sábado, 19 de enero de 2019

San Fechin de Fore, abad. (20 de enero)

San Fechin de Fore, abad.

Cuando los de la tierra te fallan, El del cielo está presente.

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San Fechin predicando. Parroquia Santa María, Ballinrobe.
San Fechin predicando. Parroquia Santa María, Ballinrobe.
San Fechin de Fore, abad. 20 de enero.

Su leyenda fue escrita en el siglo XII, a partir de tradiciones locales, y esto, tratándose de santos, ya se sabe… Y más de santos irlandeses. Esta leyenda nos cuenta que Fechin vivió en el siglo VII, y nació en Billa, parroquia de Ballysodare. Era hijo de Coelcharna, descendiente de Eochad Fionn, hermano del rey Conn “de las Cien Batallas”, y su madre, Lassair, era de sangre real, aunque venidos a menos. Cuando creció fue puesto bajo la tutela de San Nathy de Achonry (7 de septiembre) para que le formase en las letras, ciencias y piedad. Cuando tenía siete años su madre le encomendó cuidase sus siete vacas y un ternero, pero como el niño estaba absorto en las cosas de Dios, un lobo se comió el ternero. Fechin le amonestó y haciendo la señal de la cruz, le ató como si un perrillo fuera, y desde entonces le acompañaba y protegía a las reses de los otros lobos.

Muy joven aún fue ordenado sacerdote, y luego de esto se retiró a un lugar solitario en Fore, Westmeath, para vivir como ermitaño. En un principio quería vivir solo, pero llegó a tener muchos discípulos, por lo que fundó un monasterio en los que juntó hasta trescientos monjes. También fundó otro monasterio en la isla de Immagh, en la costa de Galway. Allí sus monjes se volcaron en la evangelización de los habitantes de la isla, sumidos en el paganismo. No fue tan fácil, pues incluso llegaron los paganos a tirar al mar las herramientas con las que construía el monasterio, pero milagrosamente el mar las devolvía. No les daban alimentos, ni les dejaban sembrar, o si sembraban, les destruían lo sembrado, para que desistieran. Pero el celo apostólico podía más que todo y los monjes perseveraron. Incluso algún monjes murió de hambre, pero Fechin lo resucitó. Finalmente, Guaire, rey de Connaught, les envió provisiones y mandó no fueran molestados. Poco a poco, predicando, dando ejemplos y realizando milagros, los convirtió y los llevó a Cristo.

Era penitente y entregado a la oración. Imitaba a San Patricio (17 de marzo), que solo ingería pan y agua, y oraba 100 veces al día. Las noches de lluvia o heladas salía al exterior para penitenciarse más aún. Además, ponía un cántaro de agua sobre una piedra y sostenía esta a la altura del pecho mientras se arrodillaba al sol, obligándose a no derramar ni una gota de agua, mientras salmodiaba. Su influencia fue muy grande con los reyes y príncipes de su tiempo, imponiendo paz, aconsejando, amonestando. Su palabra era obedecida y varios reyes y nobles enmendaron sus vidas por sus consejos. Varios milagros realizó el santo. Uno de estos portentos fue horadar milagrosamente una roca, de la cual brotó un manantial para hacer funcionar el molino del monasterio. Un día, halló un leproso y venciendo su repugnancia, lo besó y llevó a la reina, para que ella lo atendiera como si fuera el mismo Cristo. Esta le lavó las llagas y al tomar el lienzo usado, vio había dos piedras de oro, desapareciendo el leproso en ese momento, pues el mismo Cristo era.

Murió Fechin el 20 de enero de 665, en una peste terrible que arrasó Irlanda, teniendo sobre los ochenta años. En Billa se conserva una piedra con impresiones en forma de mano, y que la leyenda quiere sea la huella de la mano de Lassair, que se sujetó a la piedra cuando le dieron los dolores de parto. Era devoción recostar la espalda contra la piedra para sanarse de los dolores de lumbago.


Fuentes:
-“History, antiquities, and present state of the parishes of Ballysadare and Kilvarnet”. Rvdo. TERENCE O´RORKE. Dublín, 1878.

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