jueves, 30 de octubre de 2014
Resto de amor: ver a Cristo detrás de lo que haces 30102014
Resto de amor: ver a Cristo detrás de lo que haces
Hola buenos días hoy Inés nos lleva al Señor.
Que pases un feliz día.
UN CANTO A LA VIDA
El reto del amor de hoy es ver a Cristo detrás de lo que haces. Y es que lo importante no es hacer cosas sino poner amor en todo lo que haces.
Ayer estaba de cocina y ese día tenemos la tarde “libre”, entre otras cosas, para hacer la oración que te pierdes porque luego has de ir a hacer la cena. Yo deseaba quedarme en la iglesia después de nona, pero al poco me llamaron y tuve que salir. De repente me acordé de que sor Teresita llevaba días insistiéndome que tenía que bajar a limpiar y cubrir la Virgen del cementerio. Ya que hacía un día tan espléndido, me animé. Fue como una llamada que incluso me ilusionó, a pesar de estar cansada.
¡Lo que me esperaba allí! Estuve una hora y media con un cepillo, el cubo de agua caliente y la bayeta. Limpié la Virgen a mimo, y su actitud me comunicó serenidad y esperanza, totalmente receptiva a la acción de la Gracia. Cuando acabé, miré hacia atrás y vi la imagen de Cristo Resucitado que preside el lugar. Me atrajo completamente la atención, como diciendo: “¿A mí me vas a dejar sin limpiar?” Y así, ¿cómo no hacerlo? La verdad es que lo necesitaba. Empecé a limpiarle, pero, como no alcanzaba, tuve que abrazarme a él para llegar a los hombros, la cabeza… A todo esto, me puse a cantar mientras le lavaba las manos y los pies, reviviendo el acto de amor de Jesús en La Última Cena. ¡¡Qué romántico, ¿verdad?!! Son Regalos: el que a Cristo se arrima, le hace cosquillas el corazón.
El ánimo iba creciendo y me puse a limpiar las tres cruces y así la oración de esa tarde se tradujo en un canto a la Vida. Sí, nuestro cementerio tiene tono de Resurrección. Se me regaló tocar la Vida, vida abundante y eterna, en comunión con las hermanas que fueron delante. Es grande nuestra fe, comienza aquí y ahora, y tiene una proyección de Eternidad. Estos días tienen para nosotros un sabor especial de esperanza porque estamos hechos para LA VIDA y, agarrados a ella, somos los más Felices. En Cristo está vencida toda sombra y tiniebla.
Hoy Cristo quiere dar sentido a todo lo que hagas, pídele descubrirle incluso en el cubo y la bayeta. ¡Él deja que le limpies los pies! Y también desea llenar tu vida de brillo. Sólo tienes que vivir abrazado a Él. ¡¡Disfruta de este don que se te ofrece!!
¡VIVE DE CRISTO!
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