Las peshmerga, el ejército de mujeres que
provoca terror al Estado Islámico
Esta
milicia femenina kurda, formada en 2013, lucha contra Al-Nusra y el Estado
Islámico principalmente en la región norte de Irak.
Desde la segunda mitad del
siglo XX han existido casos de mujeres luchadoras que se hicieron hueco en un
escenario de fortaleza y resistencia física reservada sólo para varones. En la
mayoría de los casos, la tarea reservada a las féminas ha estado ligado a puestos de carácter sanitario, auxiliar,
administrativo o logístico.
Es a partir de los años 90
del pasado siglo, cuando gran parte de los países comenzaron a crear ejércitos
mixtos en casi todas sus especialidades y unidades. Sin embargo, en países como
Irak no
abrieron sus cuarteles al sexo femenino hasta 1996.
Pero el resurgimiento, a raíz
de la muerte del dictador Sadam Husein en 2006, de grupos yihadistas como el
Estado Islámico ha sido el aldabonazo decisivo para que las mujeres tengan un
papel activo en la lucha armada iraquí. Es el caso del ejército de mujeres,
surgido en el Kurdistán iraquí y, conocidas
como las peshmerga, quienes incluso han creado un batallón
formado exclusivamente por ellas.
“Seguía lo que estaba
ocurriendo por televisión y escuchaba los testimonios de las cristianas o las
yazidíes que habían sido violadas o vendidas como esclavas y no dudé en
alistarme para poder defenderme en caso de que entrasen en mi ciudad”,
explicaba para diferentes medios de comunicación la peshmerga Layla
Sidid, de 22 años.
Estas féminas han dejado
atrás las normas implantadas por el Estado Islámico como el uso del niqab, el
matrimonio forzado o la mutilación genital obligatoria para luchar en la misma
línea de combate que sus hombres para hacer frente a la organización terrorista
asociada a Al Qaeda, Al-Nusra, y a los yihadistas del ISIS.
En la
última trinchera
Las peshmerga, grupo formado
por varios cientos de mujeres combatientes, se sitúan en la última posición
militar desde donde se puede divisar a lo lejos la urbe de Mosul. Tan sólo cinco kilómetros de tierra desértica
separa a estas féminas de las tinieblas del Estado Islámico.
En este lugar se aglutinan
varias docenas de peshmerga que son reemplazadas por otro grupo de mujeres cada
cierto tiempo. Duermen en una especie de barrancones de adobe con colchones de
lana sobre la tierra. Además, cuentan con otro cobertizo donde pueden disfrutar
de los ratos libres.
“Estoy preparada para acudir
al frente y luchar (…). Mi sitio está al lado de los hombres. Combatiendo y
luchando. Y si tengo que morir, moriré como una mártir y mi nombre será
recordado y honrado por mi pueblo”, garantiza una de las soldados peshmerga
dejando claro que no tiene miedo ni a la guerra ni a
la muerte.
Listas
para combatir
Todas las féminas que deciden
enrolarse en el ejército de las peshmergas son instruidas antes de combatir en
la Academia militar de Suleimanya donde aprenden seguridad, armas y tácticas.
Son pocas las que han estado
en combate, a pesar de que “la gran mayoría quiere luchar desde que el ISIS se
instaló en el norte y occidente de Irak”, explicaba para la BBC la coronelNahida
Ahmed Rashid, quien dio a conocer que su unidad “se había
formado para luchar contra las fuerzas leales del presidente Sadam Hussein”.
“Lucharé
hasta la última gota de sangre contra los terroristas.
Defenderé mi patria y mi pueblo. Ellos están por encima de mi propia vida”,
afirma la joven Chya Hasid, que con 23 años decidió dejar sus estudios para
formar parte del ejército de mujeres kurdas.
Miedo
a morir en manos de las mujeres
Las redes sociales y diversos
medios de comunicación se han hecho eco del testimonio de una mujer peshmerga,
que afirmaba que los yihadistas huyen “despavoridos” cuando las ven.
El motivo que explican para
este comportamiento “es la supuesta creencia de los miembros de este grupo
terrorista de que al
morir a manos de mujeres perderían el paraíso”.
Así lo ha explicado, en un estudio sobre mujeres peshmerga la analista
del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), Blanca Palacián de Inza,
quien ha apuntado que “el Corán no indica nada al respecto, sí es cierto que
establece la superioridad del hombre sobre la mujer, por lo que puede
entenderse un deshonor ser muerto por una mujer”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario