, fue ahorcado en el patíbulo de Southwark. († 1581)
También en Londres, san Juan Jones, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, el cual, oriundo de Gales, abrazó la vida religiosa en Francia, y tras entrar en Inglaterra como sacerdote en tiempo de la reina Isabel I, fue condenado a la pena capital y consumó el martirio en la horca. († 1598)
En Nagasaki, ciudad de Japón, beatos Matías Araki y siete compañeros, que sufrieron el martirio por su fe en Cristo. Sus nombres son: beatos Pedro Arakiyori Chobioye y Susana, esposos; Juan Tanaka y Catalina, esposos: Juan Nagai Naisen y Mónica, esposos, y su hijo el niño Luis. († 1626)
Beatas Rosa de San Javier Tallien, Marta del Buen Ángel Cluse, María de San Enrique de Justamond y Juana María de San Bernardo de Romillon, vírgenes y mártires
En la población de Orange, en la región de Provenza, en Francia, beatas Rosa de San Javier (Magdalena Teresa) Tallien, Marta del Buen Ángel (María) Cluse, María de San Enrique (Margarita Eleonor) de Justamond y Juana María de San Bernardo de Romillon, vírgenes y mártires, que alcanzaron la palma del martirio durante la persecución desencadenada en tiempo de la Revolución Francesa. († 1794)
En la ciudad de Nan Dinh, en Tonquín, san Clemente Ignacio Delgado Cebrián, obispo y mártir, que, después de pasar cincuenta años predicando el Evangelio, fue encarcelado por orden del emperador Minh Mang a causa de su fe en Cristo y murió finalmente en prisión tras muchos sufrimientos. († 1838)
En la provincia de Ninh Binh, también en Tonkín, santa Inés Lé Thi Thánh (Dé), mártir, madre de familia, que habiendo sido cruelmente atormentada por haber ocultado en su casa a un sacerdote, se negó a abjurar de su fe y murió en prisión, en tiempo del emperador Thiéu Tri. († 1841)
En la provincia de Nghé An, en Annam, san Pedro Khanh, presbítero y mártir, que, al ser reconocido como cristiano cuando se hallaba en su mesa de recaudador, pasó seis meses preso en la cárcel y, después de vanos intentos para que abjurara, fue decapitado por orden del emperador Thiéu Tri. († 1842)
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