miércoles, 31 de octubre de 2018

San Quintín. Misionero y mártir. Patrono de los médicos y capellanes (31 de octubre)

San Quintín. Misionero y mártir. Patrono de los médicos y capellanes

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El más grande deseo de Quintín era hacer que muchas personas conocieran y amaran a Jesucristo

 
San Quintín, conocido también como Quintinus, fue un misionero mártir de la iglesia Católica que era hijo de un senador romano llamado Zeno. Según la tradición, San Quintín tenía el poder de sanación y de liberación y de él proviene la célebre frase: "se armó la de San Quintín".... San Quintín es el santo patrono de los médicos y capellanes

Fiesta: 31 de Octubre

Martirologio romano: En la ciudad de Vermand, en la Galia Bélgica, que más tarde recibió el nombre de la Francia moderna, Saint Quintin, mártir, quien, siendo hijo de un senador romano, sufrió el martirio en tiempos del emperador Maximiano. Cincuenta años más tarde, su cuerpo fue encontrado intacto debido a una revelación angélica.

Biografía de San Quintín

San Quintín era hijo de un senador romano muy apreciado por la gente. Se hizo amigo del Papa San Marcelino, quién lo bautizó.
El más grande deseo de San Quintín era hacer que muchas personas conocieran y amaran a Jesucristo, y poder derramar su sangre por defender la religión.
Cuando el Papa San Cayo organizó una expedición de misioneros para ir a evangelizar a Francia, Quintín fue escogido para formar parte de ese grupo de evangelizadores.

Misionero y Evangelizador

Dirigido por el jefe de la misión, San Luciano, fue enviado Quintín a la ciudad de Amiens, la cual ya había sido evangelizada en otro tiempo por San Fermín, por lo cual hubo un nutrido grupo de cristianos que le ayudaron allí a extender la religión.
San Quintín y sus compañeros se dedicaron con tan grande entusiasmo a predicar, que muy pronto ya en Amiens hubo una de las iglesias locales más fervorosas del país.

San Quintín y sus dones de sanación y liberación.

Nuestro querido San Quintín había recibido de Dios el don de sanación, y así al imponer las manos lograba la curación de ciegos, mudos, paralíticos y demás enfermos.
San Quintín Había recibido también de Nuestro Señor un poder especial para alejar los malos espíritus, y eran muchas las personas que se veían libres de los ataques del demonio al recibir la bendición de San Quintín. Esto atraía más y más fieles a la religión verdadera.
Los templos paganos se quedaban vacíos, los sacerdotes de los ídolos ya no tenían oficio, mientras que los templos de los seguidores de Jesucristo se llenaban cada vez más y más.
Los sacerdotes paganos se quejaron ante el gobernador Riciovaro, diciéndole que la religión de los dioses de Roma se iba a quedar sin seguidores si Quintín seguía predicando y haciendo prodigios.
Riciovaro, que conocía a la noble familia de nuestro santo, lo llamó y le echó en cara que un hijo de tan famoso senador romano se dedicara a propagar la religión de un crucificado.
San Quintín le dijo que ese crucificado ya había resucitado y que ahora era el rey y Señor de cielos y tierra, y que por lo tanto para él era un honor mucho más grande ser seguidor de Jesucristo que ser hijo de un senador romano.

El martirio de San Quintín

El gobernador hizo azotar muy cruelmente a Quintín y encerrarlo en un oscuro calabozo, amarrado con fuertes cadenas.
Pero por la noche se le soltaron las cadenas y sin saber cómo, el santo se encontró libre, en la calle. Al día siguiente estaba de nuevo predicando a la gente.
Entonces el gobernador lo mandó poner preso otra vez y después de atormentarlo con terribles torturas, mandó que le cortaran la cabeza, y voló al cielo a recibir el premio que Cristo ha prometido para quienes se declaran a favor de Él en la tierra.

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