21 de agosto: Nuestra Señora de Knock
La historia de Knock comenzó el 21 de Agosto de 1879 cuando Nuestra Señora, San José y San Juan El Evangelista aparecieron en el hastial sur de la Iglesia Parroquial de Knock. La Aparición fue presenciada por quince personas, jóvenes y ancianas. A partir de esta milagrosa Aparición Knock ha crecido hasta alcanzar el status de un internacionalmente reconocido Santuario Mariano.
En la húmeda tarde del jueves 21 de agosto de 1879, alrededor de las 8 en punto, Nuestra Señora, San José, y San Juan el Evangelista aparecieron en una llamarada de luz Celestial en el hastial sur de la Iglesia Parroquial de Knock. Detrás de ellos y un poco a la izquierda de San Juan estaba un altar plano. En el altar estaban una cruz y un cordero junto a venerantes ángeles. La aparición fue vista por quince personas cuyas edades iban desde los seis años hasta los setenta y cinco e incluía a hombres, mujeres y niños.
Los testigos describieron que la Bendita Virgen María vestía de blanco con una brillante corona sobre su cabeza. Sobre su frente, donde la corona encajaba, llevaba una hermosa roza dorada totalmente florecida. Estaba en una actitud de oración con sus manos y ojos elevados hacia el Cielo. San José se erguía a la derecha de Nuestra Señora. Se encontraba girado hacia ella en una actitud de respeto. Sus ropas eran también blancas. San Juan se erguía a la izquierda de Nuestra Señora. Llevaba vestimenta blanca y lucia como un Obispo, con una pequeña mitra. Parecía estar predicando y sostenía un libro abierto en su mano izquierda.
Los testigos observaron la Aparición bajo una fuerte lluvia durante dos horas, recitando el Rosario. A pesar de estar ellos mismos empapados ni una sola gota de lluvia cayó sobre la visión o el hastial.
La peregrinación personal del Papa Juan Pablo II en 1979, conmemorando el centenario de la Aparición, inspiró una devoción aun mayor hacia el santuario y proveyó el indeleble sello de aprobación Vaticana. La Madre Teresa de Calcuta visito el Santuario en Junio de 1993. Un millón y medio de peregrinos visitan el Santuario anualmente.
Los 15 Testigos Oficiales
1. Dominick Byrne (padre), de Drum, Knock, de treinta y seis años de edad
2. Dominick Byrne (hijo), de Drum, Knock, de veinte años aproximadamente
3. Margaret Byrne, de Drum, Knock, de veintiún años de edad
4. Mary Byrne, de Drum, Knock, de veintinueve años de edad aproximadamente
5. Mrs. Margaret Byrne (viuda), de Drum, Knock, de sesenta y ocho años de edad
6. Patrick Byrne, de Carrowmore, Knock, de dieciséis años de edad
7. Judith Campbell, de Carrowmore, Knock, de veintidós años de edad
8. John Curry, de Lecarrow, Knock, de cinco años de edad
9. John Durkan, Peón de campo, de veinticuatro años aproximadamente
10. Mrs. Hugh Flatley, de Cloonlee, Knock, de cuarenta y cuatro años
11. Patrick Hill, de Claremorris, de once años
12. Mary McLoughlin, mayordomo del Arzobispo Cavanagh, Knock, de cuarenta y cinco años
13. Catherine Murray, de Lisaniskea, Bekan, de ocho años de edad
14. Bridget Trench, Carrowmore, de Knock, de setenta y cuatro años de edad aproximadamente
15. Patrick Walsh, de Ballindorris, Knock, de sesenta y cinco años de edad aproximadamente
Mary Byrne Testimonio de la Aparición Primera Comisión de Investigación, 1879
''Vivo en la villa de Knock, hacia el este de la capilla. Mary McLoughlin vino a mi casa en la tarde del 21 de Agosto alrededor de las siete treinta. Permaneció allí un corto tiempo.
Regresé con ella cuando retornaba hacia su casa. Era o bien las ocho o 15 minutos para las ocho en ese momento. Aun había luz. No había escuchado de parte de Miss McLoughlin respecto de la visión que acababa de ver justo antes de ello.
La primera vez que supe sobre ello fue en el momento que venía desde la casa de mi Madre en compañía de Miss Mary McLoughlin, y a una distancia de trescientas yardas aproximadamente de la iglesia. Contemplé, todos al mismo tiempo, destacándose sobre el hastial, y más bien al oeste del mismo, tres figuras que, al inspeccionarlas más atentamente, parecían ser las de la Virgen Bendita, San José y San Juan. La de la Virgen Bendita era de tamaño real, las otras parecían ni tan grandes ni tan altas como su figura.
Se erguían apenas fuera de la pared del hastial y, hasta donde pude juzgar, un pie y medio o dos desde el suelo.
La virgen permanecía de pié, con sus ojos mirando el cielo, sus manos elevadas hasta los hombros o un poco más, las palmas levemente inclinadas hacia los hombros o su pecho. Vestía un largo manto de color blanco, que colgaba en dobleces y se encontraba de alguna manera suelto sobre sus hombros, y ajustado sobre su cuello. Llevaba una corona sobre su cabeza, una corona más bien grande, y parecía de alguna manera más amarilla el vestido y la toga que llevaba Nuestra Bendita Señora.
En la imagen de San José la cabeza estaba levemente inclinada, en dirección a la Virgen Bendita, como en señal de respeto. El santo aparecía como entrado en años, con barba gris y pelo grisáceo.
La tercera figura parecía ser la de San Juan El Evangelista. No lo sé, simplemente pensé tal cosa, exceptuando el hecho de que una vez vi una estatua en la capilla de Lacanvey, cerca de Westport, Condado de Mayo, muy similar a la figura que se erguía frente a mi junto a San José y Nuestra Bendita Señora, la cual contemplé en esta ocasión.
Sostenía los Evangelios, o el Libro de Misa, abierto en su mano izquierda, mientras se erguía ligeramente girado sobre su izquierda hacia el altar que estaba un poco elevado respecto a él. Debo remarcar que la estatua que había visto en la capilla de Lecanvey no tenía una mitra en su cabeza, mientras que la figura ahora contemplada tenía una, no muy alta sino una más bien corta. La estatua en Lecanvey tenía un libro en su mano izquierda, y los dedos de su mano derecha hacia arriba. La figura frente a mí en la presente ocasión de la cual hablo tenía un libro en su mano izquierda, como mencioné, y el dedo medio y el índice de su mano derecha elevados, como si estuviera hablando y reforzando algún punto en una audiencia. Fue la coincidencia de la figura y la pose lo que me hizo suponer, ya que es solo mi opinión, que la tercera figura era la de San Juan, el amado discípulo de Nuestro Señor, pero no estoy en absoluto segura de que santo o personaje representaba la figura. Dije, como he expresado ahora, que era San Juan El Evangelista, y luego todos los presentes dijeron lo que yo declaré.
El altar estaba bajo una ventana, la cual está en el hastial y un poco al oeste cerca del centro, o un poco pasando el mismo. Hacia este altar miraba San Juan, como debo nombrar a la figura, mientras se erguía del lado donde están los Evangelios en el mencionado altar, con su brazo derecho inclinado en un ángulo hacia fuera, en dirección a la Virgen Bendita. El altar aparentaba ser como los altares en uso en la Iglesia Católica, amplios y de gran tamaño. No tenía telas, ni velas, ni ningún tipo de ornamentos; era solo un altar plano.
Sobre el altar y descansando en el mismo estaba un cordero y alrededor del mismo vi estrellas doradas, o pequeñas luces brillantes, resplandeciendo como faros o bolas de cristal, reflejando la luz de algún luminoso cuerpo.
Permanecí desde las ocho y cuarto hasta las nueve y media. En ese momento estaba lloviendo.”
MARY BYRNE TESTIMONIO DE LA APARICION
2da COMISION DE INVESTIGACION, 1936 Mary tenía ochenta y seis al momento de la segunda Comisión de Investigación. Fue entrevistada por los comisionados en su dormitorio, ya que estaba demasiado enferma para salir. Dio su testimonio final y concluyo con estas palabras: “Tengo en claro todo lo que he dicho y esta declaración sabiendo que voy ante mi Dios”
Mary falleció seis semanas más tarde.
El 8 de Octubre de 1879, el Arzobispo MacHale de Tuam creó una Comisión de Investigación para investigar la aparición. Los hallazgos de la Comisión fueron enviados al Arzobispo y concluían que: “El testimonio de los testigos, tomados como un todo, son dignos de confianza y satisfactorios”
La comisión consistía del Arzobispo Cavanagh, Cura Párroco de Knock, el Muy Reverendo Canon Waldron, Cura Párroco de Ballyhaunis y el Muy Reverendo Canon Bourke, Cura Párroco de Claremorris. Con la asistencia de seis coadjutores locales, examinaron a quince testigos y tomaron testimonio de cada uno. Catorce dieron su testimonio en Inglés, y uno en Irlandés.
Los periodistas que visitaron Knock en los años que siguieron a la Aparición fueron impresionados por los testigos. EL P.C.D. Warren en su folleto publicado en 1880 escribió sobre ellos: “Las personas que cuentan de estas apariciones y que solemnemente declaran la veracidad de lo que aseveran, son numerosas, respetables, y respetados por sus vecinos. Sus respuestas son francas y corteses, igualmente libres de orgullo y evasiones, y sus testimonios unidos constituyen una masa de evidencia la cual pocos hombres imparciales buscarían desacreditar.”
En 1936 una segunda Comisión de Investigación fue establecida por el Muy Reverendo Dr. Gilmartin, Arzobispo de Tuam. Los dos testigos sobrevivientes viviendo en Irlanda, Mary O’ Connell (apellido de soltera Byrne) and Patrick Byrne fueron examinados. Un tribunal especial fue constituido por el Arzobispo de Nueva York, el Cardenal Hayes, para examinar a John Curry quien estaba residiendo allí.
Mary O’Connell finalizó su declaración jurada con las palabras ‘Tengo en claro todo lo que he dicho y hago esta declaración sabiendo que voy ante mi Dios’. Murió más tarde aquel año.
Actualmente el Santuario de Knock es un lugar de peregrinaje internacional y oración donde más de un millón y medio de peregrinos vienen cada año. El complejo del Santuario incorpora cinco iglesias, incluyendo la Iglesia de la Aparición, la Iglesia Parroquial o Iglesia Antigua, la Basílica, la Capilla del Sagrado Sacramento y la Capilla de la Reconciliación.
Los Servicios en el Santuario incluyen: devociones y misas publicas diarias con Unción de los Enfermos, Confesiones y Adoración del Sagrado Sacramento; Servicio de Consejería profesional; Ministerio de la Juventud; Guía de la Oración; Centro San José de Descanso y Cuidados de Día para la bienvenida y la hospitalidad a enfermos y desvalidos; el Centro de Vida Familiar; las Oficinas del Santuario donde los peregrinos pueden anotar a sus familias y amigos en las misas de la Asociación de Amigos del Santuario de Knock. El personal religioso y laico y los voluntarios de la Sociedad del Santuario de Knock están involucrados en tales servicios.
“Hoy, la gente busca formas de alcanzar a Dios y conectarse con El. El Santuario de Knock puede asistir a la gente en esa búsqueda y ofrece muchas oportunidades para la adoración y la oración para quietud y paz en nuestras almas – algo tan necesario en nuestro ocupado y a veces agitado mundo.
El Santuario de nuestra Señora en Knock puede ayudar a los peregrinos a experimentar la curación, la libertad, la reconciliación y la paz.
En este lugar de peregrinaje único ‘Mas cosas son forjadas en la oración de las que este mundo imagina’. “
Mons. Joseph Quinn P.P. Parroquia de Knock y Administrador del Santuario de Knock
En la húmeda tarde del jueves 21 de agosto de 1879, alrededor de las 8 en punto, Nuestra Señora, San José, y San Juan el Evangelista aparecieron en una llamarada de luz Celestial en el hastial sur de la Iglesia Parroquial de Knock. Detrás de ellos y un poco a la izquierda de San Juan estaba un altar plano. En el altar estaban una cruz y un cordero junto a venerantes ángeles. La aparición fue vista por quince personas cuyas edades iban desde los seis años hasta los setenta y cinco e incluía a hombres, mujeres y niños.
Los testigos describieron que la Bendita Virgen María vestía de blanco con una brillante corona sobre su cabeza. Sobre su frente, donde la corona encajaba, llevaba una hermosa roza dorada totalmente florecida. Estaba en una actitud de oración con sus manos y ojos elevados hacia el Cielo. San José se erguía a la derecha de Nuestra Señora. Se encontraba girado hacia ella en una actitud de respeto. Sus ropas eran también blancas. San Juan se erguía a la izquierda de Nuestra Señora. Llevaba vestimenta blanca y lucia como un Obispo, con una pequeña mitra. Parecía estar predicando y sostenía un libro abierto en su mano izquierda.
Los testigos observaron la Aparición bajo una fuerte lluvia durante dos horas, recitando el Rosario. A pesar de estar ellos mismos empapados ni una sola gota de lluvia cayó sobre la visión o el hastial.
La peregrinación personal del Papa Juan Pablo II en 1979, conmemorando el centenario de la Aparición, inspiró una devoción aun mayor hacia el santuario y proveyó el indeleble sello de aprobación Vaticana. La Madre Teresa de Calcuta visito el Santuario en Junio de 1993. Un millón y medio de peregrinos visitan el Santuario anualmente.
Las declaraciones de los testigos
Los 15 Testigos Oficiales
1. Dominick Byrne (padre), de Drum, Knock, de treinta y seis años de edad
2. Dominick Byrne (hijo), de Drum, Knock, de veinte años aproximadamente
3. Margaret Byrne, de Drum, Knock, de veintiún años de edad
4. Mary Byrne, de Drum, Knock, de veintinueve años de edad aproximadamente
5. Mrs. Margaret Byrne (viuda), de Drum, Knock, de sesenta y ocho años de edad
6. Patrick Byrne, de Carrowmore, Knock, de dieciséis años de edad
7. Judith Campbell, de Carrowmore, Knock, de veintidós años de edad
8. John Curry, de Lecarrow, Knock, de cinco años de edad
9. John Durkan, Peón de campo, de veinticuatro años aproximadamente
10. Mrs. Hugh Flatley, de Cloonlee, Knock, de cuarenta y cuatro años
11. Patrick Hill, de Claremorris, de once años
12. Mary McLoughlin, mayordomo del Arzobispo Cavanagh, Knock, de cuarenta y cinco años
13. Catherine Murray, de Lisaniskea, Bekan, de ocho años de edad
14. Bridget Trench, Carrowmore, de Knock, de setenta y cuatro años de edad aproximadamente
15. Patrick Walsh, de Ballindorris, Knock, de sesenta y cinco años de edad aproximadamente
Mary Byrne Testimonio de la Aparición Primera Comisión de Investigación, 1879
''Vivo en la villa de Knock, hacia el este de la capilla. Mary McLoughlin vino a mi casa en la tarde del 21 de Agosto alrededor de las siete treinta. Permaneció allí un corto tiempo.
Regresé con ella cuando retornaba hacia su casa. Era o bien las ocho o 15 minutos para las ocho en ese momento. Aun había luz. No había escuchado de parte de Miss McLoughlin respecto de la visión que acababa de ver justo antes de ello.
La primera vez que supe sobre ello fue en el momento que venía desde la casa de mi Madre en compañía de Miss Mary McLoughlin, y a una distancia de trescientas yardas aproximadamente de la iglesia. Contemplé, todos al mismo tiempo, destacándose sobre el hastial, y más bien al oeste del mismo, tres figuras que, al inspeccionarlas más atentamente, parecían ser las de la Virgen Bendita, San José y San Juan. La de la Virgen Bendita era de tamaño real, las otras parecían ni tan grandes ni tan altas como su figura.
Se erguían apenas fuera de la pared del hastial y, hasta donde pude juzgar, un pie y medio o dos desde el suelo.
La virgen permanecía de pié, con sus ojos mirando el cielo, sus manos elevadas hasta los hombros o un poco más, las palmas levemente inclinadas hacia los hombros o su pecho. Vestía un largo manto de color blanco, que colgaba en dobleces y se encontraba de alguna manera suelto sobre sus hombros, y ajustado sobre su cuello. Llevaba una corona sobre su cabeza, una corona más bien grande, y parecía de alguna manera más amarilla el vestido y la toga que llevaba Nuestra Bendita Señora.
En la imagen de San José la cabeza estaba levemente inclinada, en dirección a la Virgen Bendita, como en señal de respeto. El santo aparecía como entrado en años, con barba gris y pelo grisáceo.
La tercera figura parecía ser la de San Juan El Evangelista. No lo sé, simplemente pensé tal cosa, exceptuando el hecho de que una vez vi una estatua en la capilla de Lacanvey, cerca de Westport, Condado de Mayo, muy similar a la figura que se erguía frente a mi junto a San José y Nuestra Bendita Señora, la cual contemplé en esta ocasión.
Sostenía los Evangelios, o el Libro de Misa, abierto en su mano izquierda, mientras se erguía ligeramente girado sobre su izquierda hacia el altar que estaba un poco elevado respecto a él. Debo remarcar que la estatua que había visto en la capilla de Lecanvey no tenía una mitra en su cabeza, mientras que la figura ahora contemplada tenía una, no muy alta sino una más bien corta. La estatua en Lecanvey tenía un libro en su mano izquierda, y los dedos de su mano derecha hacia arriba. La figura frente a mí en la presente ocasión de la cual hablo tenía un libro en su mano izquierda, como mencioné, y el dedo medio y el índice de su mano derecha elevados, como si estuviera hablando y reforzando algún punto en una audiencia. Fue la coincidencia de la figura y la pose lo que me hizo suponer, ya que es solo mi opinión, que la tercera figura era la de San Juan, el amado discípulo de Nuestro Señor, pero no estoy en absoluto segura de que santo o personaje representaba la figura. Dije, como he expresado ahora, que era San Juan El Evangelista, y luego todos los presentes dijeron lo que yo declaré.
El altar estaba bajo una ventana, la cual está en el hastial y un poco al oeste cerca del centro, o un poco pasando el mismo. Hacia este altar miraba San Juan, como debo nombrar a la figura, mientras se erguía del lado donde están los Evangelios en el mencionado altar, con su brazo derecho inclinado en un ángulo hacia fuera, en dirección a la Virgen Bendita. El altar aparentaba ser como los altares en uso en la Iglesia Católica, amplios y de gran tamaño. No tenía telas, ni velas, ni ningún tipo de ornamentos; era solo un altar plano.
Sobre el altar y descansando en el mismo estaba un cordero y alrededor del mismo vi estrellas doradas, o pequeñas luces brillantes, resplandeciendo como faros o bolas de cristal, reflejando la luz de algún luminoso cuerpo.
Permanecí desde las ocho y cuarto hasta las nueve y media. En ese momento estaba lloviendo.”
MARY BYRNE TESTIMONIO DE LA APARICION
2da COMISION DE INVESTIGACION, 1936 Mary tenía ochenta y seis al momento de la segunda Comisión de Investigación. Fue entrevistada por los comisionados en su dormitorio, ya que estaba demasiado enferma para salir. Dio su testimonio final y concluyo con estas palabras: “Tengo en claro todo lo que he dicho y esta declaración sabiendo que voy ante mi Dios”
Mary falleció seis semanas más tarde.
comisiones de investigación
El 8 de Octubre de 1879, el Arzobispo MacHale de Tuam creó una Comisión de Investigación para investigar la aparición. Los hallazgos de la Comisión fueron enviados al Arzobispo y concluían que: “El testimonio de los testigos, tomados como un todo, son dignos de confianza y satisfactorios”
La comisión consistía del Arzobispo Cavanagh, Cura Párroco de Knock, el Muy Reverendo Canon Waldron, Cura Párroco de Ballyhaunis y el Muy Reverendo Canon Bourke, Cura Párroco de Claremorris. Con la asistencia de seis coadjutores locales, examinaron a quince testigos y tomaron testimonio de cada uno. Catorce dieron su testimonio en Inglés, y uno en Irlandés.
Los periodistas que visitaron Knock en los años que siguieron a la Aparición fueron impresionados por los testigos. EL P.C.D. Warren en su folleto publicado en 1880 escribió sobre ellos: “Las personas que cuentan de estas apariciones y que solemnemente declaran la veracidad de lo que aseveran, son numerosas, respetables, y respetados por sus vecinos. Sus respuestas son francas y corteses, igualmente libres de orgullo y evasiones, y sus testimonios unidos constituyen una masa de evidencia la cual pocos hombres imparciales buscarían desacreditar.”
En 1936 una segunda Comisión de Investigación fue establecida por el Muy Reverendo Dr. Gilmartin, Arzobispo de Tuam. Los dos testigos sobrevivientes viviendo en Irlanda, Mary O’ Connell (apellido de soltera Byrne) and Patrick Byrne fueron examinados. Un tribunal especial fue constituido por el Arzobispo de Nueva York, el Cardenal Hayes, para examinar a John Curry quien estaba residiendo allí.
Mary O’Connell finalizó su declaración jurada con las palabras ‘Tengo en claro todo lo que he dicho y hago esta declaración sabiendo que voy ante mi Dios’. Murió más tarde aquel año.
Knock hoy
Actualmente el Santuario de Knock es un lugar de peregrinaje internacional y oración donde más de un millón y medio de peregrinos vienen cada año. El complejo del Santuario incorpora cinco iglesias, incluyendo la Iglesia de la Aparición, la Iglesia Parroquial o Iglesia Antigua, la Basílica, la Capilla del Sagrado Sacramento y la Capilla de la Reconciliación.
Los Servicios en el Santuario incluyen: devociones y misas publicas diarias con Unción de los Enfermos, Confesiones y Adoración del Sagrado Sacramento; Servicio de Consejería profesional; Ministerio de la Juventud; Guía de la Oración; Centro San José de Descanso y Cuidados de Día para la bienvenida y la hospitalidad a enfermos y desvalidos; el Centro de Vida Familiar; las Oficinas del Santuario donde los peregrinos pueden anotar a sus familias y amigos en las misas de la Asociación de Amigos del Santuario de Knock. El personal religioso y laico y los voluntarios de la Sociedad del Santuario de Knock están involucrados en tales servicios.
“Hoy, la gente busca formas de alcanzar a Dios y conectarse con El. El Santuario de Knock puede asistir a la gente en esa búsqueda y ofrece muchas oportunidades para la adoración y la oración para quietud y paz en nuestras almas – algo tan necesario en nuestro ocupado y a veces agitado mundo.
El Santuario de nuestra Señora en Knock puede ayudar a los peregrinos a experimentar la curación, la libertad, la reconciliación y la paz.
En este lugar de peregrinaje único ‘Mas cosas son forjadas en la oración de las que este mundo imagina’. “
Mons. Joseph Quinn P.P. Parroquia de Knock y Administrador del Santuario de Knock
traducido por mallinista
((fuente: www.knock-shrine.ie)
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