23 de agosto: Nuestra Señora de la Victoria de Valois
La fiesta de la Virgen de la Victoria de Valois tiene que ver con la intercesión de la Nuestra Señora en la Batalla de Cassel, que se libró el 23 de agosto en el año 1328 entre franceses y flamencos cerca del monte que le dio nombre a esa disputa. Felipe de Valois, llamado también "Felipe el Afortunado", era el rey de Francia a partir de ese año hasta su muerte, la cual aconteció en 1350.
El Rey Felipe se vio obligado a llevar a su ejército contra el grupo de rebeldes flamencos quienes, encabezados por Nicolas Zannekin, pretendían lograr la independencia del dominio francés. Los flamencos se negaban a pagar los impuestos por el Conde de Flandes por considerarlos excesivos, y decidieron enfrentarse a Francia encarcelando al representante del rey y apoderándose de varias ciudades. El Papa pidió a Felipe que negociara con los rebeldes pero el monarca pretendió arreglar solo con la aristocracia flamenca; ante la actitud del monarca francés, los rebeldes flamencos asesinaron a muchos de ellos.
Felipe confiaba seguro de la victoria francesa en la Batalla de Cassel, llevando consigo a 2.500 caballeros y 12.000 hombres de infantería y arqueros. Por su parte, Zannekin disponía de 15.000 soldados.
Luego de tres días de estar apostados en las inmediaciones del campo de batalla, fue el ejército flamenco el primero en lanzar un ataque directo a los franceses quienes, al parecer, fueron sorprendidos con la guardia baja. Muchos de los caballeros franceses entraron en pánico y abandonaron el campo, mientras que gran parte de la nobleza francesa permanecieron aunque fueron rápidamente diezmados. La situación era desesperante para el Rey Felipe.
Felipe de Valois, al verse peligrosamente asediado por los soldados flamencos, recurrió a la Santísima Virgen, para que lo librara de esa situación. Fue entonces que el Duque de Vienne entró en escena con sus soldados para auxiliar al monarca francés y dirigió eficaz contraataque contra los flamencos, mientras que los caballeros que habían huído se reagruparon y atacaron al enemigo por la retaguardia. Así, los flamencos fueron derrotados y la victoria asegurada por Nuestra Señora de la Victoria Valois.
Para demostrar el agradecimiento a la Virgen, Felipe se fue directamente a la Catedral de Notre Dame apenas entró a París.
El Rey Felipe se vio obligado a llevar a su ejército contra el grupo de rebeldes flamencos quienes, encabezados por Nicolas Zannekin, pretendían lograr la independencia del dominio francés. Los flamencos se negaban a pagar los impuestos por el Conde de Flandes por considerarlos excesivos, y decidieron enfrentarse a Francia encarcelando al representante del rey y apoderándose de varias ciudades. El Papa pidió a Felipe que negociara con los rebeldes pero el monarca pretendió arreglar solo con la aristocracia flamenca; ante la actitud del monarca francés, los rebeldes flamencos asesinaron a muchos de ellos.
Felipe confiaba seguro de la victoria francesa en la Batalla de Cassel, llevando consigo a 2.500 caballeros y 12.000 hombres de infantería y arqueros. Por su parte, Zannekin disponía de 15.000 soldados.
Luego de tres días de estar apostados en las inmediaciones del campo de batalla, fue el ejército flamenco el primero en lanzar un ataque directo a los franceses quienes, al parecer, fueron sorprendidos con la guardia baja. Muchos de los caballeros franceses entraron en pánico y abandonaron el campo, mientras que gran parte de la nobleza francesa permanecieron aunque fueron rápidamente diezmados. La situación era desesperante para el Rey Felipe.
Felipe de Valois, al verse peligrosamente asediado por los soldados flamencos, recurrió a la Santísima Virgen, para que lo librara de esa situación. Fue entonces que el Duque de Vienne entró en escena con sus soldados para auxiliar al monarca francés y dirigió eficaz contraataque contra los flamencos, mientras que los caballeros que habían huído se reagruparon y atacaron al enemigo por la retaguardia. Así, los flamencos fueron derrotados y la victoria asegurada por Nuestra Señora de la Victoria Valois.
Para demostrar el agradecimiento a la Virgen, Felipe se fue directamente a la Catedral de Notre Dame apenas entró a París.
traducido por mallinista
((fuente: www.roman-catholic-saints.com)
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