San Hesiquio Palatino, mártir
fecha: 29 de mayo
fecha en el calendario anterior: 30 de mayo
†: c. 303 - país: Turquía
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa
fecha en el calendario anterior: 30 de mayo
†: c. 303 - país: Turquía
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa
En Antioquía de Siria, san Hesiquio
Palatino, mártir, que en la persecución bajo el emperador Diocleciano, al
escuchar la orden de que quien no sacrificase a los ídolos debía abandonar el
ejército, se despojó inmediatamente de las armas, y por este motivo fue
arrojado al río Orontes con una gran piedra atada a su brazo derecho.
La noticia sobre este santo mártir es
genuinamente antigua, si bien se han producido en los distintos martirologios
algunas confusiones con el nombre y con la fecha correcta. Se lo encuentra los
días 29 de mayo (breviario siríaco), 30 (Jeronimiano, y desde allí a muchos
otros), 26 de agosto (martirologio siríaco), 4 de marzo y 10 de mayo
(sinaxarios griegos), y otras variantes. Se trata siempre del mismo santo,
aunque en algunos aparezca escrito como Hesiquio y Palatino -como si fueran
dos-, en vez de Hesiquio Palatino (de hecho, en el Martirologio Roimano
anterior aun figuraba como dos).
«Palatino», podria ser su nombre propio,
pero también podría indicar que pertenecía al personal de palacio, quizás a los
soldados, tal como se conservó en su Pasión.
La tradición martirológica del Jeronimiano
solo trae como elogio «que padeció muchos tormentos», sin ninguna aclaración ni
de su condición de soldado, ni del modo concreto de su martirio; pero en los
sinaxarios griegos se encuentra lo que posiblemente sea el resumen de una
«Pasión» perdida, y que recoge el elogio del Martirologio Romano: «al
escuchar la orden de que quien no sacrificase a los ídolos debía abandonar el
ejército, se despojó inmediatamente de las armas, y por este motivo fue
arrojado al río Orontes con una gran piedra atada a su brazo derecho.»
Ver Acta Sanctorum, mayo VII, pág 239,
para los testimonios que dependen del Jeronimiano. Delehaye, «Les origines...»,
pág. 225.
Abel Della Costa
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ingreso o última modificación relevante: 29-5-2014
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?ids=1810
San Maximino de Tréveris, obispo y confesor
fecha: 29 de mayo
†: c. 346 - país: Alemania
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: c. 346 - país: Alemania
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Tréveris, en la Galia Bélgica, san
Maximino, obispo, que, como valiente defensor de la integridad de la fe frente
a los arrianos, acogió fraternalmente a san Atanasio de Alejandría y a otros
obispos desterrados, y al ser expulsado de su sede por sus enemigos, murió en
Poitiers, su tierra natal.
patronazgo: protector contra los peligros del
mar, la lluvia y los perjurios.
refieren a este santo: San Cástor de
Aquitania, San Paulino de
Tréveris, San Quirico
San Maximino, que nació probablemente en
Poitiers, se trasladó, desde muy joven, a Tréveris (Trier), atraído tal vez por
la fama de san Agricio,
obispo de esa ciudad. Ahí terminó sus estudios y sucedió al obispo en el cargo.
Cuando san Atanasio fue
desterrado a Tréveris, el año 336, san Maximino le recibió con grandes muestras
de respeto y consideró como un privilegio poder ofrecer hospitalidad a tan
distinguido siervo de Dios. San Atanasio, que permaneció dos años en Tréveris,
alaba el valor, la prudencia y las nobles cualidades de su huésped, que ya
entonces era famoso por sus milagros. También san Pablo,
obispo de Constantinopla, encontró refugio y protección con el obispo de
Tréveris, cuando el emperador Constancio le desterró.
San Maximino convocó el sínodo de Colonia ver
nota que condenó a Eufratas como hereje y le depuso de su sede.
Además, previno al emperador Constante, cuya residencia favorita era Tréveris,
contra los errores de los arrianos y se opuso a ellos en todas las ocasiones
que se le presentaron. Por eso, posteriormente, los arrianos de Filipópolis
excomulgaron al mismo tiempo a san Atanasio y a san Maximino. No sabemos con
exactitud cuándo murió san Maximino; pero se dice que su sucesor, Paulino, tomó
posesión de la sede el año 347. A lo que parece, San Maximino compuso muchas
obras, pero no se conserva ninguno de sus escritos.
En Acta Sanctorum, mayo, vol. VII, hay una
vida de san Maximino; pero probablemente es mejor la biografía que Servatus
Lupus escribió en el siglo IX. B. Krseh editó esta última obra en MGH., Scriptores
Merov., vol. ni, pp. 71-82. N.ETF: no todos los autores están de
acuerdo con que existió un «sínodo de Colonia», el propio Butler-Guinea cita en
nota las opiniones encontradas de Mons. Duchesne, que lo niega, y de H.
Quentin, que lo afirma; el Jedin, vol II, Herder, pág 289 dice taxativamente
«la lista de participantes en un supuesto sínodo de Colonia», sin dar mayor
importanciaa al asunto; consiguientemente, no parece fácil saber en qué
consistió la herejía de Eufratas. Como obispo ortodoxo lo encontramos en el 346
formando parte de la delegación de Constante a Antioquía.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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