Memoria de santa Marta, que recibió en su casa de Betania, cerca de Jerusalén, a Jesús el Señor, y muerto su hermano Lázaro, profesó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que has venido al mundo».
Conmemoración de san Lázaro, hermano de santa Marta, a quien lloró el Señor al saber que había muerto y después resucitó, y de santa María, su hermana, la cual, mientras Marta se ocupaba inquieta y nerviosa en preparar todo lo necesario, ella, sentada a los pies del Señor, escuchaba sus palabras.
En Gangra, de Paflagonia, san Calínico, mártir. († s. II/III)
En Roma, en el tercer miliario de la vía Portuense, en el cementerio dedicado a su nombre, san Félix, mártir. († s. III/IV)
En Roma también, en el cementerio de Generosa, santos Simplicio, Faustino, Beatriz y Rufo, mártires. († s. III/IV)
En Troyes, ciudad de la Galia Lugdunense, san Lupo, obispo, que con san Germán de Auxerre fue a Bretaña para combatir la herejía de los pelagianos, defendió con la oración a su ciudad del furor de Atila y, habiendo ejercido de modo admirable el sacerdocio durante cincuenta años, descansó en paz. († c. 478)
En Orleans, ciudad también de la Galia Lugdunense, san Próspero, obispo. († s. V)
En Nídaros (hoy Trondheim), ciudad de Noruega, san Olav, mártir, que, siendo rey, difundió con gran diligencia la fe cristiana que había conocido en Inglaterra, liberando a su pueblo de la idolatría, y finalmente, atacado por sus enemigos, murió asesinado. († 1030)
En Roma, en la basílica de San Pedro, beato Urbano II, papa, que defendió la libertad de la Iglesia de las intromisiones de los laicos, combatió la simonía y la corrupción del clero, y en el Concilio de Clermont exhortó a los soldados cristianos a que liberasen, bajo el signo de la cruz, a sus hermanos cristianos oprimidos por los infieles y recuperasen el sepulcro del Señor. († 1099)
En la ciudad de Saint-Brieuc, en Bretaña Menor, san Guilleüno Pinchón, obispo, que se preocupó por la construcción de la iglesia catedral, brilló por su benignidad y sencillez y, por defender con decisión y fortaleza a sus ovejas y los derechos de la Iglesia, tuvo que sufrir muchas vejaciones y el destierro. († 1234)
En Omura, en Japón, beatos mártires Luis Bertrán, presbítero, y Mancio de la Santa Cruz y Pedro de Santa María, religiosos, todos ellos de la Orden de Predicadores, que por su fe en Cristo fueron quemados vivos. († 1627)
En la costa de Francia, ante la ciudad de Rochefort, beato Carlos Nicolás Antonio Ancel, presbítero de la Congregación de Jesús y María, mártir, que durante la Revolución Francesa, por su condición de sacerdote, fue encarcelado en condiciones inhumanas en un barco convertido en prisión, donde murió como auténtico mártir, víctima de una enfermedad contagiosa. († 1794)
Santos José Zhang Wenlan, Pablo Chen Changpin, Juan Bautista Lou Tingyin y Marta Wang Louzhi, mártires
En la ciudad de Quigyan, en la provincia china de Guizhou, santos mártires José Zhang Wenlan, Pablo Chen Changpin, seminaristas, Juan Bautista Lou Tingyin, administrador del seminario, y Marta Wang Louzhi, viuda, que, encerrados en una cueva calurosa y húmeda, sufrieron atroces vejaciones y fueron finalmente decapitados. († 1861)
En Burdeos, Francia, san Luis Martin, esposo de santa Celia Guerín y padre de Santa Teresa del Niño Jesús, canonizado conjuntamente con su esposa, cuya memoria se celebra el 28 de agosto, como ejemplo de matrimonio cristiano. († 1894)
En la población de Esplugas, cerca de Barcelona, en España, beato Juan Bautista Egozcuezábal Aldaz, religioso de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, que fue asesinado durante la persecución contra la fe desencadenada en tiempo de guerra. († 1936)
En Calanda, población cercana a Teruel, también en España, beatos Lucio Martínez Mancebo, presbítero de la Orden de Predicadores, y compañeros mártires, que, apoyándose en la fortaleza de Cristo, dieron su vida durante la misma persecución. Sus nombres son: Antonio López Couceiro, Felicísimo Diez González, Saturio Rey Robles, Tirso Manrique Melero, presbíteros; Gumersindo Soto Barros y Lamberto de Navascués y de Juan, religiosos, de la Orden de Predicadores; y Manuel Albert Ginés, presbítero. († 1936)
En Valencia, igualmente en España, beato José Calasanz Marqués, presbítero de la Sociedad de San Francisco de Sales y mártir, que derramó su sangre por Cristo en esa misma persecución. († 1936)
En Baena, en la provincia española de Córdoba, beatos Pablo Brull Carrasco, Rafael Contreras Leva, presbíteros, y Guillermo Fernández Aguilera, laico, todos ellos mártires, víctimas de la cruel persecusión religiosa que acompañó a la Guerra Civil Española. († 1936)
En Koplek, Albania, beatos Pjetër Çuni y Lek Sirdani, presbíteros de la arquidiócesis de Shkodrë-Pult y mártires. († 1948)
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