domingo, 27 de agosto de 2023

Domingo XXI TO Ciclo A (27.08.2023): Mateo 16,13-20 (Jesús, ¿Mesías? Como David, de ninguna manera) y CINCO MINUTOS de AIRES BÍBLICOS (Semana 40ª (27.08.2023): Cuando me amé de verdad).

 Leyente


Acabo de llegar del viaje por Palestina Israel (once días con otras quince personas). Puedes comprender que se trata de una experiencia que no es fácil contar con palabras, pero que no es complicado pensar que se trata de un hecho importante en la vida de la persona que tiene esa oportunidad. No podría decirte qué fue lo más importante o lo más impactante o lo más significativo o lo más emocionante... Pero, por ejemplo, haber estado en la sinagoga de Nazaret y haber hablado allí, y haber comentado allí y haberlo compartido con otras quince personas llega muy adentro de uno. Y creo que desde hechos así se le comprende mejor a aquel Jesús de Nazaret.

El dato que nos ofrece Lucas me atrapa y clarifica: Subió aquel sábado a la sinagoga como era su costumbre... Y leyó un relato del profeta Isaías, el tercero de los tres Isaías. Y comentó que él se encontraba diametralmente en desacuerdo con el viejo profeta... Un atrevimiento así, me impresiona. El Evangelista Lucas dice que es lo primero que hizo Jesús en su tarea evangelizadora. 

No te quito más tiempo de tus tareas de agostero de la vida...

Un saludo muy cordial

Carmelo Bueno Heras    

 

Domingo XXI TO Ciclo A (27.08.2023): Mateo 16,13-20. Así lo comento y comparto CONTIGO:


Es normal que a un domingo le suceda otro domingo y que, en las celebraciones de la liturgia católica, a un relato evangélico le suceda otro relato que, normalmente, sea continuación del relato anterior. Esta normalidad del tiempo se convierte en anormalidad en la lectura seguida, ordenada y completa del relato del Evangelio, en este año y Ciclo A, el escrito por Mateo. La autoridad (in)competente nos ofrece la proclamación de sus relatos sin esas condiciones de normalidad y por ello, los oyentes solemos desconocer los contextos de los textos leídos.

Así, pues, este relato de Mateo 16,13-20 no tiene otro contexto, para quienes acogemos la palabra del Evangelio que el propio texto ignorando siempre qué nos escribió Mateo antes y después de la narración que se nos proclama. Además, el texto propuesto para la meditación es uno de esos mensajes que la iglesia católica, romana y vaticana tiene subrayado con el color del dogma, porque la tradición lo ha colocado en uno de los frontispicios referenciales de su fe.

Tanta centralidad posee este relato que se ha escrito explícitamente en el lugar consagrado y culmen de la Basílica de san Pedro en Roma en donde debe de quedar patente una afirmación: ‘Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia…’ (Mt 16,18). Sola y únicamente este Evangelista Mateo puso en boca de su Jesús de Nazaret estas palabras tan nítidas y definitivas. Nada supieron de este mensaje tan explícito de Jesús los otros tres Evangelistas. Los investigadores de la vida y mensaje del Jesús de la historia sostienen que tal mensaje es fruta madura de la posterior tradición eclesial. Nunca antes, posiblemente.

La voz autorizada de los investigadores no deja de ser una opinión como también lo es el comentario que puede hacer cada uno de los lectores con el sentido común que a todos nos acompaña. Es notoria la inmensidad de la paradoja del encumbramiento de Pedro por Jesús: “Bienaventurado eres Simón…” (Mt 16,17) y la desacreditación del mismo Pedro por el propio Jesús: “Quítate de mi vista, Satanás…” (Mt 16,23). La realidad de esta paradoja sólo se percibe en toda su dimensión cuando se lee completa la secuencia narrativa del escritor en Mateo 16,13-23. ¿Por qué la autoridad litúrgica nos ofrece este relato partido y separado para su proclamación en dos domingos distintos?

En la lectura del texto que se nos propone en este domingo hay una pregunta que siempre me atrapa: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (Mt 16,15). Y me atrapa también un mandato explícito de este Jesús del Evangelista Mateo: “Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo” (Mateo 16,20).

La respuesta a la pregunta la podemos leer y constatar en una inmensidad de personas a lo largo de los siglos y de los lugares. Sobre este Jesús de Nazaret se ha dicho de todo. Y se seguirá diciendo. En los mismos relatos del Evangelio encontramos que a este Jesús se le llama o es pan, camino, agua, luz, profeta, vid, puerta, cordero, piedra angular, palabra, vida y verdad, por citar una docena de ellas nada más. Confieso que me gusta constatar esta pluralidad que viene a ser como ese diamante con sus mil caras pulidas y enriquecedoras.  

El mandato-prohibición de este mismo Jesús que detesta ser proclamado ‘Cristo (en griego) o Mesías (en hebreo)’ interroga mis adentros de lector crítico. Este ‘Cristo’ es el origen del nombre ‘CRISTIANO’ y de su adjetivo. Así es como se nos identifica a sus seguidores. Y él, el judío y laico de Galilea, prohibió que se le llamara así. Comprendo que esta ‘mesianidad’ es otra inmensa contradicción. Jamás Jesús fue Mesías como David. Creo. Carmelo Bueno Heras 

 

CINCO MINUTOS de AIRES BÍBLICOS

. Si se puede decir en un artículo de revista, ¿para qué escribir un libro de 200 páginas?

. Si se puede decir en una página, ¿para qué escribir un artículo de revista?

. Si se puede decir en un puñado de versos, ¿para qué escribir una página?

. Este ‘Cinco minutos de aires bíblicos’ es una semilla que confío a la sabiduría de tu saber leer, que es despertar; de tu saber interpretar, que es cuidar; de tu saber compartir, que es saborear. Siempre pretenderé que esta ‘semilla de los cinco minutos’ tenga la ‘denominación de origen’ de su autor.

Semana 40ª (27.08.2023):

 

Cuando me amé de verdad

Cuando me amé de verdad comprendí que, en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta y en el momento exacto y entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene un nombre… ”AUTOESTIMA”.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… ”AUTENTICIDAD”.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver todo lo que acontece y que contribuye a mi crecimiento. Hoy eso se llama… ”MADUREZ”.

Cuando me amé de verdad, comencé a percibir que es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, solo para realizar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada, inclusive yo mismo. Hoy sé que el nombre de eso es… ”RESPETO”.

Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada. Todo eso es… ”¡SABER VIVIR!”.

No debemos tener miedo de confrontarnos… Hasta los planetas chocan. Y del caos nacen las estrellas.

Charles Chaplin

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario