La Beata Juana de Aza
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Juana de Aza y Santo
Domingo.
Iglesia de S. Domingo, D.F. |
Pregunta: Hola Ramón. Me puedes decir quien fue esta Santa? un abrazo desde
el norte frío. Alemania.
Respuesta: Es la Beata Juana de Aza, madre de Santo Domingo de Guzmán y sus
tres hermanos. Te hago un extracto de su vida, según la leo en el “Compendio
Histórico de las vidas de los Santos Canonizados y Beatificados del Sagrado
Orden de Predicadores” (vamos un “Vida de santos dominicos”), de Fray
Manuel Amado, editado en 1829. Curiosamente la llama “La Santa Abuela”
en referencia a que es madre de su padre fundador. Es simpático.
Nos dice que perteneció a una de las
primeras familias fundacionales de Castilla en el siglo XII y desde niña
destacó por sus virtudes, de amor a sus padres, destierro de todo lujo y
ostentación, amor por la pureza, la penitencia, la oración. Era “modelo de
las señoritas que la frecuentaban, el gozo y descanso de sus padres, y el
objeto de un respetuoso amor que no podían menos de tributarle los jóvenes, que
aspiraban a encontrar una compañera que hiciese su felicidad”. Muy joven se
casó con Félix de Guzmán al que “miraba como un superior y le obsequiaba y
le servía como a tal, respetándole, disimulando cuando podía dar motivo a
disgustos”.
Como esposa trabajó por la
santificación de su familia y sirvientes, siendo ejemplo de caridad, justicia,
prudencia… “llevando socorro a los hospitales y a las casas de los
necesitados, y los consuelos a los corazones desolados y afligidos”. Tuvo
dos hijos, antes de Domingo: Félix y el Beato
Manel o Manés de Guzmán (18
de agosto), también dominico. Cuando quedó embarazada de su tercer hijo se
le apareció Santo Domingo de Silos (20
de diciembre) y le dijo “que el hijo que había de parir sería grande
ante Dios y ante los hombres”.
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Primitivo sepulcro de
Juana de Aza
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Esto se confirmó cuando en sueños vio
un cachorrillo que, con una antorcha encendida incendiaba el mundo entero (atributo
clásico de Santo Domingo, no de su madre, cosa curiosa).
Educó a sus hijos en la piedad, las
buenas obras. Y poco más se sabe de ella. Se cree que al comenzar Domingo su
obra fundacional, Juana rezaría por él y que “redoblaba, como lámpara
próxima a su fin, sus esfuerzos y que trabajando en ser cada vez más humilde,
más misericordiosa y más constante en la oración, vio tranquila venir la muerte".
Lo más documentado que hay es que, desde su muerte, los Guzmán la consideraron
santa y animaron a muchos a visitar su sepulcro. Sus reliquias tuvieron una
solemne traslación, y fue portada por el Infante Don Juan Manuel (pariente)
hasta Peñafiel, en cuyo convento dominicano fue enterrada y comenzó a ser
venerada. No recibió autorización oficial hasta el siglo XIX, que la concedió
León XII a toda la orden dominica, que la pone como beata, aunque su sepulcro
va más allá y la nombra Santa. Su memoria es el 2 de agosto.
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