San Félix Amoroso, religioso
fecha: 31 de mayo
n.: 1715 - †: 1787 - país: Italia
otras formas del nombre: Félix de Nicosia
canonización: B: León XIII 12 feb 1888 - C: Benedicto XVI 25 oct 2005
hagiografía: Vaticano
n.: 1715 - †: 1787 - país: Italia
otras formas del nombre: Félix de Nicosia
canonización: B: León XIII 12 feb 1888 - C: Benedicto XVI 25 oct 2005
hagiografía: Vaticano
En Nicosia, lugar de Sicilia, san Félix
(Jacobo) Amoroso, religioso, que, tras haber sido rechazado durante diez años,
finalmente ingresó en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, donde
desempeñó humildísimos oficios con sencillez e inocencia de corazón.
Nació en Nicosia (Sicilia, Italia) el 5 de
noviembre de 1715, en una familia pobre y muy religiosa. Fue bautizado ese
mismo día con los nombres de Filippo Giacomo. Su padre, zapatero, murió un mes
antes de que él naciera. Como la mayor parte de los niños pobres sicilianos de
ese tiempo, no fue a la escuela. Ejerció también él desde niño el oficio de
zapatero.
La cercanía de un convento de padres
capuchinos le permitió visitar con frecuencia a la comunidad y conocer a los
religiosos. Se sintió cada vez más atraído por su vida: alegría, austeridad,
pobreza, penitencia, oración, caridad y espíritu misionero. A los veinte años
pidió al superior del convento de Nicosia que intercediera ante el padre
provincial para que fuera aceptado en la Orden como lego, pues, al ser
analfabeto, no podía ser admitido como clérigo, y sobre todo porque ese estado
correspondía más a su índole sencilla y humilde. No fue aceptado ni entonces ni
a lo largo de diez años, a pesar de sus repetidas solicitudes. Pero no perdió
la esperanza.
En 1743, cuando supo que el padre
provincial de Messina se encontraba de visita en Nicosia, pidió hablar
personalmente con él para exponerle su deseo. Al fin, el provincial lo admitió
en la Orden. El 10 de octubre de 1743, en el convento de Mistretta, comenzó su
noviciado, tomando el nombre de Félix. Fue para él un año de ejercicio de las
virtudes particularmente intenso. Destacó por su obediencia, por su sencillez,
por su amor a la mortificación y por su paciencia. Hizo su profesión el 10 de
octubre de 1774 y lo mandaron al convento de Nicosia.
Ejerció el oficio de limosnero. Cada día
recorría las calles del pueblo llamando a las puertas de los ricos,
invitándolos a compartir sus bienes, y a las de los pobres, para ofrecerles
ayuda en sus necesidades. Siempre daba las gracias, tanto cuando le hacían
donativos como cuando lo rechazaban de mala manera, diciendo: «Sea por amor de
Dios».
Aunque era analfabeto, conocía bien la
sagrada Escritura y la doctrina cristiana, pues se esforzaba por retener en la
memoria los pasajes bíblicos y los textos de libros edificantes que se leían en
el convento durante la comida; también retenía lo que escuchaba durante las
predicaciones en las iglesias de Nicosia. Fue muy devoto de Jesús crucificado.
Los viernes contemplaba la pasión y muerte de Jesucristo; todos los viernes de
marzo ayunaba a pan y agua, y pasaba mucho tiempo en el coro con los brazos en
cruz, meditando ante el crucifijo.
Tenía particular devoción a la Eucaristía.
Pasaba horas ante el sagrario, incluso después de llegar muy cansado de los
trabajos del día. Veneraba con ternura a la Madre de Dios. Aunque se encontrara
débil o enfermo a causa de las duras penitencias y mortificaciones, siempre
estaba dispuesto a cualquier forma de servicio, sobre todo en la enfermería del
convento. Mientras trabajaba en el huerto, le sobrevino una fiebre violenta. Su
superior, por obediencia, lo mandó a la cama. Al médico que le recetó medicinas
le dijo que eran inútiles, pues se trataba de su última enfermedad. Y así fue.
Murió el 31 de mayo 1787. Fue beatificado por el Papa León XIII el 12 de
febrero de 1888, y canonizado en Roma el 25 de octubre de 2005 por SS.
Benedicto XVI.
fuente: Vaticano
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=1843
Beato Mariano de Roccacasale, religioso
fecha: 31 de mayo
n.: 1778 - †: 1866 - país: Italia
otras formas del nombre: Domingo Di Nicolantonio
canonización: B: Juan Pablo II 3 oct 1999
hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
n.: 1778 - †: 1866 - país: Italia
otras formas del nombre: Domingo Di Nicolantonio
canonización: B: Juan Pablo II 3 oct 1999
hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
En el pueblo de Bellegra, en los
alrededores de Roma, beato Mariano de Roccacasale, religioso de la Orden de los
Hermanos Menores, que, cumpliendo el oficio de portero, abrió la puerta del
convento a los pobres y a los peregrinos, a quienes con suma caridad atendía en
todo.
Nació el 14 de julio de 1778 en
Roccacasale, Aquila, Italia. Bautizado con el nombre de Domingo, hijo de
Gabriel De Nicolantonio y Santa De Arcángelo, agricultores y pastores
profundamente creyentes. Después de que se casaron sus hermanos, permaneció con
sus padres, cuidando el rebaño. La soledad de los campos y majadas formó el
temperamento del joven Domingo para la reflexión y el silencio, haciendo resonar
en él la voz del Señor: comprendió que el mundo no era para él. Tenía entonces
23 años. No podía resistir a esa fuerza interior y decidió dedicarse con más
radicalidad al seguimiento de Cristo.
Tomó el hábito franciscano el 2 de
septiembre de 1802 en el convento de Arisquia, con el nombre de Fray Mariano de
Roccacasale. Hecha la profesión religiosa permaneció allí doce años. Su vida se
puede resumir en dos palabras: oración y trabajo: eran como dos cuerdas en las
que vibraba su existencia. Cumplía escrupulosamente los múltiples encargos que
se le confiaban: carpintero hábil y valioso, hortelano, cocinero, portero. Pero
su aspiración a la santidad no encontraba en Arisquia el ambiente favorable, no
por culpa de los compañeros, o de los superiores, sino porque aquella época no
era propicia para la vida religiosa y los conventos. Tras el regreso del Papa a
Roma en 1814, la vida conventual pudo rehacerse lentamente en medio de
dificultades sin número. Hicieron falta varios años para que todos los religiosos
regresaran a los conventos y la vida de oración y de apostolado volviera a
florecer con regularidad en los claustros.
En ese momento llegó a oídos de Fray
Mariano el nombre del Retiro de San Francisco en Bellegra, donde santos
religiosos habían logrado instaurar una vida regular y austera, pidió a los
superiores ser enviado allí, a la edad de 37 años. Poco después fue encargado
de la portería, que desempeñó por más de cuarenta años y que se convirtió en su
medio de santidad.
Abrió la puerta a muchos pobres,
peregrinos y viandantes, y convirtió muchos corazones, cerrados hasta entonces
a la gracia divina. Para todos tenía una sonrisa, que acompañaba siempre con el
saludo franciscano: “Paz y Bien”; les besaba los pies, los instruía en las
verdades de la fe y rezaba con ellos tres avemarías; después se ocupaba del
cuerpo: les lavaba los pies; si hacía frío les encendía el fuego y les
distribuía la sopa, mientras les daba consejos. Jamás se lamentaba del trabajo
ni daba signos de cansancio; siempre afable, sonriente. La fuente de tanta
virtud era, sin duda, la oración. Todo el tiempo que le quedaba libre de sus
ocupaciones lo dedicaba a la adoración eucarística y a la participación en la
misa. Era también muy devoto de la pasión del Señor. Falleció el 31 de mayo de
1866, fiesta del Corpus Christi. Fue beatificado por Juan Pablo II el 3 de
octubre de 1999.
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
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Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=1844
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