lunes, 12 de agosto de 2024

Santos del día 12 de agosto

 

Santos del día 12 de agosto
Pridie Idus augusti
Santa Juana Francisca Frémiot de Chantal, religiosa, que, primero madre de familia, educó piadosamente a los seis hijos que tuvo como fruto de su cristiano matrimonio y, muerto su esposo, bajo la dirección de san Francisco de Sales abrazó con decisión el camino de la perfección, dedicándose a las obras de caridad, en especial para con los pobres y enfermos, y dio inicio a la Orden de la Visitación, que dirigió también prudentemente. Su muerte tuvo lugar en Moulins, junto al río Aller, cercano a Nevers, en Francia, el día trece de diciembre. († 1641)
En Catania, de Sicilia, san Euplo, mártir, que, según la tradición, durante la persecución desencadenada por el emperador Diocleciano, fue encarcelado por el gobernador Calvisiano por haber sido encontrado con el libro de los Evangelios entre las manos, e, interrogado de nuevo, respondió que se gloriaba de tener los Evangelios en su corazón, por lo cual fue flagelado hasta morir. († 304)
En Nicomedia, santos Aniceto y Focio, mártires. († s. IV)
En Killala, en Hibernia, san Muredaco, obispo. († c. s. V)
De nuevo en Hibernia, en el monasterio que recibió su nombre, santa Lelia, virgen. († s. V)
En Brescia, de la Lombardía, san Herculano, obispo. († s. VI)
En la isla de Lérins, en la Provenza, santos mártires Porcaro, abad, y varios monjes, que, según la tradición, murieron a manos de los sarracenos. († c. s. VIII)
En Ruthin, en el norte de Gales, beato Carlos Meehan, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que, irlandés de nacimiento, fue detenido cuando se dirigía a su patria a través de aquella región, y condenado a muerte por haber entrado en los dominios del rey Carlos II, obtuvo la palma del martirio al ser ahorcado y descuartizado. († 1679)
En Roma, beato Inocencio XI, papa, que rigió sabiamente la Iglesia, pese a estar afectado por fuertes dolores y tribulaciones. († 1689)
En una vieja nave anclada frente a Rochefort, en Francia, beato Pedro Jarrige de la Morélie de Puyredon, presbítero, que, en el furor de la persecución contra la religión, sufrió la muerte por su fe en Cristo, tras haber sido expuesto durante largo tiempo a los ardientes rayos del sol. († 1794)
En la ciudad de Nam Dinh, en Tonkin, santos mártires Jacobo Do Mai Nam, presbítero, Antonio Nguyen Dích, labrador, y Miguel Nguyen Huy My, médico, que en tiempo del emperador Minh Mang, por ser cristianos, fueron decapitados tras sufrir crueles torturas. († 1838)
En la villa de Hornachuelos, cerca de Córdoba, en España, beata Victoria Díez y Bustos de Molina, virgen y mártir, que, maestra en la Institución Teresiana, al desencadenarse la persecución contra la Iglesia proclamó su fe cristiana y sufrió el martirio, mientras exhortaba a otros a tomar la misma decisión. († 1936)
En Valdemoro, cerca de Madrid, también en España, beato Flavio (Atilano) Argüeso González, religioso de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios y mártir, que, en la misma persecución, murió víctima del odio contra la fe. († 1936)
En Barbastro, en la región de Aragón, de nuevo en España, beatos Sebastián Calvo Martínez, presbítero, y compañeros, mártires de la Congregación de Misioneros del Inmaculado Corazón de María, que en la misma persecución llevaron a término su glorioso combate. Son sus nombres: Beatos Pedro Cunill Padrós, José Pavón Bueno, Nicasio Sierra Ucar, presbíteros; Venceslao Clarís Vilaregut, subdiácono; Gregorio Chirivás Lacambra, religioso. († 1936)
En Tarragona, otra vez en España, beato Antonio Perulles Estivill, presbítero de la Hermandad de Operarios Diocesanos y mártir, que en la mencionada persecución consumó en la calle su sacrificio. († 1936)
En Dachau, cerca de Munich, en Alemania, beatos Floriano Stepniak, de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, y José Straszewski, ambos presbíteros y mártires, que en tiempo de guerra, invadida Polonia, su patria, murieron en una cámara de gas en dicho campo de concentración. († 1942)
En la localidad de Planegg, cercana a Munich, de nuevo en Alemania, beato Carlos Leisner, presbítero y mártir, que, siendo aún diácono, fue encarcelado por su pública proclamación de fe y por su constante servicio en favor de las almas. Ordenado sacerdote en el campo de concentración de Dachau, una vez recobrada la libertad al finalizar la guerra, murió a causa de los sufrimientos soportados durante su cautividad. († 1945)

No hay comentarios:

Publicar un comentario