sábado, 28 de mayo de 2016

San Justo de Urgel, obispo - San Germán de París, abad y obispo (28 de mayo)

San Justo de Urgel, obispo

fecha: 28 de mayo
†: s. VI - país: España
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa

En Urgel, en la Hispania Tarraconense, san Justo, obispo, quien expuso por escrito en clave alegórica el Cantar de los Cantares y participó en varios concilios hispanos.
Los datos fundamentales que poseemos sobre san Justo se hallan en el Capítulo XXXIV, un breve párrafo, del «De viris illustribus» de san Isidoro de Sevilla. Según parece, la diócesis de Urgel, en España, fue fundada en el siglo VI. El primer obispo de la sede del que se conserva memoria fue san Justo, que fue hermano de Justiniano, Nebridio y Elpidio, obispos de Valencia, Egara (actual Tarrasa) y Huesca, respectivamente. San Justo asistió a los concilios de Toledo (527) y Lérida (546). En este último su firma aparece en segundo lugar, por lo que se puede deducir que era ya uno de los obispos más ancianos del sínodo, porque ése era normalmente el orden de firma.
Además, escribió un comentario en latín del Cantar de los Cantares, que aun se conserva y que dedicó a su metropolitano, el arzobispo Sergio de Tarragona. El tono del tratado y de la dedicatoria son una prueba de la inteligencia y piedad del autor. «Queda todavía otra obra de carácter oratorio: una bella y corta oración panegírica en honor de san Vicente, mártir: Sermo sancti Justi, urgellensis episcopi, in natale sancti Vincentii martyris, que algunos historiadores han querido suponer que fue predicada por Justo en Valencia, cuando pontificaba allí su hermano Justiniano. Inédita hasta el año 1821, fue descubierta por el historiador catalán premonstratense, P. Jaime Pasqual, y publicada por el P. Jaime Villanueva.» (L. Serdá Prat, GER).
Ver también Florez, España Sagrada, vol. XLII, pp. 75 y 187; y sobre todo H. Quentin, en Revue Bénédictine, vol. XXIII (1906), pp. 257-260 y 487-488. Puede accederse en internet al texto latino de la «Explicatio Mystica in Cantica Canticorum Salomonis». La presente noticia tiene como base la del Butler-Guinea, con el párrafo entrecomillado y alguna precisión menor tomados de la GER, artículo sobre san Justo de Urgel, versión en internet. Allí mismo hay algunos detalles adicionales sobre las reliquias y más referencias bibliográficas. En el «Viage literario a las iglesias de España. Tomo X: Viage a Urgel», de Jaime Villanueva (1821) -es decir, quien publica por primera vez el «Sermo» sobre san Vicente-, hay un largo apartado con transcripciones documentales, dedicado a san Justo, además de traer en apéndice el Sermo mencionado; esta preciosa obra histórica fue editada en facsimil informático hace pocos años por la Generalitat Valenciana. En la sección de ETF de Publicaciones se hallará el Sermón de san Justo sobre san Vicente, traducido al español. En la imagen: capilla de San Justo, del siglo XIII, en el trascepto sur de la catedral de Urgel.
Abel Della Costa
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012

Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=1798



San Germán de París, abad y obispo

fecha: 28 de mayo
n.: 496 - †: 576 - país: Francia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

En París, en la Galia, san Germán, obispo, que habiendo sido antes abad de San Sinforiano de Autún, fue llamado a la sede de esta ciudad, donde, conservando el estilo de vida monástico, ejerció una fructuosa cura de almas.
patronazgo: patrono de la música; protector de los presos y contra los incendios y la fiebre.
San Germán, que fue una de las glorias de Francia en el siglo VI, nació el año 496 cerca de Autun. Tras de recibir una esmerada educación, fue ordenado sacerdote por san Agripino, obispo de Autun [no listado en el MR]. Más tarde se le eligió abad de San Sinforiano, en los suburbios de Autun. Como se hallase casualmente en París cuando la sede quedó vacante, el rey Childeberto le nombró obispo de dicha diócesis. Ello no modificó, en lo absoluto, la vida de austeridad de san Germán, quien siguió vistiendo y comiendo con la misma sencillez que hasta entonces. Su casa estaba siempre llena de mendigos, a los que invitaba a su mesa. Con su ejemplo y elocuencia el santo convirtió a mejor vida a muchos pecadores endurecidos; entre éstos se contaba el rey, que vivía absorbido por los intereses materiales y acabó por transformarse en generoso bienhechor de los pobres y en fundador de monasterios. Cuando Childeberto cayó enfermo en su palacio de Celles, cerca de Mélun, San Germán fue a visitarle. Se cuenta que, enterado de que los médicos habían desahuciado al soberano, el santo pasó toda la noche en oración por él y, a la mañana siguiente, le devolvió la salud, imponiéndole las manos. Se dice también que el rey relató este milagro en un documento en el que, para manifestar su agradecimiento a Dios, cedía a la diócesis de París y a su obispo el territorio de Celles, en el que había ocurrido el milagro. Desgraciadamente, la autenticidad de dicho documento es muy dudosa.
Childeberto fundó en París una iglesia y un monasterio dedicados a la Santa Cruz y a San Vicente. San Germán consagró ambos edificios y construyó ahí mismo la capilla de San Sinforiano, en la que fue sepultado. Después de la muerte del santo, la iglesia tomó el nombre de Saint-Germain-des-Prés, y en ella recibieron sepultura varias generaciones de la familia real. San Germán se esforzó durante su gobierno por reprimir el libertinaje de los nobles y tuvo el valor de excomulgar al rey Chariberto por su conducta licenciosa. Durante las guerras fratricidas que dividieron a los sobrinos de Childeberto, el santo hizo cuanto pudo por mediar entre ellos y llegó hasta a escribir a la reina Brunequilda, con la esperanza de ganarla, junto con su marido, a la causa de la paz. Pero todos los esfuerzos del santo obispo resultaron infructuosos. Sen Germán murió el 28 de mayo del año 576, a los ochenta años de edad. Todo el pueblo le lloró, y el rey Chilperico compuso personalmente, según se dice, el epitafio del santo, en el que alababa las virtudes, los milagros y el celo del obispo por las almas.
A propósito de san Germán, conviene decir que las dos cartas sobre las costumbres litúrgicas, que se atribuían antiguamente al santo y que parecían ofrecer una descripción detallada y fidedigna de la liturgia "galicana" del siglo VI, datan de más de un siglo después, según se ha probado.
La principal fuente biográfica sobre san Germán es la vida escrita por su contemporáneo Venancio Fortunato, aunque deja mucho que desear, ya que consiste principalmente en un catálogo de milagros dudosos. Dicha obra ha sido editada muchas veces (por ejemplo, en Acta Sanctorum, mayo, vol. VI). Pero el texto más crítico es el de B. Krusch en MGH., Scriptores Merov., vol. vn (1920), pp. 337-428, que contiene un valioso prefacio, además de las notas y los documentos suplementarios. En el Kirchenlexikon y en DCB. hay muchos buenos artículos sobre san Germán. Acerca de las cartas sobre la liturgia, véase el convincente artículo de A. Wilmart, en DAC., vol. vi, ce. 1049-1102. En el mismo volumen II. Leclercq estudia muy a fondo la historia de Saint-Germain-des-Prés.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=1799

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