Fiesta de san Marcos, evangelista, que primero acompañó en Jerusalén a san Pablo en su apostolado, y después siguió los pasos de san Pedro, quien lo llamó su hijo. Es tradición que en Roma recogió en su Evangelio la catequesis de Pedro a los romanos y que fue él quien instituyó la Iglesia de Alejandría, en el actual Egipto. († s. I)
Conmemoración de san Aniano, obispo de Alejandría de Egipto, que, como narra Eusebio, desde el octavo año de Nerón fue el primer sucesor de san Marcos en el episcopado de esta ciudad, que ejerció durante veintidós años, y que fue un hombre de Dios, admirable en su comportamiento. († c. 85)
En Silistra, ciudad de Mesia, santos Pasícrates y Valencio, mártires, que, por confesar a Cristo como único Dios, sometieron decididos sus cuellos a la espada. († c. 302)
En Agen, en Aquitania, san Febadio, obispo, que escribió una obra contra los arrianos y protegió a su grey de la herejía. († c. 393)
En Antioquía de Siria, san Esteban, obispo y mártir, que sufrió mucho por parte de los herejes que se oponían al Concilio de Calcedonia, y en tiempo del emperador Zenón murió al ser precipitado al río Orontes. († 479)
En Vienne, ciudad de Burgundia, san Clarencio, obispo. († s. VII)
En Lobbes, en la región de Brabante, en Austrasia, san Erminio, abad y obispo, que, excelso por su vida de oración y dotado de espíritu de profecía, fue sucesor de san Usmaro. († 737)
En la región de Piacenza, en la Emilia, santa Franca, abadesa, que quiso ingresar en la Orden Cisterciense y pasaba noches enteras en oración ante Dios. († 1218)
En Aosta, en los Alpes Grayos, beato Bonifacio Valperga, obispo, insigne por su caridad y humildad. († 1243)
En la isla de Wight, en Inglaterra, beatos Roberto Anderton y Guillermo Marsden, presbíteros y mártires, que durante la persecución bajo el reinado de Isabel I, detenidos al haber desembarcado en Inglaterra a causa de un naufragio, fueron condenados a la pena capital por ser sacerdotes, martirio que aceptaron con ánimo sereno y decidido. († 1586)
En Antigua, cerca de la ciudad de Guatemala, en América Central, san Pedro de San José Bethencourt, religioso de la Tercera Orden Regular de San Francisco, que bajo el patrocinio de Nuestra Señora de Belén se entregó ejemplarmente a la asistencia de huérfanos, mendigos, enfermos, jóvenes sin formación, extranjeros y condenados a trabajos forzados. († 1667)
En la aldea de Remedello, en la provincia de Brescia, en Italia, san Juan Piamarta, presbítero, que tras grandes dificultades fundó el Instituto de los Artesanitos de Brescia en las cercanías de una colonia agrícola, con la finalidad de facilitar a los jóvenes una formación religiosa, así como también el aprendizaje de un oficio, lo que dio vida a la Congregación de la Sagrada Familia de Nazaret. († 1913)
En el rancho de San Joaquín, Jalisco, México, beatos José Trinidad Rangel Montaño, presbítero, Andrés Solá y Molist, presbítero y Leonardo Pérez Larios, laico, todos ellos mártires. († 1927)
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