Domingo XX TO Ciclo A (20.08.2023): Mateo 15,21-28. Así lo comento y comparto CONTIGO:
IMPRESIONA CONTEMPLAR LA LIBERTAD DE JESÚS DE NAZARET
El
domingo pasado se nos leyó uno de los milagros de este Jesús de Nazaret contados
por el Evangelista Mateo en el capítulo decimocuarto de su Evangelio y, en este
nuevo domingo, se nos vuelve a leer otro ‘milagro’, la curación de una niña
endemoniada, del mismo Jesús y del mismo narrador. Sigo manteniendo el
principio en el que creo: los milagros los crea y cree la ignorancia. Habrá que
contemplar y meditar despacio sobre las raíces de este nuevo milagro.
Llamo la
atención para caer en la cuenta de que este Jesús de Nazaret del Evangelista se
encuentra en la región de Galilea y “saliendo de allí, se retiró hacia la
región de Tiro y Sidón” (Mt 15,21). En el relato de este domingo (Mateo
15,21-28) el protagonista de la narración de Mateo toma una peligrosa decisión:
salir de su tierra judía. ¿Se hizo un migrante? Acabado el milagro, Jesús
regresa de nuevo a su tierra de Galilea. En esta tierra ‘entró Jesús en Mateo
4,12. Y en ella seguirá hasta Mateo 19,1. Por eso, me releo este escrito desde
Mateo 4,12 hasta Mateo 19,1 para encontrarme con cuatro de los cinco discursos
de este Jesús de Mateo y saborear así la inmensa libertad del ‘maestro Jesús’
frente al Legislador Moisés y los profetas de Israel.
Retomo el
relato de la buena noticia de este domingo de agosto: Mateo 15,21-28, el
encuentro de Jesús con la mujer cananea, la curación de su hija y la presencia
de sus discípulos. Este mismo acontecimiento lo cuenta el primero de los
sinópticos, Marcos 7,24-30. Pero con alguna variante como lo es la ausencia de
los discípulos del Maestro. El Evangelista Mateo nos dice directa y explícitamente
que con quien se encuentra Jesús es una mujer cananea. Esta persona ‘atesora’
las cuatro características que identifican al ‘mal judío’ según se define en la
Ley del Dios de Moisés y en los dogmas del Salmo primero atribuido a David:
impura de Sexo, impura de Raza, impura de Cuerpo e impura de Ley. Además, los
profetas de Israel denunciaban como ‘cananeo’ todo aquél o aquello que no
seguía las prescripciones de la Voz, la Voluntad y los Mandatos de Yavé-el dios
único y verdadero.
Frente a
esta realidad religiosa, política, cultural y humanitaria que se practicaba en
el Israel del siglo primero de la historia, este Jesús de Nazaret del
Evangelista Mateo se atreve a conculcar todas estas prescripciones y decide
acercarse y dialogar con aquella mujer. Esta decisión del laico de Galilea le
hacer ser blasfemo con su Dios Yavé y hereje con el credo y los dogmas de su
religión judía. Este Jesús rompe con aquella RELIGIÓN e inicia la humanización
del EVANGELIO.
¿No es
éste el milagro de la liberación del demonio de aquella(s) mujer(es)
cananea(s)? El milagro no reside en romper o no las leyes de la LEY de la
naturaleza, sino en situar en primer plano la humanidad de cada persona. Me
impresiona esta libertad de Jesús.
Mientras
escribo estas cosas no dejo de contemplar las relaciones que se establecen en
mis neuronas que me despiertan una y otra vez, entre otros varios, los relatos
del encuentro de este mismo Jesús con un samaritano (Lucas 10,25-37) y una
samaritana (Juan 4,1-42). Samaritanos y cananeos frente a judíos; ¿judío frente
a palestino?; ¿los de aquende frente a los de allende, de la frontera, del río,
del monte, del camino?; ¿humanos frente a enemigos?; ¿la guerra frente a la
paz?; ¿la voz del arma frente a la voz de la palabra?...
“Mujer,
grande es tu fe. Que te suceda como deseas” (Mt 15,28). Después de escuchar
esta palabra de Jesús y de contemplar la práctica de su fe (encuentro y diálogo
con la cananea), sólo me queda recordar aquello de su EVANGELIO escrito en Mt
7,12. Carmelo Bueno Heras
CINCO
MINUTOS de AIRES BÍBLICOS
.
Si se puede decir en un artículo de revista, ¿para qué escribir un libro de 200
páginas?
.
Si se puede decir en una página, ¿para qué escribir un artículo de revista?
.
Si se puede decir en un puñado de versos, ¿para qué escribir una página?
.
Este ‘Cinco minutos de aires bíblicos’ es una semilla que confío a la sabiduría
de tu saber leer, que es despertar; de tu saber interpretar, que es cuidar; de
tu saber compartir, que es saborear. Siempre pretenderé que esta ‘semilla de
los cinco minutos’ tenga la ‘denominación de origen’ de su autor.
Semana 39ª (20.08.2023):
VIAJAR EN CUERPO Y ALMA
Viajar para regresar a las sensaciones vitales y a
los bellos sentimientos olvidados.
Para remansar nuestra alma ajetreada junto al río
que pasa junto al río que somos,
"que el hombre es como el río:
donde se para se ahoga" (H. Guaraní).
Viajar para echarse a la carretera de todos y al
camino vecinal,
sin prejuicios ni mosqueos, indígenas de
hospitalidad;
nuevas caras, nuevas amistades:
"Nos perdemos por el mundo, nos volvemos a
encontrar.
Y así nos reconocemos por el lejano mirar" (A.
Yupanqui).
Viajar para tomar el pulso a los pueblos, ejercer de
ciudadanos del mundo,
romper fronteras y estrechar manos, compartir modos
y crear lazos.
Hasta sentirse plural y a gusto. Viajeros que
"donde hay vino, beben vino;
donde no hay, agua fresca" (A. Machado).
Viajar para soñar despiertos
y andando por la vida perplejos,
con los ojos convulsos de admiración,
el alma asombrada y el corazón dispuesto a amarlo
todo:
"el guijarro humilde de las carreteras...
la piedra aventurera,
la piedra de un palacio... o de una
iglesia" (L. Felipe).
Viajar ligero de equipaje, mundaneando de hostal en
posada,
sintiéndose ropa al clareo, sin prevenciones ni
recelos:
“Cuando entréis en un pueblo, al entrar en una casa,
saludad;
si no os reciben sacudíos el polvo,
sacudíos el polvo de las sandalias" (Mt 10,14).
Viajar para detener la mirada contemplativa,
encandilada ante tanta maravilla:
la anciana tocada de negro,
el viejo labrador de rostro roturado,
trabajado por la tierra,
el pescador curtido de vientos y sal,
la torre de la iglesia, el mercado,
la taberna o ese rincón de la plaza
en el que medio dormitan los lugareños,
“Cada uno con su trabajo, con sus sueños cada cual.
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